Romanos 13:2

Quiero que me expliquen el significado de Romanos 13:2

Romanos 13:2 dice lo siguiente: «De modo que quien se opone a la autoridad, acarrean condenación para sí mismos.»

Este texto es una ampliación de lo que el mismo escritor dijo en Romanos 13:1 donde leemos: «Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.»

El mandato de Dios para el creyente es someterse a las autoridades superiores. La palabra someterse significa tomar el lugar que a uno le corresponde, dentro de una cadena de autoridad.

Como buenos creyentes debemos someternos en obediencia a las autoridades que están sobre nosotros en los diversos campos de la vida, no solamente en la iglesia, sino también en el hogar, en el trabajo, en los centros educacionales, y en el país en general, llámense estos presidentes, gobernadores, alcaldes, etc.

La razón para someterse es porque toda autoridad viene de Dios y es Dios quien pone a ciertas personas en autoridad sobre otros. ¿Querrá decir esto que por ser puestas por Dios, todas las personas puestas en autoridad son personas creyentes? ¡Qué bueno sería si así fuera!

Pero lamentablemente no es así. La mayoría de las personas puestas por Dios en autoridad son personas incrédulas. Solo Dios sabe por qué lo hace. Dios tiene un buen propósito para ello, aunque nosotros no lo entendamos.

Pero ¿Qué pasa si una persona resiste a cualquier autoridad? El texto lo dice claramente: Quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste. El rebelarse ante cualquier autoridad, no importa si es buena o mala es equivalente a rebelarse contra Dios.

Quien resiste a cualquier autoridad está diciendo a Dios: Te equivocaste al poner a tal persona en autoridad. ¿Pero quienes somos nosotros para corregir a Dios?. Mire lo que dice Job 40:2 «¿Es sabiduría contender con el Omnipotente? El que disputa con Dios, responda esto.»

Así es, es una necedad pedir cuentas a Dios por lo que él hace en su soberanía. Es por esto que debemos tener mucho cuidado con rechazar a cualquier autoridad. Hoy en día existe una corriente de pensamiento entre algunos evangélicos que alienta la rebelión contra las autoridades civiles del país para conseguir cambios sociales, pero ¡Cuidado! Esto va en contra de lo que dice su palabra.

Siendo que no todas las autoridades son buenas, es muy probable que una autoridad mala demande algo que va en contra de la palabra de Dios. ¿Qué hacer en estos casos? ¿Debemos someternos a esas demandas sabiendo que van en contra de la Biblia?

Pues, no. Si una autoridad demanda algo contrario a lo que dice la Biblia, el creyente no está en obligación de someterse a esa demanda, porque la autoridad de Dios está sobre la autoridad del ser humano.

Cuando los líderes religiosos quisieron obligar a Pedro y los apóstoles a no predicar más en el nombre de Cristo, Pedro dijo lo que tenemos en Hechos 5:29: «Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.»

Pero volvamos al asunto de someterse a las autoridades puestas por Dios ¿cuáles son las consecuencias de rebelarse contra la autoridad? El texto en Romanos 13:2 responde diciendo: y los que resisten acarrean condenación para sí mismos. El desobedecer a una autoridad, en lo que es legítimo, por supuesto, trae por un lado la disciplina de Dios y por otro lado la sanción que impone la autoridad.

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