Autor: cris

  • De que manera hizo Jesús los milagro

    ¿Es cierto que Jesús hizo los milagros como Dios mas no como Hombre?

    Esta consulta está íntimamente relacionada con la encarnación de Cristo.

    Debe partirse del hecho que la encarnación de Cristo ha sido un misterio que desafía toda explicación y así seguirá siendo porque es el milagro de los milagros.

    Sobre esto, la Biblia claramente enseña que Cristo es una sola persona, pero sin embargo, en él subsisten dos naturalezas, la humana y la divina.

    La doctrina de las dos naturalezas en una persona trasciende los límites de la razón humana. Es la expresión de un misterio incomparable que no tiene analogía alguna en la vida del hombre tal como la conocemos, y que no encuentra apoyo en la razón humana, y por tanto, puede aceptarse únicamente por la fe en la autoridad de la palabra de Dios.

    Permítame citar algunos textos bíblicos en los cuales se aprecia con claridad este hecho. Romanos 1:3-4 dice: «acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne, que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos»

    Cristo Jesús, es 100% hombre, dice el texto que era del linaje de David según la carne, pero a la vez, 100% Dios porque dice el texto que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad. La naturaleza humana y divina se funde en una sola persona.

    Igual cosa encontramos en Gálatas 4:4 que dice: «Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley»

    Jesucristo fue enviado de Dios, esto habla de su naturaleza divina, pero a la vez, fue nacido de mujer y nacido bajo la ley, esto habla de su naturaleza humana. Dos naturalezas, la divina y la humana, pero una sola persona.

    La Biblia en ninguna parte enseña que la divinidad en abstracto o algún poder divino, se unió o se manifestó en una naturaleza humana, sino siempre dice que la naturaleza divina en concreto, es decir, la persona divina del Hijo de Dios se unió a una naturaleza humana.

    Eso es lo que se enfatiza en Juan 1:14 que dice: «Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como de unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad»

    Tenemos entonces que Cristo Jesús es totalmente Dios y totalmente hombre, sin embargo no son dos personas. Las dos naturalezas están siempre presentes en la persona de Cristo. En concordancia con todo lo dicho, no es posible atribuir los milagros de Jesús a su naturaleza divina únicamente, porque como hemos señalado, la naturaleza humana también estaba presente. Todo lo que hizo Cristo Jesús fue tanto como hombre cuanto como Dios.

    La Biblia nos muestra características o rasgos de ambas naturalezas en algunos episodios de la vida de Jesús. Como hombre, cansado del camino, se sentó junto al pozo de Jacob, pero instantes después como Dios dijo a la mujer samaritana: «cualquiera que bebiere, volverá a tener sed, mas el que bebiere del agua que yo de daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna».

    En Cristo Jesús se funde lo divino con lo humano. El no pudo despojarse de la naturaleza humana para hacer los milagros que realizó, así como no pudo despojarse de la naturaleza divina para llorar al pie de la tumba de su amigo Lázaro. Lo humano y lo divino están siempre presentes.

  • La juventud y el noviazgo

    La juventud y el noviazgo es un tema bastante amplio como para desarrollarlo en tan poco tiempo, así que me limitaré a compartir con Ud. quizá lo más importante.

    Primero, reconocer que la decisión más importante después de la decisión de recibir a Cristo como Salvador, es saber con quién se va uno a casar. Una mala decisión en cuanto a la pareja puede echar a perder el futuro de cualquier creyente. Por eso, no se debe pensar siquiera en noviazgo, sin primeramente estar en íntima comunión con Dios a través de su palabra y la oración.

    Ninguno de nosotros es lo suficientemente sabio para tomar esta decisión tan importante sin la guía y dirección de Dios. Así que, todo joven o señorita que piense ponerse de novio o de novia, debe primeramente invertir bastante tiempo con el Señor.

    Un texto que probablemente sintetiza muy bien esta idea se encuentra en Salmo 37:4 que dice: «Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.»

    Cuando un joven o una señorita se entregan por completo a hallar su deleite en la persona de Dios, de seguro que Dios mismo pondrá en sus mentes lo que él quiere que hagan en cuanto a la pareja y será Dios mismo quien permita que ese deseo se cumpla totalmente.

    Segundo, mientras se está en comunión con el Señor, es imperativo el escudriñar la palabra de Dios para saber cuál es la voluntad de Dios para el noviazgo. Por supuesto que en las páginas de la Biblia no se va a hallar el nombre del joven o la señorita con quien Ud. debe ponerse de novio o de novia, pero en la Biblia Ud. encontrará principios generales que atañen al noviazgo.

    Uno muy importante se encuentra en 2ª Corintios 6:14 que dice: «No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?»

    Un joven creyente no debe enamorarse o ponerse de novio con una joven incrédula y una joven creyente no debe enamorarse o ponerse de novia con un joven incrédulo. Si lo hacen están en franca y total rebeldía contra Dios. El enemigo es muy astuto y hace creer a los jóvenes que no importa enamorarse de un incrédulo o una incrédula porque mientras se desarrolla la relación de noviazgo el joven o la joven incrédula recibirán al Señor como Salvador por el testimonio de ellos.

    Pero no hay tal amigo oyente. La triste realidad es que lo más probable que sucederá es que el joven o la señorita creyentes se debilitarán en su fe y no será extraño que se aparten totalmente del Señor por el solo hecho de mantener esa relación desigual de enamoramiento.

