Autor: cris

  • : El pastor de la iglesia, ha dicho que no necesita rendir cuentas ¿Existe algún pasaje bíblico que trate este tema?

    La pregunta para este día es la siguiente: El pastor de la iglesia en la cual me congrego, en más de una ocasión ha dicho que no necesita rendir cuentas a nadie aquí en la tierra, esto es, que él no necesita estar bajo autoridad de nadie, ya sea de otro pastor o anciano, o bajo la autoridad de una iglesia. Dice que al único que tiene que rendir cuentas es al Señor Jesucristo. ¿Existe algún pasaje bíblico que trate este tema?

    Gracias por su pregunta.  En el Nuevo Testamento nunca se ve un liderazgo unipersonal en una iglesia local, sino un liderazgo plural. Cuando Pablo el apóstol estaba en camino hacia Jerusalén llegó a un lugar que se llamaba Mileto.

    Desde ese lugar hizo llamar a los ancianos de la iglesia en Éfeso, para entregarles algunas instrucciones importantes. De esto se deduce que, en la iglesia de Éfeso, no había un solo anciano, o un solo obispo, o un solo pastor, sino un grupo de ancianos, obispos o pastores. Entre paréntesis, no olvide que las palabras, anciano, obispo y pastor, son sinónimas y se usan para designar a los líderes en una iglesia local. Así que, las iglesias locales en el primer siglo eran gobernadas por un equipo de ancianos, obispos o pastores, no un solo anciano, obispo o pastor. Existen varias ventajas en la pluralidad de líderes en una iglesia local.

    Algunas de estas ventajas son, el compartir la carga o el trabajo de liderazgo. Las cargas compartidas son más llevaderas. Otra ventaja es la posibilidad de equilibrar las debilidades de unos con las fortalezas de otros. Otra ventaja es justamente lo que responde su pregunta. En la pluralidad de ancianos, obispos o pastores, se desarrolla un sentido de responsabilidad mutua entre ellos. Por supuesto que los ancianos, obispos o pastores son en último término, responsables ante el Señor Jesucristo, quien es el príncipe de los pastores según 1 Pedro 5:4, pero eso no quita que cada anciano, obispo o pastor tenga que rendir cuentas a sus colegas dentro del equipo de líderes.

    Cuando un ser humano, por más creyente y maduro que sea espiritualmente, no rinde cuentas a alguien, aparte del Señor Jesucris, existe la tendencia a caer en excesos de poder. Dios ha sido sabio ordenando que en las iglesias locales debe haber una pluralidad de líderes para evitar justamente los probables excesos de poder que se dan cuando existe sólo un líder que hace y deshace en la iglesia local, siguiendo el funesto modelo de Diótrefes, de quien nos habla 3 Juan 9-11 en los siguientes términos: Yo he escrito a la iglesia;  pero Diótrefes,  al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos,  no nos recibe.

    Por esta causa,  si yo fuere,  recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros;  y no contento con estas cosas,  no recibe a los hermanos,  y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe,  y los expulsa de la iglesia.  Amado,  no imites lo malo,  sino lo bueno.  El que hace lo bueno es de Dios;  pero el que hace lo malo,  no ha visto a Dios.

    En conclusión, entonces, aunque los ancianos, obispos o pastores tenemos que en último término dar cuentas al príncipe de los pastores por la manera como pastoreamos la grey, sin embargo, para evitar los excesos de poder es necesario ejercitar la responsabilidad mutua dentro de la pluralidad de líderes que debe haber siempre en una iglesia local.

     

  • ¿ES CORRECTO QUE UN PASTOR LLEVE A JUICIO A UN CREYENTE?

    Dejemos que sea la Biblia quien responda su pregunta. Para eso vamos a leer 1 Corintios 6:1-8 donde dice: «¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injusto

    s, y no delante de los santos? ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? Si, pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia? Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos, sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos? Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados? Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos.»

