El don de continencia o don de abstinencia es la capacidad sobrenatural, dada por Dios a algunos creyentes, hombres o mujeres, para refrenar sus impulsos sexuales y vivir sin tener que casarse. El don de continencia no significa que los creyentes que poseen este don no tienen deseos sexuales. Lo que significa es una capacidad para poder vivir sin la necesidad de satisfacer esos deseos sexuales.
¿Qué quiere decir 1 Corintios 7:6-9 y cómo se aplica a la vida de alguien que es soltero?
En 1 Corintios 7:6-9 dice: “Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento. Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro. Digo, pues a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando.”
Pablo está hablando no con lenguaje de ley o de mandamiento, sino por vía de concesión. Es una forma de decir cosas importantes sin llegar a dar órdenes. Pablo reconocía que no es prudente ni ordenar casarse ni ordenar vivir sin casarse. Se limita a decir cosas importantes, sin llegar a ponerlas en forma de mandato. A esto se refiere cuando dice: Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento. Lo que va a decir es algo importante, que debería ser considerado con cuidado, más si viene de un apóstol como Pablo.
Luego prosigue diciendo que quisiera más bien que todos los hombres fuesen como él, como Pablo. Por lo que dice un poco más adelante, es obvio que Pablo no tenía una compañera como esposa. Puede ser que nunca se casó, o que si se casó había enviudado. Esto merece un análisis pormenorizado que por ahora lo vamos a evitar para ir a lo medular de la consulta.
Pablo está entonces sugiriendo que sería bueno que los hombres se queden solteros o si han enviudado que se queden viudos. Pero inmediatamente, Pablo reconoce que esto depende totalmente de la manera como Dios ha capacitado a cada uno en particular en cuanto a lo que se llama el don de continencia.
Pablo reconoce que no todos los creyentes han recibido de Dios este don de continencia, por eso dice: Cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro.
A los que tienen este don de continencia, Pablo les dice que fuera bueno que vivan solos, sin casarse. Esto tiene sus ventajas, en especial cuando se lo mira a la luz de la posibilidad de servir al Señor sin las preocupaciones de un hombre o una mujer que se ha casado.
A los que no tienen este don de continencia, Pablo aconseja que se casen, porque mejor es casarse que estarse quemando. El deseo sexual puede acrecentarse de tal manera que llega a ser como un fuego que quema. Si este es el caso, es necesario satisfacerlo.
La Biblia enseña que el sexo es bueno y que la única forma legítima para su uso es dentro del matrimonio. Sexo fuera del matrimonio es condenado por Dios. 1 Corintios 6:18 dice: “Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo, mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.”
De manera que, si un creyente no ha recibido de Dios este don de continencia, va a ser muy difícil que pueda refrenar su deseo sexual toda la vida. Si este es el caso, lo aconsejable es comenzar lo antes posible a orar a Dios para que provea de una pareja.
Dios sabe mejor que nadie lo que Usted necesita y Dios está en capacidad de traer a su vida la pareja ideal para Usted. A la par de orar, observe bien alrededor, porque puede ser que Dios ponga a su pareja en su propia iglesia o donde Usted trabaja, o donde Usted estudia.
No se olvide que la voluntad de Dios jamás es que Usted siendo creyente se enamore o peor se case con alguien que no sea creyente. Si le gusta alguien pero ese alguien no es creyente, entonces Usted ya sabe que ese alguien no es la voluntad de Dios para Usted.
Mientras ora y espera la voluntad de Dios trayendo una pareja, no se desespere, Dios está en control de todo. Si Usted no tiene el don de continencia, Dios mismo se encargará de proveer una pareja para que dentro del matrimonio Usted pueda satisfacer su deseo sexual.
[…] La clave de todo radica en saber discernir la voluntad de Dios en cuanto a este asunto. Cuando la voluntad de Dios es que una persona permanezca soltera toda la vida, Dios otorgará a esa persona la capacidad para refrenar su natural y legítimo deseo sexual. Esta capacidad dada por Dios a determinadas personas se conoce como don de continencia. […]