    Tercero, los jóvenes creyentes deben saber que sobre lo físico y emocional de una persona está lo espiritual. Esto significa que por ejemplo un joven no debe volverse loco de amor por una chica que es poco menos que una estrella de cine por su apariencia física aunque es un desastre emocionalmente hablando y un cero a la izquierda espiritualmente hablando.

    El joven creyente debe mirar primero las cualidades espirituales de una probable candidata a novia o enamorada y si eso está bien, y se ve madurez espiritual entonces se puede pensar en una probable relación de noviazgo con esa chica.

    Es millón veces mejor casarse con una mujer no tan atractiva pero muy temerosa de Dios que con una mujer muy atractiva pero apática a las cosas de Dios.

    En definitiva amigo oyente, no valore a una persona solo por lo físico. Ponga más énfasis en lo emocional y sobre todo en lo espiritual. Lo físico dura poco, no sé, serán unos 20 años digamos, y luego la esbeltez del cuerpo se deforma con el peso de los años. La piel lozana se arruga y un montón de cosas más que cambian para peor en la parte física.

    Pero el espíritu y el alma pueden estar más jóvenes mientras los años pasan. No sacrifique el alma y el espíritu sobre el altar de lo físico.

    Cuarto, cuando el Señor parece que le está guiando en cierta dirección específica en cuando a con quien ponerse de novio o de novia, no deseche el consejo de las autoridades de su iglesia local y de sus padres. Saque de su mente lo que es común en muchas parejas de novios, me refiero a llevar adelante un noviazgo secreto. Esto no es la voluntad del Señor.

    El noviazgo es una etapa hermosa de la vida de todo joven y de toda señorita. No debe ser algo de lo cual Ud. se avergüence y actúe como si nada estuviera pasando. Si su probable noviazgo no cuenta con el apoyo de las autoridades de la iglesia local y con el apoyo de sus padres, es mejor que no se meta a ponerse de novio o de novia.

    La falta de aprobación será la manera de Dios de decir: Espera un momento, yo tengo mejores planes para ti. Yo te voy a traer una persona mejor que la que tú estás pensando.

    Recuerde que los jóvenes creyentes deben estar sometidos a la autoridad de los líderes de la iglesia local y a la autoridad de sus padres. No juegue con fuego enamorándose de alguien en contra de la voluntad de los que son autoridades sobre Ud.

    Quinto, si ya está de novio o de novia con todas las de ley, sométase a edificar la relación en la parte espiritual principalmente y luego en menor grado en la parte emocional y deje totalmente afuera la parte física.

    En otras palabras, evite las escenas románticas que Ud. seguramente habrá visto personalmente o por la televisión. Me refiero a un paraje solitario, a media luz, ellos solos, y una pasión que no reconoce límite alguno. Ud. debe reconocer que las caricias en la pareja están reservadas para el matrimonio, porque son parte de la preparación de la pareja para el acto sexual.

    En el noviazgo no debe haber acto sexual, entonces tampoco debe haber caricias. Y no me diga que Ud. es tan dueño de Ud. mismo que sabe hasta donde debe ir en las caricias para no caer en una relación sexual pre marital. Si Ud. supiera la cantidad de gente que se creía muy dueña de si mismo para frenar justo a tiempo en su pasión, pero desafortunadamente en el instante crucial no pudieron detenerse y terminaron entregándose el uno al otro en una relación rodeada de temores y sentimientos de culpa que ha echado a perder la hermosura de un noviazgo puro.

    Note lo que dice la Biblia sobre esto 1ª Corintios 6:18 «Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.»

    El consejo de Dios es huir de la fornicación. Cuando Ud. se vea tentado a algo que tenga que ver con el uso impropio del sexo, huya. Aléjese inmediatamente de eso. Solo así logrará mantener un cuerpo puro para su futura esposa o esposo. Yo sé que hablar de esto en esta manera, horroriza a mucha gente. Se piensa que llegar virgen al matrimonio es lo peor que le puede pasar a un joven o a una señorita.

    Lo que pasa es que hoy por hoy vivimos en una sociedad que idolatra el placer sexual. La idea del mundo es: Si te gusta, hazlo. No importa cómo ni con quien ni en donde. Esto ha abierto la puerta al homosexualismo, al lesbianismo, al adulterio, a las relaciones sexuales pre matrimoniales, al aborto, etc.

    Lo que deja como resultado es una sociedad que se debate en problemas sociales tan graves como prostitución, enfermedades venéreas, sida, madres solteras, etc.

    Cuidado con transitar por este tortuoso sendero amigo oyente. Lo prudente es someterse a lo que dice la palabra de Dios cuando en Proverbios 5:18 dice: «Alégrate con la mujer de tu juventud, como cierva amada y graciosa gacela, sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre»

    Deje que primero Dios le guíe a la persona con quien Ud. se va a casar y solo con esa persona, una vez casado, disfrute de los deleites de la vida matrimonial.

    Por último, en sexto lugar, no piense que el noviazgo es un deporte. Es decir que hoy está con una novia, mañana con otra y pasado mañana con otra, etc. El noviazgo es la antesala del matrimonio. Si no piensa casarse con alguien, no pierda su tiempo poniéndose de novio o novia con esa persona. Es peligroso jugar con los sentimientos de la gente.

    Si Ud. logra poner en práctica al menos estas sugerencias, estoy seguro que le espera un noviazgo feliz y ciertamente también un matrimonio feliz. Muchos de los problemas matrimoniales tienen sus raíces en errores que se cometieron durante el noviazgo.

