El infierno o lago de fuego es el destino final de Satanás, y sus demonios, porque ha sido preparado para ellos. Lamentablemente a ese lugar irán también todos aquellos que voluntariamente han decidido ir a aquel lugar. Quizá Ud. se estará preguntando con preocupación: ¿Cómo es posible que alguien elija voluntariamente ir a aquel lugar?
Bueno, lo hacen cuando rehúsan recibir a Cristo como Salvador. La única manera posible de evitar terminar en el infierno es recibiendo a Cristo como Salvador. Pero millones de millones hoy y siempre han pensado que el infierno no existe, que es una fábula inventada por los fanáticos religiosos, que un Dios de amor no puede arrojar a alguien al infierno, etc., etc., de esta manera, caen en el engaño del diablo, quien está interesado en que nadie tome en serio al infierno, y consecuentemente, desperdician su oportunidad de evitar ir a aquel lugar.
Ellos son los que acompañarán a Satanás y sus demonios en el infierno. Pero su pregunta es: ¿Será eterno el infierno o lago de fuego? La respuesta es sí.
El infierno es real. Jesús habló más del infierno que del mismo cielo, porque Jesús sabe cuán trágico es que alguien termine en ese lugar. Es tan trágico, que vale la pena cualquier sacrificio para no ir allá. Jesús, hablando figuradamente, dice: Sería preferible cortarse el pie o la mano, o sacarse el ojo, si eso garantizaría no ir al infierno, porque el infierno es un lugar terrible.
Por supuesto que Jesús no está enseñando que para evitar ir al infierno es necesario auto mutilarse. Lo que está diciendo es: No escatime cualquier esfuerzo, por más grande que parezca para no terminar en el infierno. Son palabras solemnes de advertencia. Pero note también, la manera tan cruda que Jesús testifica en cuanto a la eternidad del infierno. Por tres ocasiones, en el pasaje leído, hablando sobre el infierno, Jesús dijo estas palabras: al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
Este dicho es evidencia suficiente para saber que el infierno o lago de fuego, es eterno. Será la morada eterna de Satanás, sus demonios y todos los que han rechazado la invitación de Dios para ser librados de ir a aquel lugar.
Ud. que nos escucha, no desestime la advertencia del Señor. No ignore la existencia de un infierno eterno. No ignore que Ud. está en peligro de llegar a ese lugar algún día. No ignore que si Ud. por desgracia llega a ese lugar, no habrá oportunidad de salir de allí. No hay esperanza para los que lleguen al infierno. Pero aquí vienen las buenas noticias. No ignore que Dios le está dando una oportunidad para evitar ir a ese lugar. No ignore que Cristo murió para que Ud. quede libre de ir a aquel lugar. No ignore que si Ud. quiere evitar ir a ese lugar, hoy mismo, en este instante si quiere, Ud. puede tomar la mejor decisión de su vida, la decisión de cortar cualquier posibilidad de ir al infierno.
Si ese es su deseo Ud. necesita recibir a Jesús como su Salvador. Jesús dijo: De cierto, de cierto os digo: el que cree en mí, tiene vida eterna. No desperdicie esta oportunidad. Tome hoy mismo la decisión de recibir a Cristo como Salvador y como consecuencia, Ud. no solo evitará terminar en el infierno sino que gozará del privilegio de tener vida eterna, una vida que mientras Ud. esté en la tierra será llena de significado y una vida que cuando Ud. salga de la tierra, tendrá lugar en el cielo junto a Dios.
Si Ud. ha tomado esta decisión, háganos saber por correo o por teléfono, para que nosotros podamos enviarle gratuitamente y sin compromiso para Ud., material que será útil para que Ud. crezca en el conocimiento de quien es ahora su Salvador.