    La palabra de Dios es clara, cuando dice que no es correcto que un creyente lleve a juicio a otro creyente. Cuánto más grave sería que un pastor lleve a juicio a un creyente. Pablo dice que es una osadía que un creyente lleve a juicio a otro creyente, cuánto más osadía sería que un pastor lleve a juicio a un creyente. La palabra osadía se debe entender como un total atrevimiento contra Dios y contra la iglesia. Así es como ve Dios el hecho que un creyente, sea o no pastor, entable una demanda legal contra otro creyente.

    Sólo alguien que es incrédulo, aunque diga de labios para afuera que es creyente, se atreverá a llevar a juicio a otro creyente. Los desacuerdos entre creyentes, por más graves que sean, deben tratarse en el seno de la iglesia, entre creyentes, bajo la supervisión de los ancianos o pastores.

    El argumento de Pablo para defender su razonamiento, descansa en el hecho que los creyentes han de juzgar al mundo, y no sólo al mundo sino también a los ángeles. Estando los creyentes revestidos de tan alta dignidad, ¿cómo es posible que alguien llamándose creyente, se atreva a ir a los incrédulos para que le resuelvan un asunto? Cuando este texto habla de los incrédulos, se está refiriendo a las cortes judiciales establecidas en este mundo para administrar justicia. Para nadie es desconocido la injusticia que impera en el sistema judicial de casi todos los países del mundo. En unos más en otros menos.

    Que un creyente lleve a juicio a otro creyente sería como permitir que un ciego haga una complicada cirugía en el cerebro a un paciente a pesar que está a disposición el neurocirujano más experto del mundo. ¿Ve el punto? Esto es una total afrenta a Dios y a los creyentes capacitados por Dios para juzgar al mundo y a los ángeles. Quien lo hace corre el riesgo de ser avergonzado delante de Dios.

    Por algo dice la Biblia que horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo. Pablo concluye su exposición diciendo que ya es suficientemente malo que entre creyentes tengan conflictos, pero peor que eso es que teniendo conflictos un creyente lleve a otro creyente a los tribunales de justicia del mundo. Pablo aconseja que es preferible sufrir el agravio y la afrenta.

     

  • Quisiera que me expliquen  lo que la Biblia enseña sobre el Evangelio del Reino y El Evangelio de la Gracia.

    La expresión “evangelio del reino” aparece por siete ocasiones en el Nuevo Testamento.  Una de ellas es Mateo 4:23. La Biblia dice: Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos,  y predicando el evangelio del reino,  y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

    Este fue el mensaje del Señor Jesús a inicios de su ministerio público en la tierra. La palabra “evangelio” significa “buenas noticias” El Señor Jesús proclamó las buenas noticias relativas al inminente establecimiento de su reino en la tierra, reino en el cual él es el Rey. Los requisitos para entrar en este reino incluyen el arrepentimiento, la justicia, y la fe como la de un niño.

    En esencia, el único requisito para entrar al reino de los cielos es nacer de nuevo. Esto se muestra en Juan 3:3. La Biblia dice: Respondió Jesús y le dijo:  De cierto,  de cierto te digo,  que el que no naciere de nuevo,  no puede ver el reino de Dios.

    A pesar de todas las señales que hizo el Señor Jesús, para confirmar que él es el Cristo o el Mesías o el Rey del reino de Dios, el pueblo de Israel lo rechazó, y terminó crucificándolo. Por este motivo, el reino que él vino a establecer en la tierra fue pospuesto. Sin embargo, este evangelio del reino será proclamado de nuevo durante el período de la Tribulación, previo a la segunda venida del Señor Jesucristo para establecer su reino milenial en la tierra. A esto se refiere Mateo 24:14 donde dice: Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo,  para testimonio a todas las naciones;  y entonces vendrá el fin.

    Esto es lo que dice la Biblia acerca del evangelio del reino o del evangelio del reino de Dios. Ahora consideremos el otro asunto. El evangelio de la gracia. Existe sólo un texto en el cual aparece esta frase en el Nuevo Testamento. Se encuentra en Hechos 20:24. La Biblia dice: Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo,  con tal que acabe mi carrera con gozo,  y el ministerio que recibí del Señor Jesús,  para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.