  • Victoria sobre el pecado

    Fui el primer cristiano dentro de mi hogar. Ahora el Señor ha alcanzado a mi familia completa. Ha habido un gran avivamiento dentro de mi familia y la iglesia en donde se congregan. Yo me congrego en una iglesia tradicional. Mi problema es que siempre me ha atacado el espíritu de la duda, me es muy difícil hablar de esto, yo sé que nuestro Señor es grande y poderoso, pero en ocasiones me cuesta mucho confiar. Esto ha hecho que muchas veces caiga ante los ataques del enemigo. Principalmente en la inmundicia de mi carne; pornografía, y pensamientos inicuos. Esto es muy doloroso para mí porque sé que con esto atento contra las bendiciones que el Señor ha derramado en mi vida. Yo no quiero caer. Sinceramente no sé que me pasa. Yo lucho, pero estoy seguro que lo que debo hacer es entregarme al Señor más, pero no lo puedo hacer. Necesito su orientación.

    Hasta donde nosotros podemos ver, Ud. es un creyente que por alguna razón, se ha quedado en la infancia espiritual. La forma como Ud. ha descrito su vida nos hace pensar que le falta experimentar la victoria sobre el pecado. Ud. bien lo ha señalado. Su caso no se resuelve recibiendo a Cristo como Salvador, porque Ud. ya lo ha hecho.

    Su caso se resolverá cuando Ud. voluntariamente decida aplicar a su vida lo que dice Romanos 6:1-14 que dice: “¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pacido para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñoreará más de él. Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; más en cuanto vive, para Dios vive. Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.»

    El creyente genuino, ha muerto juntamente con Cristo, y así como Cristo resucitó de entre los muertos, el creyente verdadero también ha resucitado a una nueva dimensión de vida. Una dimensión de vida en la cual ha dejado de ser esclavo del pecado. Esto es verdad en todo genuino creyente.

    El problema radica en hacer que esta verdad funcione en la práctica. Para eso necesitamos tomar en cuenta cuatro cosas importantes.

    Primero, saber que nuestro viejo hombre o nuestra vieja naturaleza han sido crucificados juntamente con Cristo para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Esto tiene que ver con el intelecto. El creyente debe saber intelectualmente que su vieja naturaleza ha perdido el poder que antes tenía para esclavizar al pecado.

    Segundo, considerarse muerto al pecado pero vivo para Dios. Esto va un poco más allá del intelecto. Es meditar o reflexionar en el sentido que ya no es necesario obedecer al deseo natural del viejo hombre para pecar. Lo que sí es necesario es reconocer que el creyente está vivo para Dios, es decir que tiene toda la facultad para hacer cualquier cosa que Dios pida.

    Tercero, no presentar los miembros al pecado como instrumentos de iniquidad. Esto tiene que ver con la voluntad. Es un acto voluntario de no prestarnos para pecar, no por la simple fuerza de la voluntad, sino porque sabemos y hemos considerado que estamos muertos al pecado.

    Cuarto, presentarnos nosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos. Esto significa una disposición total de la voluntad para obedecer la palabra de Dios.

    Todo esto es un proceso que toma tiempo y esfuerzo hasta funcionar como Dios espera. Es necesario que Ud. reciba ayuda y dirección durante este tiempo. Esto es lo que se llama un discipulado. Que no es otra cosa sino aprender de la vida de otro a vivir como Cristo quiere que vivamos. Quiera Dios que estas ideas le sean de ayuda.

  • Manases y su hijo Josias

    ¿Por qué Dios permitió en la época de los reyes de Israel, que algunos de ellos, caso de Manasés, hijo de Ezequías, viviese tanto tiempo, creo que cerca de 20 años, durante los cuales llevó a Israel a la idolatría y a la rebeldía contra Dios, causándole tanta ira, que aun cuando Josías encuentra el libro de la ley y rectifica su caminar, Dios le dice que aun se encuentra airado por todas las desviaciones de Manasés? Bien pudo Dios disminuir sus días como lo hizo con su padre Ezequías.

    Bueno, en relación a su inquietud, debemos señalar, que efectivamente Manasés fue el peor de los reyes de Judá y también fue el que más tiempo reinó sobre Judá.

    La Biblia relata que entre las muchas maldades que cometió Manasés, están por ejemplo el edificar lugares de adoración para ídolos paganos, el dedicarse a la astrología, el consultar el horóscopo, el sacrificar a su propio hijo en adoración a algún ídolo pagano, el consultar a los brujos y adivinos, el llevar la imagen de un ídolo pagano al mismísimo templo de Jerusalén, etc.

    La tradición judía afirma que fue Manasés quien ordenó que aserraran al profeta Isaías. Manases comenzó su reinado a los doce años, y reinó sobre Judá nada más y nada menos que cincuenta y cinco años, aunque los diez primeros años gobernó conjuntamente con su padre Ezequías.

    Fue un nieto de Manasés, quien se llamó Josías, el que introdujo muchas reformas morales y espirituales en Judá, pero aún esto no fue suficiente para aplacar la ira de Dios en contra de Judá.

    La pregunta es: ¿Por qué Dios permitió que un gobernante tan malvado como Manasés gobierne por tanto tiempo, sabiendo que bajo su gobierno la fibra moral y espiritual de la nación se estaba corrompiendo tanto?

    Es difícil encontrar una respuesta fácil a su inquietud. Todo cae dentro de los planes soberanos de Dios para su pueblo, conforme a su propósito divino para la humanidad. Es lo mismo que si dijéramos: ¿Por qué Dios creó al ángel que llegó a ser Satanás, sabiendo que algún día iba a rebelarse contra él e iba a ser arrojado del cielo y sabiendo que iba a ser un elemento importante en la entrada del pecado en el mundo?

