¿Cómo es que 1 Corintios 11:14 dice que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello, mientras que Números 6:5 habla de hombres que no deben permitir que pase la navaja sobre su cabeza?
Vamos a dar lectura al pasaje bíblico que se encuentra en 1 Corintios 11:14-15 para fundamentar la explicación. Dice así: “La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello.” Lo que este pasaje bíblico está diciendo, es que en el ser humano en general existe una idea innata o un concepto muy propio y arraigado de lo que es normal y correcto en cuanto al cabello. Esto se basa en que la hormona masculina llamada testosterona, acelera la pérdida del cabello en los varones. En cambio la hormona femenina llamada estrógeno, hace que el cabello de las mujeres crezca más largo y permanezca por más tiempo. Por esto la calvicie en las mujeres es algo excepcional, aún entre las muy ancianas. Esta realidad fisiológica del hombre y de la mujer se refleja en que en la mayoría de las culturas, porque ciertamente hay excepciones, normalmente la mujer lleva cabello largo y el hombre cabello corto. Quien está detrás de todo esto es Dios mismo, porque es Dios quien ha dado a la mujer el cabello para comunicar ternura, suavidad y belleza. Esto es todo lo que comunica este pasaje bíblico. Ahora vayamos a Números 6. No tenemos el tiempo para leer todo el capítulo, pero este capítulo por entero está dedicado a lo que en el Antiguo Testamento se llamaba el voto de nazareo. Este voto podían hacerlo tanto hombres como mujeres. No era algo solo para los hombres. Nazareo es la transliteración de una palabra hebrea que literalmente significa “dedicación por separación” Los que hacían el voto de nazareo se separaban ellos mismos para el Señor por medio de separarse de algunas prácticas, tales como beber vino, sidra, vinagre de vino, vinagre de sidra, licor de uvas, uvas frescas o secas, es decir de todo lo que se hace de la vid. También tenían que cumplir con algo muy estricto en cuanto al cabello. Permítame leerlo en Números 6:5 donde dice: “Todo el tiempo del voto de su nazareato no pasará navaja sobre su cabeza; hasta que sean cumplidos los días de su apartamiento a Jehová, será santo; dejará crecer su cabello.” Note que el cabello largo, tanto en hombre como en mujer, era la señal externa de que esa persona había hecho voto de nazareo. Los que habían hecho voto de nazareo no podían acercarse a persona muerta, ni aun si la persona muerta era padre, madre, hermano o hermana. Si por causa accidental se contaminaba acercándose a persona muerta, tenía que pasar por un cuidadoso ritual de purificación que incluía el rasurarse la cabeza, para volver a contar los días del voto de nazareo. El voto de nazareo se hacía por días o por semanas o por meses o por años y hasta de por vida ¿Qué pasaba cuando se cumplían los días del voto de nazareo? Bueno, el que tenía voto de nazareo tenía que venir a la puerta del tabernáculo de reunión, para ofrecer su ofrenda a Jehová, un cordero de un año sin tacha en holocausto, y una cordera de un año sin defecto en expiación, y un carnero sin defecto por ofrenda de paz. Además un canastillo de tortas sin levadura, de flor de harina amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite. Era algo costoso el hacer voto de nazareo. Luego, el nazareo rasuraba su cabeza consagrada a la puerta del tabernáculo de reunión y tomaba los cabellos de su cabeza consagrada y los ponía sobre el fuego que está debajo de la ofrenda de paz. Acto seguido el sacerdote realizaba los demás rituales para este caso. Así era como se terminaba el tiempo del voto de nazareo. Así que, amigo oyente, no hay ninguna vinculación entre lo que se practicaba en el voto de nazareo y la enseñanza de la naturaleza en cuanto a que es deshonroso que el varón lleve cabello largo mientras que es honroso que la mujer lleve el cabello largo.