    Este texto tiene que ver con el viaje que el apóstol Pablo estaba por hacer a Jerusalén. Su misión era dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. Pablo no iba a hablar del evangelio del reino de Dios, sino del evangelio de la gracia de Dios. Son dos cosas diferentes. Ya hemos explicado lo que es el evangelio del reino de Dios. En cambio, el evangelio de la gracia de Dios son las buenas nuevas en cuanto a que Dios en su gracia envió a su Hijo unigénito a este mundo, para que, tomando forma humana, reciba el castigo que todo pecador merece, de modo que todo pecador que cree en él y lo recibe como su personal salvador, sea eternamente salvo. El evangelio de la gracia también implica que el Señor Jesús, el Hijo de Dios, venció la muerte y resucitó al tercer día y hoy está vivo, sentado a la diestra del Padre en los lugares celestiales. Por fe en lo que él es y lo que él hizo, el pecador es perdonado de su pecado. Es un regalo de gracia. Todo lo hizo Dios. Lo único que necesita hacer el hombre es depositar su fe en la persona del Señor Jesucristo.

     

  • ¿Tendrán perdón de Dios las parejas que viven juntos sin haberse casado?

    Gracias por su pregunta. La sexualidad es un regalo de Dios para la humanidad y por tanto Dios ha comunicado en su palabra la Biblia, cuál es su voluntad para el correcto uso de este regalo. En la Biblia se ve que la voluntad de Dios para el correcto uso del sexo es entre un hombre y una mujer, quienes previamente han procedido a contraer matrimonio. Permítame leer el texto en 1 Corintios 7:1-2. La Biblia dice: En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer;  pero a causa de las fornicaciones,  cada uno tenga su propia mujer,  y cada una tenga su propio marido.

    En lo que nos concierne, el apóstol Pablo está diciendo que para evitar las fornicaciones, lo cual se refiere a todo uso del sexo fuera del matrimonio, el hombre debe tener su esposa y la mujer debe tener su esposo. Las parejas que viven juntos sin haberse casado están violando este principio bíblico y aunque suene extremadamente drástico, están viviendo en fornicación. ¿Tendrá este pecado perdón de Dios? Por supuesto que sí. En la iglesia en Corinto había creyentes que fueron perdonados de todo tipo de pecados, inclusive la fornicación. Observe lo que dice 1 Corintios 6:9-11 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios?  No erréis;  ni los fornicarios,  ni los idólatras,  ni los adúlteros,  ni los afeminados,  ni los que se echan con varones,  ni los ladrones,  ni los avaros,  ni los borrachos,  ni los maldicientes,  ni los estafadores,  heredarán el reino de Dios.  Y esto erais algunos;  mas ya habéis sido lavados,  ya habéis sido santificados,  ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús,  y por el Espíritu de nuestro Dios.

    Ponga atención a lo que dice este pasaje bíblico. Algunos de los creyentes en la iglesia en Corinto, antes de ser creyentes, eran fornicarios, idólatras, adúlteros, afeminados, homosexuales, ladrones, avaros, borrachos, maldicientes, estafadores y quien sabe qué más. Pero es hermoso lo que dice este pasaje bíblico: Esto erais algunos. El verbo ser está conjugado en tiempo pasado. En el pasado eran todo eso que el apóstol mencionó, pero el presente, una vez que recibieron a Cristo como Salvador es totalmente diferente. El presente y ¿por qué no? el futuro es maravilloso, porque ellos ya han sido lavados, ya han sido santificados, ya han sido justificados. Todo esto se efectivizó cuando ellos recibieron al Señor Jesucristo como su personal Salvador. La sangre de Cristo aplicada al pecador que cree en Cristo y lo recibe como Salvador, lava y purifica de cualquier pecado que se haya cometido en el estado de incredulidad.