    Yo no tengo una respuesta para esto. Solo Dios sabe por qué y para qué lo hizo. En todo caso, la maldad de Judá llegó a su clímax bajo el gobierno de Manasés y eso provocó el castigo de Dios a la nación de Judá.

    2ª Reyes 24:1-4 dice: «En su tiempo subió en campaña Nabucodonosor rey de Babilonia. Joacim vino a ser su siervo por tres años, pero luego volvió y se rebeló contra él. Pero Jehová envió contra Joacim tropas de caldeos, tropas de sirios, tropas de moabitas y tropas de amonitas, los cuales envió contra Judá para que la destruyesen, conforme a la palabra de Jehová que había hablado por sus siervos los profetas. Ciertamente vino esto contra Judá por mandato de Jehová, para quitarla de su presencia, por los pecados de Manasés, y por todo lo que él hizo; asimismo por la sangre inocente que derramó, pues llenó a Jerusalén de sangre inocente; Jehová por tanto, no quiso perdonar.»

    Este fue el desenlace final de Judá. Manasés fue la gota que hizo derramar el vaso de la ira de Dios contra la nación de Judá. Dios lo permitió conforme a sus soberanos designios.

  • Cómo nació la fecha del 25 de Diciembre

    ¿Cómo nació la fecha del 25 de Diciembre para celebrar la Navidad?

    Es imposible fijar con exactitud el día y el año del nacimiento de Jesús. La fecha tradicional en que se celebra la Navidad si no coincide exactamente, al menos está muy cerca de un festival pagano de la antigüedad que se llevaba a cabo alrededor del 25 de Diciembre y en el cual los griegos festejaban el nacimiento de uno de sus muchos dioses que se llamaba Apolo.

    En el transcurso de los siglos, mientras se extinguía el paganismo y se abría paso el cristianismo, se fueron incorporando algunos festivales paganos con el membrete de cristianos al cristianismo diluido de la época. El tiempo se encargó de que estas costumbres echen fuertes raíces en el cristianismo y así como hasta hoy, a veces se da por sentado que Jesús nació un 25 de Diciembre.

    Si Dios hubiera querido que los cristianos sepan y celebren el nacimiento de Jesús, Dios se hubiera encargado de hacernos saber con exactitud la fecha del nacimiento de Jesús, pero Dios no lo ha hecho porque Dios no quiere que sus hijos celebren fiestas religiosas de ninguna índole.

    Gálatas 4:9-11 dice: «mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años. Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros»

    La celebración de fiestas religiosas judías tuvo su lugar en el Antiguo Testamento. Pablo los califica como los débiles y pobres rudimentos, porque las fiestas religiosas judías eran una figura de algo relativo a la persona y obra del Señor Jesucristo. Esto no es para denigrar las fiestas religiosas judías, sino para indicar que una vez que Cristo vino al mundo, murió, resucitó y fue ascendido al cielo, ya no hacía falta la celebración de fiestas religiosas.

    Para los cristianos verdaderos, la Navidad no es una fiesta religiosa sino un tiempo de recordación y gratitud a Dios por el hecho de que mandó al mundo a su Hijo para que muera por el pecador.

  • Podemos ser atacados con brujería

    Quisiera saber si siendo cristianos podemos ser atacados con la brujería. Tengo cerca de mi casa a una mujer que es bruja, a quien no le gusta mi familia porque somos cristianos. Últimamente han sucedido cosas muy extrañas en mi hogar, como por ejemplo muchas cosas se rompen o se destruyen de una manera sorprendente. Teníamos un árbol en el patio de la casa y se llenó de una plaga y hubo que cortarlo. Hace cuatro meses, el cielo raso de mi casa se llenó de murciélagos y tuvimos que fumigar esta plaga. En fin, han pasado muchas cosas tan seguidas. He orado al Señor por esto, sé que tenemos la protección divina, por eso quiero saber si la brujería puede afectar o no mi hogar.

    La brujería es tan real como real es Satanás a quien todo brujo o bruja ha jurado lealtad.

    Brujo a bruja es el hombre o la mujer que practica magia negra o que tiene poderes sobrenaturales que los ha recibido por la mediación de malos espíritus. Una de las muchas prácticas reñidas con la voluntad de Dios que practican los brujos y las brujas es lo que se llama el embrujo que denota el acto de influenciar por medio de la brujería mediante un hechizo.

    Un hechizo es cualquier cosa supersticiosa como jugos de hierbas, untos, etc. de que se valen los brujos o brujas para el logro de los fines que se proponen. Por medio de esta técnica satánica, los brujos o brujas pueden hacer que espíritus malignos actúen para lograr un objetivo, como por ejemplo, adivinar quien robó alguna cosa, o hacer volver al hogar a un marido que se ha ido con otra mujer, o poner loco de amor por alguien a un joven, o causar algún mal a alguien.

    Acciones como estas son muy comunes en la práctica de la brujería. Por demás está decir que Dios condena la brujería aunque ama a los brujos y a las brujas y en su amor les extiende la invitación a recibir la salvación en Cristo Jesús.

    De modo que, efectivamente los brujos y brujas, mediante sus artes malignas pueden causar males a las personas. Esta es la realidad de la brujería. Brujos y brujas existen en todas partes del mundo. En el pasado fueron brutalmente perseguidos, pero en el presente han logrado rodear a sus artes de un cierto aire de respetabilidad y hoy por hoy ejercen su arte sin impedimento alguno, e inclusive usan medios masivos de comunicación, como la radio, la televisión los periódicos y revistas para propagar sus prácticas.

