Romanos 15:33, nos habla de un Dios de paz. Pero Éxodo 15:3 dice que Dios es un varón de guerra y como tal, está en capacidad de enseñar a los hombres a hacer la guerra, según Salmo 144:1. ¿Es Dios de paz o Dios de guerra?
Dios es tanto un Dios de guerra como un Dios de paz. Eso es lo que se ve en la Biblia. Note lo que dice el texto de Éxodo 15:3,
«Jehová es varón de guerra; Jehová es su nombre.»
Este versículo es parte del cántico de Moisés cuando Jehová acabó con el ejército Egipcio al sepultarlos debajo de las aguas del Mar Rojo. Un Jehová guerrero también es evidente en textos como Isaías 42:13 donde dice: «Jehová saldrá como gigante, y como hombre de guerra despertará celo; gritará, voceará, se esforzará sobre sus enemigos.»
Como se podrá notar, Jehová no es un anciano bonachón que sentado sobre su silla mecedora se hace de la vista gorda ante los ataques de sus enemigos. No señor, Jehová es temible como guerrero, como un Dios de guerra. Sus enemigos tiemblan ante Él. Pero eso es solo una faceta de Dios, porque Jehová también es un Dios de paz. Leamos el texto citado arriba, se encuentra en Romanos 15:33 donde dice: «Y el Dios de paz sea con todos vosotros. Amén.»
Aquí tenemos a Dios, no como un Dios de guerra, aunque él sigue siéndolo, sino como un Dios de paz. Note lo que dice otro texto, Filipenses 4:9, «Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.»
Nuevamente estamos aquí ante un Dios de paz. Insisto en el hecho que no es que Dios ha cambiado. Antes era un Dios de guerra y ahora es un Dios de paz. No hay tal. Dios es tanto un Dios de guerra como un Dios de paz. Interesante es notar que en el Antiguo Testamento no se encuentra la frase Dios de paz. Fue necesario que Cristo Jesús muera en la cruz del Calvario para que Dios pueda manifestarse con amplitud como un Dios de paz.
Quisiera que note también al Dios de paz y al Dios de guerra en un solo texto. Se encuentra en Romanos 16:20 donde dice: «Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies.»
Como Dios de paz, Él está listo para actuar a favor de los que son suyos. Como Dios de guerra, Él está listo para aplastar al enemigo número uno, Satanás, debajo de los pies de los creyentes.
Termino señalando que los creyentes tenemos en Dios a un Dios de paz, pero los incrédulos, tienen en Dios a un Dios de guerra. Si Usted quiere conocer a Dios como Dios de paz y no desea conocer a Dios como un Dios de guerra, es mejor que lo antes posible reciba a Cristo como su Salvador.