    Así que el pecado de vivir en fornicación tiene perdón de Dios. Para alcanzarlo es necesario reconocer el pecado, confesarlo a Dios y apartarse de ese pecado, asumiendo que se trata de personas creyentes. Pero si no son creyentes, es necesario que primeramente reciban al Señor Jesucristo como Salvador y luego se proceda a reconocer ese pecado en la vida, a confesarlo al Señor y a apartarse del mismo. Mi consejo sería entonces que, si una pareja incrédula está viviendo en fornicación, primeramente, procedan a recibir por la fe a Cristo como Salvador, y luego procedan a legitimar su relación por medio de casarse, y comiencen a crecer espiritualmente bajo la dirección de hermanos o hermanas maduras en la fe.

     

  • Si uno de los ancianos o pastores queda viudo, ¿puede seguir ejerciendo el oficio de anciano o pastor? ¿Qué dice la Biblia en este caso?

    Gracias por su pregunta. Antes de ir a la respuesta, será bueno señalar que en el Nuevo Testamento existen tres palabras diferentes que denotan a una misma persona. Son las palabras anciano, obispo y pastor. Los ancianos, obispos o pastores en una iglesia local no llegan a ocupar ese oficio sobre la base de sus estudios teológicos o sobre la base de su condición social, o sobre la base de su condición económica, o sobre la base de su capacidad para hablar en público, o sobre la base de su antigüedad en la iglesia local o sobre la base de su estado civil, es decir si es soltero o casado o viudo. El Nuevo Testamento muestra con absoluta claridad que para ser anciano, obispo o pastor, un creyente necesita cumplir con requisitos que tienen que ver única y exclusivamente con su carácter. Estos requisitos aparecen en 1 Timoteo 3:1-7 y en Tito 1:6-9. Los dos pasajes bíblicos tratan sobre el mismo asunto.

    Permítame leer el primero de ellos. Dice así: Palabra fiel:  Si alguno anhela obispado,  buena obra desea.  Pero es necesario que el obispo sea irreprensible,  marido de una sola mujer,  sobrio,  prudente,  decoroso,  hospedador,  apto para enseñar;  no dado al vino,  no pendenciero,  no codicioso de ganancias deshonestas,  sino amable,  apacible,  no avaro;  que gobierne bien su casa,  que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad  (pues el que no sabe gobernar su propia casa,  ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?);  no un neófito,  no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.  También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.

    Estos son los requisitos que deben cumplir los ancianos, obispos o pastores en una iglesia local. Uno de esos requisitos es que el anciano debe ser marido de una sola mujer. Esto ha conducido a muchos a la errada conclusión que el anciano, obispo o pastor debe ser obligatoriamente casado, pero en realidad no es así. Este requisito no tiene que ver con el estado civil del anciano, obispo o pastor. Esto significa que puede haber ancianos obispos o pastores que son solteros, puede haber ancianos obispos o pastores que son casados, y ciertamente puede haber ancianos obispos o pastores que son viudos. Si el requisito no tiene que ver con el estado civil del anciano obispo o pastor, entonces ¿con qué tiene que ver? Pues, tiene que ver con la pureza moral en el área sexual del anciano obispo o pastor.

    El anciano, obispo o pastor debe ser varón de una sola mujer, esto significa una vida de pureza en lo sexual, no importa si el anciano es soltero, o casado, o viudo. Si el anciano, obispo o pastor es soltero, debe abstenerse de cualquier práctica relacionada con la sexualidad. Si el anciano, obispo o pastor es casado debe ser absolutamente fiel a su esposa. Si el anciano, obispo o pastor es viudo, debe mantenerse apartado de cualquier práctica relacionada con la sexualidad. De manera que, si un anciano obispo o pastor ha enviudado, perfectamente puede seguir ejerciendo su oficio. No está por demás señalar que un anciano obispo o pastor que ha enviudado está en capacidad de casarse siempre y cuando sea en la voluntad del Señor.