    Pero la gran pregunta es: ¿Pueden los brujos embrujar a los creyentes verdaderos? Es decir, ¿puede por ejemplo una bruja hacer que espíritus malignos causen daño a un genuino hijo de Dios?

    Decididamente no, y como prueba de ello me gustaría citar un par de textos del Nuevo Testamento.

    El primero se encuentra en 1ª Juan 5:18 que dice: «Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca»

    La versión popular de este versículo dice lo siguiente: «Sabemos que el que tiene a Dios como Padre, no sigue pecando, porque el Hijo de Dios lo cuida, y el maligno no lo toca». Esta es una garantía de que en primer lugar, el genuino creyente, el que ha nacido de Dios, no vive en pecado como si fuera incrédulo.

    Esto es porque Jesucristo, el Hijo de Dios lo cuida para que no viva en el pecado y también para que el maligno, o sea Satanás o sus demonios, ni siquiera le toquen. El verbo tocar que se utiliza en este texto significa literalmente: Tomar para hacer daño. Esto significa que por cuanto el creyente genuino pertenece a Dios, Satanás puede actuar en contra de él solamente dentro de lo que Dios en su soberanía le permita hacer, mas no dentro de lo que los brujos le pidan que haga a él directamente o a sus demonios.

    Un ejemplo de esto, lo tenemos en el caso Job. Satanás causó aflicción a Job, pero no obedeciendo órdenes de los brujos, sino por la voluntad soberana de Dios, y además, Satanás no afligió a Job más allá de lo que Dios se lo permitió.

    Igual es con el genuino creyente. Satanás está prohibido de tocarlo, porque Jesucristo le cuida. Si Satanás llega a tocar a un creyente será porque Dios soberanamente lo ha permitido, más no porque Satanás esté obedeciendo el embrujo de algún brujo poderoso.

    Existe otro texto que ratifica lo dicho. Se encuentra en Santiago 4:7 que dice: «Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.»

    Esto es interesante. Un genuino creyente, que ha sometido su voluntad a Dios, está en una posición muy ventajosa sobre el diablo y todas sus huestes de maldad. Por esto es que el diablo huye del creyente sumiso a Dios. El diablo es un enemigo derrotado y por tanto no puede actuar a voluntad u obedeciendo a los brujos en contra del creyente verdadero.

    Se dice por tanto que el diablo tiembla ante el más humilde de los creyentes que vive en sumisión a Dios. Si un creyente voluntariamente no se somete a Dios, entonces no es que queda a merced del diablo o de los brujos, sino que Dios puede disciplinar a ese creyente por su pecado, inclusive por medio de usar al diablo para causar aflicción. Eso fue lo que le sucedió a Saúl, el primer rey de Israel.

    En todo caso, los brujos no tienen poder sobre los creyentes. Los brujos pueden hacer lo que quieran con los que son propiedad de Satanás, pero no pueden hacer nada en contra de los que somos propiedad de Dios.

    Así que si Ud. es del Señor por haber recibido a Cristo como su Salvador personal, Ud. está muy bien protegida por el mismo Señor Jesucristo. Los aparentemente malos momentos que le han sobrevenido, no son sino pruebas que el Señor le ha enviado para su beneficio. A través de esas pruebas el Señor está buscando fortalecer su fe para que sea hallada pura y sin mancha.

    Lejos de culpar de sus pruebas a Satanás o a los demonios o a las brujas, le recomiendo que mire al Señor detrás de sus pruebas y acéptelas con gozo, porque esto es lo que recomienda la palabra de Dios en Santiago 1:2-3 que dice: «Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.»

  • Cómo surgió lo del pesebre

    Hasta donde se sabe, la costumbre de hacer lo que se llama un pesebre navideño, tiene sus raíces en el catolicismo romano que llegó a América a través de los conquistadores. En algunos casos es muy evidente el ánimo de adorar la figura del niño Jesús que es parte integral de todo pesebre. Esta práctica, me refiero a adorar una imagen, cualquiera que sea, es opuesta a lo que enseña la palabra de Dios, porque viola el segundo mandamiento.

    Éxodo 20:3-6 dice: «No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte y celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos»

    La adoración de imágenes, cualesquiera que sean es condenada por la palabra de Dios. Si se arma un pesebre navideño para adorar la imagen del niño Jesús se está cayendo en la idolatría.

  • Cual es la fecha de nacimiento de Jesús

    He oído que la fecha de nacimiento de Jesús no puede ser el 25 de Diciembre del año 1, sino otra. ¿Se puede tener algún indicio sobre cuándo nació Jesús?

    Efectivamente, lo que Ud. ha oído es correcto. El Señor Jesús no puede haber nacido el 25 de Diciembre del año 1 de la Era Cristiana, como afirma la tradición. La Biblia no nos proporciona información para saber con precisión la fecha de nacimiento de Jesús, pero si nos da suficientes indicios para saber al menos la época y el año, con un margen de error de unos dos años.

    El fundamento para lo dicho sigue la siguiente línea de pensamiento.

    Primero, en cuanto al día del año. Lucas 2:8 dice: «Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño»

    Belén está bastante cerca de Jerusalén y es un territorio apto para criar ganado. Por eso es que en esa región había pastores que cuidaban sus rebaños. Pero es interesante notar que Lucas registra que estos pastores estaban velando y guardando las vigilias de la noche.

    Esto denota que los pastores pasaban la noche en el campo abierto cuidando sus rebaños. Por esta sola razón, que sin duda es algo endeble, se estima que el Señor Jesús no debió haber nacido ni en otoño ni en invierno del año en que nació, por cuanto el frío de estas estaciones haría, si no imposible, al menos difícil que los pastores estén en el campo abierto por la noche vigilando a su rebaño.

