Gracias por su consulta. Vamos a leer el pasaje bíblico que se encuentra en Apocalipsis 12:1-6. La Biblia dice: Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.
Rev 12:2 Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.
Rev 12:3 También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas;
Rev 12:4 y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese.
Rev 12:5 Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.
Rev 12:6 Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días.
Este pasaje bíblico habla de señales. Toda señal apunta o simboliza algo, en este caso, la gran señal de la mujer apunta o simboliza a la nación de Israel. La mujer como símbolo de Israel ocurre varias veces en el Antiguo Testamento, como por ejemplo en Isaías 54:5-6 donde dice: Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.
Isa 54:6 Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo.
La mujer en Apocalipsis 12:1 estaba vestida de sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Esto tiene su explicación en el pasaje de Génesis 37:9-11 donde dice: Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí.
Gen 37:10 Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti?
Gen 37:11 Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre meditaba en esto.
Esto es lo que soñó José. Jacob su padre lo entendió en el sentido que el sol representaba a él, la luna a la madre de José, y las once estrellas a los once hermanos de José. La simbología tiene entonces que ver con la nación de Israel, la cual desciende de Jacob. Pero por otro lado, el hecho que la mujer de la gran señal en Apocalipsis 12:1 está vestida de sol denota también la gloria, la dignidad y el estado de exaltación de Israel, el pueblo de la promesa, el cual una vez salvo, constituirá un reino. El cuadro de la luna debajo de los pies de la mujer posiblemente es una alusión al pacto de Dios con Israel, porque las lunas nuevas jugaban un papel importante en la adoración a Dios en Israel. Las doce estrellas en la corona simbolizan a las doce tribus de Israel. La gran señal mostraba a la mujer encinta, clamando con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento. En el Antiguo Testamento se ve a la nación de Israel simbolizada de esta manera. Isaías 26:17-18 dice: Como la mujer encinta cuando se acerca el alumbramiento gime y da gritos en sus dolores, así hemos sido delante de ti, oh Jehová.
Isa 26:18 Concebimos, tuvimos dolores de parto, dimos a luz viento; ninguna liberación hicimos en la tierra, ni cayeron los moradores del mundo.
Los dolores de parto hacen pensar en la aflicción que tuvo que soportar la nación de Israel esperando la manifestación del Cristo, o el Mesías para destruir a Satanás, el pecado, la muerte y poder entrar a un reino de esplendor. Más adelante, la gran señal muestra a la mujer dando a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones. Esto describe al Señor Jesús quien en su humanidad provino de Israel.
La segunda consulta de nuestro amigo oyente dice así: ¿Se podrán casar y tener hijos las personas en el reino milenial? ¿Quiénes son estas personas? ¿No se refería a estas personas el Señor Jesús cuando dijo que no se pueden casar ni dar en casamiento porque son como los ángeles? ¿Tal vez será la iglesia de Cristo?
Gracias una vez más por su consulta. Permítame hacer un breve recuento de los eventos que tendrán lugar con ocasión de la segunda venida del Señor Jesucristo y el establecimiento de su reino milenial. El reloj de Dios comenzará a moverse cuando ocurra el arrebatamiento o rapto de la iglesia de Cristo. Los miembros de la iglesia de Cristo que hayan muerto resucitarán primero y luego, los miembros de la iglesia de Cristo que estén vivos cuando ocurra el arrebatamiento serán transformados en un instante, y todos juntos seremos arrebatados para encontrarnos con el Señor Jesucristo en las nubes, o en el aire, y así la iglesia de Cristo estará con Cristo por la eternidad. Esto significa entonces que la iglesia de Cristo no estará morando en la tierra a partir del arrebatamiento. La morada de la iglesia de Cristo será la nueva Jerusalén o la Jerusalén celestial. Tan pronto sea arrebatada la iglesia de Cristo, sobre la tierra se iniciará lo que se conoce como la tribulación, un período de siete años en los cuales Dios derramará su ira sobre este mundo incrédulo, a través de los juicios de los sellos, de los juicios de las trompetas y de los juicios de las copas. La misericordia de Dios se manifestará también durante este tiempo y se predicará el mensaje del Evangelio por medio de 144.000 judíos. Habrá muchos que recibirán al Señor Jesús como su Salvador durante la tribulación, pero la mayoría de ellos serán víctimas de la terrible persecución dirigida por el Anticristo y el Falso Profeta. Serán pocos los creyentes de la tribulación que queden vivos hasta el final de la misma. Al final de la tribulación vendrá el Señor Jesucristo por segunda vez a la tierra, y acabará con el poder militar de las naciones de este mundo, en lo que se llama la batalla de Armagedón. Para entonces, los seres humanos que queden vivos, algunos serán creyentes y el resto incrédulos. Por eso es que tendrá lugar lo que se llama el juicio a Israel y el juicio a las naciones gentiles. Del juicio a Israel nos hablan pasajes como Ezequiel 20:33-38 donde dice: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado, he de reinar sobre vosotros;
Eze 20:34 y os sacaré de entre los pueblos, y os reuniré de las tierras en que estáis esparcidos, con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado;
Eze 20:35 y os traeré al desierto de los pueblos, y allí litigaré con vosotros cara a cara.
Eze 20:36 Como litigué con vuestros padres en el desierto de la tierra de Egipto, así litigaré con vosotros, dice Jehová el Señor.
Eze 20:37 Os haré pasar bajo la vara, y os haré entrar en los vínculos del pacto;
Eze 20:38 y apartaré de entre vosotros a los rebeldes, y a los que se rebelaron contra mí; de la tierra de sus peregrinaciones los sacaré, mas a la tierra de Israel no entrarán; y sabréis que yo soy Jehová.
Después de este juicio a Israel, todos los judíos incrédulos serán sacados de este mundo para recibir su justa condenación. El juicio a las naciones gentiles tiene el mismo propósito. De este juicio nos habla Mateo 25:31-45. Es un pasaje bastante extenso, pero permítame leer solamente del versículo 31 a 34 y el versículo 41. La Biblia dice: Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,
Mat 25:32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
Mat 25:33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
Mat 25:34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
Después de este juicio a las naciones gentiles, todos los gentiles incrédulos serán sacados de este mundo para recibir su justa condenación. En otras palabras, luego de estos dos juicios, sobre la faz de la tierra quedarán solamente creyentes, algunos de origen judío y otros de origen gentil. Estas personas serán de carne y hueso, normales como nosotros los creyentes. Estas son las personas que entrarán al reino milenial como súbditos del reino. Se trata de seres humanos, como nosotros, todos creyentes, con la capacidad de casarse y multiplicarse, tal cual como podemos hacerlo nosotros hoy en día. Así que, efectivamente, los que entren al reino milenial de Cristo serán seres humanos creyentes, algunos de origen judío y el resto de origen gentil. Estas personas se casarán y se multiplicarán. Estas personas no son creyentes muertos y resucitados, tampoco son ángeles, así que no tienen ningún problema para casarse y multiplicarse. La iglesia de Cristo y los creyentes de Antiguo Testamento y de la tribulación estarán morando con Cristo en la nueva Jerusalén o en la Jerusalén celestial mientras en la tierra tiene lugar el milenio. Espero que esto le ayude a comprender mejor este asunto.