     

  • He encontrado una contradicción en la Biblia. ¿No fueron sólo 40 días y 40 noches de lluvia?

    La pregunta para este día dice así: He encontrado una contradicción en la Biblia. Tiene que ver con el diluvio. En Génesis 7:12 se menciona que el Diluvio duró 40 días y 40 noches. Pero ¿por qué en Génesis 8:1-2 se menciona que Dios cerró las fuentes del abismo 150 días después que fueron abiertas? ¿No fueron sólo 40 días y 40 noches de lluvia?

    La Biblia es la palabra de Dios y por tanto jamás puede decir algo que no sea verídico o decir algo en una parte y decir lo contrario en otra parte. Es lo que se conoce como la inerrancia de las Escrituras. Con esto en mente, permítame hacer un breve recuento de algunos eventos relacionados con el diluvio.

    El diluvio fue la mayor catástrofe experimentada por la tierra y sus habitantes. El diluvio fue enviado por Dios para destruir a una raza sumida en la depravación moral y espiritual. Según Génesis 7:4 Dios advirtió a Noé la duración de la lluvia con estas palabras: «porque pasados aun siete días, yo haré llover sobre la tierra 40 días y 40 noches; y raeré de sobre la faz de la tierra a todo ser viviente que hice.»

    La gente ignoró la advertencia de Dios a través de Noé y persistió en su pecado. Dios por tanto cumplió con el castigo que fue anunciado. Génesis 7:12 dice: «Y hubo lluvia sobre la tierra 40 días y 40 noches.» A lo largo de estos 40 días y 40 noches que llovió sobre la tierra, el nivel del agua iba subiendo gradualmente sobre la superficie de la tierra. Recuerde que las aguas que inundaron la tierra no solo venían desde arriba en forma de lluvia sino también desde abajo, de las fuentes del grande abismo. Génesis 7:11 declara que fueron rotas todas las fuentes del grande abismo. Esto explica de dónde salió tanta agua para inundar todo el planeta tierra. El nivel del agua aumentó tanto que la cúspide del monte más alto quedó 15 codos bajo el agua. Una vez que cesó de llover, después de 40 días y 40 noches, el nivel del agua comenzó a bajar lentamente, tanto por efecto de evaporación como por la acción sobrenatural de Dios al mandar un viento sobre la tierra.

    Génesis 8:1 dice: «Y se acordó Dios de Noé y de todos los animales, de todas las bestias que estaban en el arca; e hizo pasar un viento sobre la tierra y disminuyeron las aguas.» Tuvieron que pasar 150 días desde iniciado el diluvio hasta que el arca pudo posarse sobre tierra seca, en el monte Ararat. Génesis 8:3-4 dice: «Y las aguas decrecían gradualmente de sobre la tierra; y se retiraron las aguas al cabo de ciento cincuenta días. Y reposó el arca en el mes séptimo, a los diecisiete días del mes, sobre los montes de Ararat. Esta es la secuencia de eventos al menos hasta la parte que nos interesa para dar respuesta a esta aparente contradicción.

    Como podrá notar claramente, la Biblia en ningún momento y en ningún lugar declara que la lluvia hubiera durado 150 días. Lo que dice es que llovió 40 días y 40 noches y entonces dejó de llover, pero tuvieron que pasar 110 días más hasta que el nivel del agua descienda lo suficiente como para que el arca pueda posarse en tierra seca sobre el Monte Ararat. Vistas así las cosas, se resuelve cualquier aparente contradicción en el relato del diluvio.

     

  • ¿A quiénes pertenecen los restos fósiles encontrados en distintas partes del mundo y que supuestamente se trata de hombres prehistóricos?

    Su pregunta tiene que ver con la cantidad de supuesta evidencia que, según los que creen en la teoría de la evolución, pertenece a seres humanos en proceso evolutivo. Pero no olvide que la teoría de la evolución no es nada más que eso, una simple teoría inventada por hombres que de ninguna manera puede comprobarse por la abrumadora falta de evidencia concluyente. Muchos han sido engañados al creer que se ha demostrado absolutamente que el hombre desciende del mono por medio de la existencia de los eslabones perdidos. Sin embargo, los famosos eslabones perdidos siguen estando perdidos y siempre seguirán perdidos porque simplemente no existen.