    No es por tanto descabellado pensar que el Señor Jesús debe haber nacido en la primavera o verano del año en que nació. En esta época del año el clima nocturno no sería demasiado frío y favorecería el que los pastores estén en el campo abierto por la noche velando y guardando las vigilias de la noche sobre su rebaño.

    De modo que la Biblia parece indicar que Jesús debió haber nacido digamos entre Abril y Septiembre del año en que nació. Ahora pasemos a ver qué es lo que la Biblia nos dice en cuanto al año de nacimiento.

    Bueno, tenemos dos pasajes importantes a este respecto. El primero se encuentra en Mateo 2:1 que dice: «Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron a Jerusalén unos magos»

    El Herodes de quien habla este texto es Herodes el Grande, el primero de varios gobernantes importantes de la dinastía herodiana que son mencionados en las Escrituras.

    Este Herodes, gobernó desde el año 37 antes de Cristo hasta el año 4 antes de Cristo. Aquí ya tenemos uno de los parámetros importantes para saber el año del nacimiento de Jesús. Entre el año 37 y el año 4 antes de Cristo.

    El segundo parámetro se encuentra en nuestro segundo pasaje a considerar. Lucas 2: 1-2 que dice: «Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria»

    Lo que nos relatan este par de versículos fue la razón por la cual José, el esposo de María y María la por entonces virgen, tuvieron que trasladarse desde Nazaret en Galilea hasta Belén en Judea, la tierra de sus antepasados, la casa de David.

    Eso era necesario para que sean censados. Fue justo cuando llegaron a Belén que María dio a luz a Jesús. Lo que debemos notar es que este episodio ocurrió cuando Cirenio era gobernador de Siria. La historia secular nos muestra algo interesante sobre este personaje, llamado Cirenio.

    Fijar la fecha precisa del censo al que se refiere Lucas es un tanto complicado. Publius Sulpicius Cirenio gobernó Siria durante los años 6 a 9 después de Cristo. Durante su gobierno se realizó un renombrado censo, por el año 6 después de Cristo.

    Josefo relata que este censo fue el motivo para una sangrienta revuelta de los judíos. Cirenio tuvo la responsabilidad de administrar este censo y también jugó un papel importante en aplacar la revuelta que resultó del censo. Pero este censo no puede ser el censo al que se refiere Lucas, porque este censo, tuvo lugar más o menos una década después que murió Herodes.

    Recuerde que Herodes murió el año 4 antes de Cristo. Pero siendo Lucas un historiador meticuloso sería de esperarse que no cometa el error de citar un censo equivocado.

    Pero Lucas no estuvo equivocado. En el año de 1764 se encontró un fragmento de piedra en Tívoli, cerca de Roma en el cual había una inscripción en honor de un oficial romano que sirvió dos periodos como gobernador de Siria y Fenicia durante el reino de Augusto César.

    El nombre de este oficial no está en el fragmento de piedra, pero entre los logros de este oficial se dan detalles que por lo que se conoce fueron realizados por Cirenio. Así que Cirenio debe haber gobernado por dos ocasiones Siria.

    En relación al censo citado por Lucas, se ha encontrado evidencias en Egipto acerca de un censo que tuvo lugar el año 8 antes de Cristo. Probablemente tardó un par de años hasta que este censo llegue a Palestina debido a problemas políticos. Siendo así, entonces Jesús debe haber nacido entre el año 6 antes de Cristo y el año 4 antes de Cristo. Este período, entre el año 6 antes de Cristo y el año 4 antes de Cristo es el único en el cual aparentemente hubo un censo en Palestina mientras Cirenio era gobernador de Siria y estaba todavía en vida Herodes.

    Pero notemos un detalle adicional. Mateo 2:16 dice: «Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos.»

    Cuando vinieron los magos de oriente, indagaron el lugar donde había nacido el rey de los judíos. Esto preocupó a Herodes quien era el rey en oficio. Herodes vio amenazado su reinado y urdió un plan para matar a Jesús. Herodes esperaba que los magos le informen donde estaba Jesús para ir y matarlo.

    Los magos fueron informados en sueños que no regresen a Herodes y así el plan de Herodes quedó burlado. Una vez que Herodes supo que su plan no iba a funcionar, acorde con su carácter maléfico, ordenó la matanza de los niños menores de dos años de Belén y regiones vecinas.

    La pregunta es ¿Por qué niños menores de dos años? ¿Por qué no hizo matar solamente a los niños recién nacidos?

    La respuesta es porque Herodes echó cálculos y pensó que Jesús debería tener máximo dos años. Si esto aconteció justo el año que murió Herodes, recuerde que fue el 4 antes de Cristo, entecos Jesús debió haber nacido en el año 6 antes de Cristo.

    Pero una vez más, lo que hemos dicho deja un margen de error, por eso, lo más prudente es afirmar que Jesús debió haber nacido en la primavera o verano entre los años 6 y 4 antes de Cristo. Hilar más fino siempre nos llevará a leer entre líneas y cometer errores.

  • Que son los libros Deuterocanonicos

    ¿Por qué es que en algunas versiones de la Biblia no constan algunos libros?

    La diferencia básicamente se reduce a lo que se conoce como versiones protestantes de la Biblia y las versiones católicas romanas de la Biblia.

    A este respecto, debemos señalar que las versiones católico romanas de la Biblia han añadido lo que se llaman libros Apócrifos o libros Deuterocanónicos.

