¿Tiene algún valor la palabra “abominación” en el Antiguo y Nuevo Testamento?

Permítame compartir lo que el Diccionario de Vine dice sobre la palabra “abominación”  Como sustantivo significa  «asqueroso, cosa detestable». La palabra aparece 117 veces. Primero, define a las personas y los objetos como esencialmente únicos en el sentido de ser «peligrosos», «siniestros», «repulsivos» y «abominables» desde la perspectiva de otros. Este significado lo vemos por primera vez en Gen_43:32 Y pusieron para él aparte, y separadamente para ellos, y aparte para los egipcios que con él comían; porque los egipcios no pueden comer pan con los hebreos, lo cual es abominación a los egipcios.    Debido a sus diferencias culturales o sociales, a los egipcios les repugnaba comer pan con extranjeros. Otra ilustración clara de este choque fundamental de voluntades aparece en Pro_29:27 Abominación es a los justos el hombre inicuo;

Y abominación es al impío el de caminos rectos. Al referirse a Dios, el término adquiere un matiz particular: describe a personas, cosas, hechos, relaciones y características que le son «detestables» o «abominables» porque son contrarias a su naturaleza. Dios abomina lo que tiene que ver con muerte e idolatría: «Nada abominable comerás» (Deu_14:3). Los que tienen hábitos que Dios aborrece también le son detestables: No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace. Dt. 22:5  En segundo lugar, abominación se usa en algunos contextos para describir prácticas y objetos paganos: Las esculturas de sus dioses quemarás en el fuego; no codiciarás plata ni oro de ellas para tomarlo para ti, para que no tropieces en ello, pues es abominación a Jehová tu Dios; y no traerás cosa abominable a tu casa, para que no seas anatema; del todo la aborrecerás y la abominarás, porque es anatema. (Deu_7:25, 26). En otros contextos, abominación describe repetidos fracasos en la observación de los reglamentos divinos: Por tanto, así ha dicho Jehová: ¿Por haberos multiplicado más que las naciones que están alrededor de vosotros, no habéis andado en mis mandamientos, ni habéis guardado mis leyes? Ni aun según las leyes de las naciones que están alrededor de vosotros habéis andado.

Eze 5:8  Así, pues, ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra ti; sí, yo, y haré juicios en medio de ti ante los ojos de las naciones. Y haré en ti lo que nunca hice, ni jamás haré cosa semejante, a causa de todas tus abominaciones. (Eze_5:7, 9 ).

En tercer lugar, abominación se usa en la esfera de la jurisprudencia y de las relaciones familiares y tribales. Ciertos actos o características destruyen la armonía social y familiar; a estos actos y a las personas que los practican se les aplica el término abominación: Seis cosas aborrece Jehová,

Y aun siete abomina su alma:  Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente,  El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos. En cuanto a esta palabra en el Nuevo Testamento, significa algo fétido, de allí, algo aborrecible, denota un objeto de disgusto, algo detestable. Esto se dice de la imagen que ha de ser erigida por el Anticristo según Mateo 24:15 y Marcos 13:14, de aquello que es altamente estimado entre los hombres, en contraste a su verdadero carácter a la vista de Dios como en Lucas 16:15. Su constante asociación con la idolatría sugiere que lo que es sumamente estimado entre los hombres constituye un ídolo en el corazón humano. De manera que, amable oyente, esta palabra es muy importante tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento y los creyentes debemos cuidarnos de no cometer abominación delante de Dios.