    Considere lo que se ha publicado en el libro “Respuestas a Cuatro Grandes Preguntas” del Ministerio Respuestas en Génesis, acerca de algunos famosos eslabones perdidos, es decir de fósiles que alguna vez se los consideró como seres pre-humanos o seres medio monos y medio humanos. Primero, el hombre de Neandertal, científicamente conocido como Homo sapiens neandertalensis. La reconstrucción de estos restos fósiles mostró algo parecido a la figura de un hombre-simio medio erecto. Sin embargo, más tarde se encontró que el encorvamiento se debía a la enfermedad de raquitismo. El hombre de Neandertal era totalmente humano, capaz de hablar, crear arte y música y hasta de tener una conciencia religiosa. Segunto, el Ramapitecus, alguna vez considerado como ancestro de los humanos, sin embargo, en la actualidad se ha reconocido que en realidad se trata de una especie extinta de orangután, un simio. Tercero, el hombre de Piltdown, conocido científicamente como Eoantropus.

    Muchos aceptaron a pie juntillas la teoría de la evolución al considerar estos restos fósiles, pero en realidad no eran otra cosa sino un fraude. Se trataba del trozo de un cráneo humano y la mandíbula de un orangután. Increíblemente, este fraude fue catalogado como eslabón perdido por casi cuarenta años. Cuarto, el hombre de Nebraska, científicamente conocido como Hesperopitecus, fue reconstruido a partir de un único diente, que más tarde se comprobó que pertenecía a una variedad de cerdo que se encuentra actualmente sólo en Paraguay. Quinto, el australopitecus africanus, que en determinado momento se lo consideró como un notable eslabón perdido, pero en realidad se trata de un verdadero simio y aún los evolucionistas ya no lo catalogan como una especie transicional. Como estos hay muchos otros casos más.

    En esencia, entonces, en los restos fósiles que se conoce, no existe clara evidencia para apoyar que el hombre desciende del mono. La extensa cadena de eslabones perdidos continúa perdida porque simplemente no existe. En contraposición, la palabra de Dios afirma lo que tenemos en Génesis 2:7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. Dios creó al hombre a su imagen y semejanza y después creó a la mujer. De esta pareja desciende toda la raza humana. Jamás existieron seres humanos antes de la creación de Adán y Eva. Adán y Eva fueron creados con una apariencia de edad y su contextura física era sin defecto alguno. La entrada de pecado en el mundo atentó contra lo que Dios creó y los fósiles que aparecen dispersos en todo el mundo o son de simios o son de hombres. Las deformidades en algunos de los fósiles que se han encontrado se deben a una degeneración mas no a una evolución.

     

  • En el corazón de nuestra familia siempre ha existido el deseo de ayudar con ofrendas a misioneros. Tengo un hermano que es misionero. La congregación a la que asisto le ofrenda mensualmente, pero pienso que no es suficiente y por eso desde hace tiempo le hemos estado ayudando con nuestras ofrendas. Mi pregunta es: Estaría mi Dios de acuerdo con que nuestra ofrenda sea utilizada para ayudar a este misionero. Esta semana estuvimos consultando esto a un pastor y nos dijo que estamos haciendo muy mal, pues las ofrendas son del Señor y deben ser entregadas en su totalidad a la iglesia. También consultamos a otros pastores, pero nos dijeron algo diferente. Nos dijeron que hiciéramos como Dios ponga en nuestro corazón. En realidad, estamos muy intranquilos con esta situación. Por favor quisiera que me den su opinión sobre este tema.

    Para responder su pregunta, consideremos  lo que dice la Biblia en cuanto a cómo se debe ofrendar en la iglesia. Existe mucho para decir, pero permítame tomar el texto bíblico que se encuentra en 2 Corintios 9:7 en donde leemos lo siguiente: Cada uno dé como propuso en su corazón:  no con tristeza,  ni por necesidad,  porque Dios ama al dador alegre.