    Apócrifo significa escondido o secreto, en una clara alusión a lo escondido o secreto de los orígenes de estos libros. Nadie sabe a ciencia cierta quienes los escribieron o en qué época fueron escritos, aunque se asume que todos los libros apócrifos fueron escritos en el período intertestamentario, es decir entre los aproximadamente 400 años que existen entre el Antiguo y el Nuevo Testamento.

    Deuterocanónico significa «del segundo canon» por cuanto estos libros no se encontraban en la Biblia hebrea tal como la fijaron los rabinos judíos a fines del siglo I de la Era Cristiana, que vendrían a ser el primer canon.

    Los más importantes de estos libros apócrifos o deuterocanónicos son Tobit, conocido también como Tobías que es un relato centrado en los acontecimientos que ocurren a dos familias israelitas que viven en el desierto.

    Luego tenemos a Judit que es un relato que tiene como protagonista a una mujer, de la que se vale Dios para librar al pueblo israelita de una gran calamidad que lo amenaza.

    Después tenemos a 1 y 2 de Macabeos que se escribieron para recordar las hazañas de los macabeos o hasmoneos y para legitimar la monarquía reinante.

    A continuación tenemos Eclesiástico que es una serie de reflexiones sobre muchos temas más o menos tradicionales en la literatura sapiencial.

    Viene después Sabiduría que es un libro sapiencial, en la línea de otros escritos bíblicos en el cual se exalta la sabiduría y se dan enseñanzas para ordenar rectamente la vida.

    Por último está Baruc que tiene como propósito infundir un sincero espíritu de conversión a Dios y recordar a los israelitas que la verdadera sabiduría, se encuentra en la ley de Dios.

    A todo esto hay que añadir cinco, no tanto libros completos, sino pasajes, tales como la carta de Jeremías, que llegó a ser Baruc capítulo 6, los 107 versículos adicionales al libro de Ester, la oración de Azarías, que llegó a ser Daniel 3:24-90, Susana que llegó a ser Daniel capítulo 13 y Bel y el Dragón que llegó a ser Daniel capítulo 14.

    Todos estos libros, contienen información histórica que podría ser confiable, digo podría porque no existe total seguridad en cuanto a ello y también contienen interesantes pensamientos o reflexiones que también se encuentran en los libros canónicos de la Biblia.

    El problema con estos libros apócrifos o deuterocanónicos, además de sus obscuros orígenes, es que aquí y allá contienen información que contradice los libros canónicos de la Biblia.

    De entrada sabemos que la Biblia no se contradice en absoluto en ninguna de sus partes, por tanto si algún libro contiene la más mínima insinuación de algo contradictorio, debe ser desechado en su totalidad porque eso sería prueba de que el libro no es inspirado por Dios.

    El autor James McCarthy en su libro titulado «El Evangelio Según Roma» nos da 5 razones por las cuales los libros Apócrifos o Deuterocanónicos deben ser rechazados como libros inspirados por Dios y por tanto canónicos. Ponga mucha atención.

    Primero, porque los mismos libros apócrifos admiten que es posible que no hayan sido bien escritos, es decir que contengan errores. Observe la asombrosa declaración sobre este asunto en 2ª Macabeos 15:38 que dice: «Y yo termino aquí mi narración. Si está bien escrita y ordenada, esto fue lo que me propuse. Si es mediocre y sin valor, solo eso fue lo que pude hacer»

    Algo inspirado por Dios no puede ser de ninguna manera mediocre y sin valor como el autor de Macabeos admite que pueden ser sus escritos. Lo más natural es pensar entonces que estos libros no han sido inspirados por Dios.

    Segundo, porque los judíos de Palestina nunca aceptaron que los libros apócrifos o deuterocanónicos fueran parte de las Sagradas Escrituras. La razón para esto es muy sencilla. Se debe a que durante el período que fueron escritos todos los libros apócrifos o canónicos, entre el 300 AC y el 30 DC no se levantaron profetas auténticos in Israel, entonces Dios no pudo jamás haber comunicado su mensaje durante este periodo.

    Tercero, porque ni Jesús ni los escritores de los libros del Nuevo Testamento, trataron a los libros apócrifos como que fueran libros inspirados por Dios. El Nuevo Testamento cita prácticamente a todos los libros del Antiguo Testamento, pero no existe ni una sola cita de alguno de los libros apócrifos. Si ni Jesús, ni los escritores de los libros del Nuevo Testamento, pensaron que los libros apócrifos fueron inspirados por Dios, mal podemos nosotros pensar que sí lo eran.

    Cuarto, la iglesia primitiva como un conjunto jamás aceptó que los libros apócrifos o deuterocanónicos fueran inspirados por Dios. Más aún, algunos líderes cristianos de la iglesia primitiva como Orígenes y Atanasio, rechazaron los libros apócrifos porque reconocieron que no eran inspirados por Dios.

    Quinto, aún la iglesia católico romana no aceptaba dogmáticamente desde un principio a los libros apócrifos o deuterocanónicos. La aceptación dogmática de los libros apócrifos o deuterocanónicos como inspirados por Dios, ocurrió recién en el Concilio de Trento en el siglo 16.

    Todos sabemos que el propósito del Concilio de Trento fue contrarrestar la Reforma Protestante. Los protestantes rechazaron los libros apócrifos o deuterocanónicos y la reacción de la iglesia católico romana fue declarar dogmáticamente que los libros apócrifos o deuterocanónicos eran inspirados por Dios.

