¿Cómo es que nosotros, la iglesia del Señor, seremos levantados en el arrebatamiento para estar con el Señor para siempre en el cielo, si la palabra dice que vendremos con él cuando venga con su ejército a pelear en la guerra de Armagedón para luego reinar con Cristo los mil años aquí en la tierra? Entonces,
Varios hechos toca su consulta. Primero, el hecho del rapto o arrebatamiento. Permítame leer el pasaje bíblico que trata sobre este hecho. Se encuentra en 1 Tesalonicenses 4:13-18 donde dice: “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.” Esta porción bíblica se aplica a la iglesia de Cristo. Estamos esperando un día cuando los creyentes muertos resuciten y los creyentes vivos sean transformados y juntos todos seamos arrebatados por el Señor para encontrarnos con él en las nubes, para estar para siempre con él. Segundo, el hecho de la segunda venida de Cristo. Apocalipsis 19:11-16 dice: “Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.” Por lo que dice este pasaje bíblico vemos que Jesucristo vendrá a la tierra por segunda vez, acompañado de los ejércitos celestiales. La vestimenta de estos ejércitos celestiales indica que se trata de la iglesia, la cual fue arrebata por él con anterioridad. El propósito de la segunda venida de Cristo es herir a las naciones que se han rebelado contra él, en lo que se llama la batalla de Armagedón. Pero también viene para reinar, porque el texto dice que regirá con vara de hierro a las naciones. Note que en su segunda venida Jesucristo no regirá con vara de hierro a la iglesia sino a las naciones. ¿Para qué entonces vendrá Jesucristo con la iglesia? Pues para que la iglesia reine juntamente con Cristo sobre las naciones. No olvide amable oyente que Jesucristo nos hizo reyes y sacerdotes para Dios su Padre, según Apocalipsis 1:6. Tercero, el reino milenial. Acerca de esto, Apocalipsis 20:7-9 dice: “Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldará a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió.” Note que, una vez suelto de su confinamiento por mil años, Satanás no sale a engañar a la iglesia, sino a las naciones. Esto significa que los súbditos del reino milenial en la tierra, no será la iglesia sino otro grupo de gente. ¿Quiénes? Pues son los creyentes, tanto de origen gentil como judío, que queden vivos hasta el final de la tribulación. Estos creyentes saldrán aprobados del juicio a las naciones y a Israel, los cuales tendrán lugar cuando Jesucristo venga por segunda vez a la tierra. Es decir que esta será la situación en el milenio. Cristo será el Rey de Reyes, reinando juntamente con la iglesia, cuyos miembros estarán con cuerpos glorificados. Tanto Cristo como la iglesia tendrán su morada en el cielo. Su campo de trabajo será la tierra. Sobre la tierra morarán personas de carne y hueso, los descendientes de los creyentes que entraron en el reino milenial. Estos creyentes se casarán y tendrá sus hijos, nietos, etc. Muchos de los habitantes de la tierra en el milenio serán creyentes, pero habrá algunos incrédulos, los que habiendo nacido durante el milenio decidieron no recibir a Cristo como Salvador. Serán estos los que al final del milenio se rebelen contra Jesucristo y sean consumidos con fuego que desciende del cielo. Espero que ahora tenga claro este asunto.