    Ofrendar no es sólo para los ricos, ni sólo para los pobres, sino para todo genuino creyente. Cada uno dé, dice el texto leído. La forma de dar es: Como propuso en su corazón. El dar es un asunto premeditado, un asunto decidido de antemano entre Dios y el que da. Dentro de esto, está la cantidad o el porcentaje que se da y ciertamente como se distribuye aquello que se da. Además, el dar no debe ser con tristeza porque más beneficiado es el que da que el que recibe. El dar no debe ser por necesidad, esto es que no se debe dar porque alguien obliga a dar. No se debe dar por obligación. El dar debe ser con alegría, porque Dios ama al dador alegre. De modo que, su ofrenda es para el Señor, pero dentro de esto está la iglesia local donde se congrega, están los ministerios cristianos, están los misioneros, están personas necesitadas. Efectivamente, debemos dar al Señor, para sostener la obra del Señor, pero la obra del Señor no es sólo la iglesia local. Mi consejo por tanto, amable oyente es que bajo total dependencia del Señor, ponga aparte lo que va a ofrendar al Señor y de la misma manera, bajo total dependencia del Señor por medio del Espíritu Santo, determine como va a distribuir esa ofrenda. Tome en cuenta a la iglesia donde se congrega, a ministerios cristianos que están ocupados en diversos aspectos de la obra del Señor, tome en cuenta a los misioneros a quienes conoce o con quienes tiene contacto, tome en cuenta a hermanos o hermanas en la fe que están en necesidad. La idea es que su ofrenda sea utilizada por el Señor conforme a la voluntad soberana del Señor. Dios es quien mejor sabe dónde será más beneficiosa su ofrenda.

    En todo caso, un extremo peligroso sería dar toda la ofrenda a la iglesia local y nada a nadie más. El otro extremo peligroso sería repartir la ofrenda entre muchos y no dejar nada para la iglesia local. Lo correcto es que bajo la guía del Señor, dé con generosidad a la iglesia local y también dé con generosidad a ministerios, misioneros y personas necesitadas. Todo esto es la obra del Señor.

  • La pregunta del día tiene que ver con el texto en Génesis 4:15. Se pregunta: ¿Quién podría matar a Caín, si sólo había en el mundo él y sus padres, es decir Adán y Eva? ¿Serían los otros hijos que deben haber tenido Adán y Eva?

    Aprecio mucho su interesante pregunta. Según el relato bíblico, luego que Caín mató a su hermano Abel, Dios maldijo a Caín. Como resultado, entre otras cosas, Caín fue condenado a vivir como errante en la tierra. Consciente de lo que esto significaba, Caín rogó misericordia de parte de Dios. Dijo a Dios: Grande es mi castigo para ser soportado. He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará. A pesar de la gravedad de la falta que cometió Caín, Dios fue misericordioso con él y la manera de hacer práctica la misericordia de Dios hacia Caían aparece en el texto que fue materia de su pregunta. Se encuentra en Génesis 4:15. Permítame leer este texto. La Biblia dice: Y le respondió Jehová:  Ciertamente cualquiera que matare a Caín,  siete veces será castigado.  Entonces Jehová puso señal en Caín,  para que no lo matase cualquiera que le hallara.