    Recuerde que la iglesia católico romana piensa que tiene potestad para cosas como estas. Una de las muchas razones para esta reacción de la iglesia católico romana fue porque en los libros apócrifos o deuterocanónicos, la iglesia católico romana encontraba algunos indicios para justificar algunos de sus errores doctrinales y algunas prácticas erradas y así salvarse de la fuerte crítica que estaba haciendo Martín Lutero.

    Por ejemplo, Martín Lutero cuestionó frontalmente la práctica de vender indulgencias o perdón para salir del purgatorio, practicada por la iglesia católico romana, pero Tobías 12:9 parece apoyar lo que la iglesia católico romana estaba practicando. Leamos este texto Tobías 12:9 dice: «Dar limosna salva de la muerte y purifica de todo pecado. Los que dan limosna gozarán de larga vida»

    Sorprendente esta declaración. Dar limosna no purifica de todo pecado. La fe en la sangre de Jesucristo derramada en la cruz del Calvario quita todo pecado en el hombre, no el dar limosna, pero este libro apócrifo afirma todo lo contrario.

    De textos como este se valió la iglesia católica romana para justificar su práctica de las indulgencias. Como este ejemplo existen varios otros. Es por esto que los libros apócrifos o deuterocanónicos deben ser rechazados como libros inspirados por Dios.

    ¿Y cuál debe ser la actitud de un creyente ante estos libros apócrifos o deuterocanónicos, además de rechazar su inspiración como ya hemos señalado?

    Como también se ha dicho, los libros apócrifos o deuterocanónicos contienen cosas interesantes y también edificantes, pero entre esas cosas interesantes y edificantes están cosas como las que hemos señalado.

    Por tanto, un creyente puede leer estos libros como leería un buen libro secular, examinándolo detenidamente y procurando retener lo bueno y rechazar lo malo.

    Así que, en resumidas cuentas, la Biblia consta de sesenta y seis libros. 39 en el Antiguo Testamento y 27 en el Nuevo Testamento. Estos libros son inspirados por Dios, o soplados por Dios y por tanto llevan la marca divina y tienen autoridad final en la doctrina y conducta del hombre. Los creyentes debemos oír, leer, estudiar, meditar y memorizar todo o cualquier parte de estos 66 libros y hallaremos que son lámpara para nuestros pies.

  • Piedra de tropiezo

    ¿Cuándo puede ser considerado como piedra de tropiezo un creyente?

    Cualquier creyente es considerado como piedra de tropiezo, cuando comete cualquier pecado que es público y notorio a otras personas, no importa si son creyentes o incrédulas.

    El apóstol Pablo procuró tener siempre un buen testimonio ante la gente que le rodeaba, justamente para no ser tropiezo para ellos.

    2ª Corintios 6:3 dice: «No damos a nadie ninguna ocasión de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea vituperado»

    Pablo evitó hacer cosas contrarias a lo que Dios dice en su palabra, para no dar a nadie ninguna ocasión de tropiezo. De esta manera nadie tenía motivos para vituperar o hablar mal o denigrar el ministerio de Pablo.

    Igual es con el creyente, debe tener un buen testimonio entre sus conocidos y entre los desconocidos para que nadie tenga motivo para vituperar o hablar mal del nombre de Cristo. El pecado, cualquiera que sea, pero principalmente el pecado cometido ante otras personas, no solo atenta contra la santidad de Dios y trae serias consecuencias al que lo comete, sino que también afecta a las personas que son testigos de ese pecado y más directamente a las personas incrédulas.

    Si un creyente anda en mentiras, hurtos, peleas, inmoralidad, etc., algunas personas van a mirar ese comportamiento y su razonamiento será: Si eso es ser creyente, no gracias. Mejor me quedo así como estoy, porque yo, sin ser creyente, vivo mejor que él.

    Esto es ser piedra de tropiezo. El incrédulo ha tropezado en el testimonio de aquel mal creyente y eso ha dificultado el camino hacia su posible salvación. Pero también se puede ser piedra de tropiezo, cuando el creyente hace cosas lícitas, pero que ofenden a alguien que es débil en cuanto a eso.

    1ª Corintios 10:23 dice: «Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.»

    En la libertad que el creyente tiene en Cristo, muchas cosas que no son específicamente prohibidas en la Biblia son cosas lícitas, es decir cosas que todo creyente puede hacerlas sin ofender con eso a Dios.

    Pero no por eso, el creyente puede hacer todo lo que es lícito, porque dice este texto, que existen ciertas cosas lícitas pero que no son convenientes.

    La no conveniencia es porque no edifican. ¿No edifican a quien? No al que las hace, sino a otras personas que piensan que esa cosa lícita para alguien es ilícita para ellos. Estas son las personas débiles.

    El creyente maduro evitará hacer cosas lícitas que ofenden a algún creyente débil. ¿Pero qué pasa si las hace de todas maneras? entonces está siendo de tropiezo para el creyente débil.

    Por eso es que Pablo aconseja lo siguiente en 1ª Corintios 10:32 «No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios»

    De modo que un creyente es piedra de tropiezo cuando peca a vista y paciencia de otros y atenta contra su buen testimonio o cuando hace cosas aún cuando lícitas pero que no convienen y lastiman a otras personas, no importa si son creyentes o incrédulos.

    Esto de ser piedra de tropiezo es algo muy serio, Jesús habló de esto y dejó una severa advertencia.

    Mateo 18:6 dice: «Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.»

    Allí lo tiene, Jesús mira con celo a todos sus pequeños que creen en él y cuando alguien les hace tropezar, comete un atentado contra el mismo Jesús. Por eso la consecuencia es tan trágica como estar en lo profundo del mar con una piedra de molino atada al cuello. Cuidado con ser piedra de tropiezo para alguien.