    Dios puso sobre Caín una señal. La Bibliia no revela con precisión cómo era esa señal. En todo caso, todos los habitantes del mundo en ese tiempo sabían que no debían atentar contra la vida de Caín. Por otro lado, la misma señal para protección de Caín también era un permanente mensaje para todos los habitantes del mundo de ese tiempo que Caín fue el primer asesino de la historia de la humanidad. Su duda en concreto se origina en el hecho que, asumiendo que en la tierra estaban solamente Adán, Eva y Caín. ¿Quiénes podrían atentar contra la vida de Caín? ¿Será que había otros seres humanos en el mundo de aquel entonces que no se descendieron de Adán y Eva? Pues, lo que necesita tomar en cuenta en su razonamiento es que, en cumplimiento del mandato de Dios, tanto Adán y Eva como sus descendientes, se reprodujeron rápidamente, de modo que durante el tiempo que vivió Caín debe haber compartido su espacio territorial con muchos hijos, hijas, nietos, nietas, bisnietos, bisnietas, tataranietos, y tataranietas y más descendientes de Adán y Eva. De modo que los que podrían atentar contra la vida de Caín en venganza por la muerte de Abel fueron los mismos descendientes de Adán y Eva, es decir los parientes de Caín. Adán y Eva tuvieron muchos hijos e hijas. Adán vivió nada más y nada menos que novecientos treinta años. Vivió ochocientos años después que engendró a Set. Imagine cuántos hijos habrán tenido durante todo este tiempo y en una época cuando no se conocía la existencia de anticonceptivos. Por eso es que encontramos textos como Génesis 5:4 donde dice: Y fueron los días de Adán después que engendró a Set,  ochocientos años,  y engendró hijos e hijas.  Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años;  y murió.

    A su vez, estos muchos hijos e hijas de Adán y Eva se reprodujeron y tuvieron descendencia, de modo que había mucha gente que pudo haber atentado contra la vida de Caín por su pecado de asesinar a su hermano Abel.

  • ¿Cómo pudo decir Pablo en Hechos 20:22 que iba a Jerusalén sin saber lo que allá le iba a acontecer, si el Espíritu Santo le anunció que iba a ser entregado en manos de los gentiles, según Hechos 21:11?

    Para entenderlo es necesario mirar algunos textos acerca de cómo surgió la idea de Pablo para ir a Jerusalén. Durante su tercer viaje misionero, Pablo planificó su futuro itinerario. Lo tenemos en Hechos 19:21 donde dice:

    «Pasadas estas cosas, Pablo se propuso en espíritu ir a Jerusalén, después de recorrer Macedonia y Acaya, diciendo: Después que haya estado allí, me será necesario ver también a Roma.»

    Fue así como envió a Timoteo y Erasto a Macedonia y él se quedó por algún tiempo en Asia. Fue allí cuando estalló el conflicto en Efeso causado por los plateros que fabricaban estatuillas de la diosa Diana. Una vez que cesó el alboroto, Pablo se despidió de la iglesia y salió para Macedonia. Después llegó a Grecia. En su camino hacia Jerusalén pasó por Troas y Mileto. Fue aquí, en Mileto, donde Pablo hizo llamar a los ancianos de Efeso para despedirse de ellos antes de marchar hacia Jerusalén. En su despedida, note lo que les dijo según Hechos 20:22;

    «Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer.»

    Pablo habla de un deseo muy profundo en su corazón por ir a Jerusalén. A eso se refiere la frase: «ligado en espíritu». Sin embargo, Pablo sabía que su estadía en Jerusalén no iba a ser sin contratiempos. Ponga atención a lo que dice Hechos 20:23;

    «Salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones.»

    Pablo sabía que su tiempo en Jerusalén no iba a ser un lecho de rosas. Le esperaban prisiones y tribulaciones. Pero Pablo no sabía detalles de ello. No sabía quién le iba a acusar, de qué le iban a acusar, dónde le iban a encarcelar. A esto se refirió Pablo cuando dijo que no sabía lo que le iba a acontecer.

    Luego Pablo se despidió con lágrimas de los ancianos de Efeso y partió hacia Cesarea. Llegando a Cesarea, posó en casa de Felipe, el evangelista, quien tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban. Mientras Pablo estaba con esta familia, vino a Cesarea, desde Judea un profeta llamado Agabo. Cuando este profeta vio a Pablo, tomó el cinto de Pablo y atándose los pies y las manos dijo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles. Recién ahora, Pablo sabía algunos detalles de las prisiones y la tribulación que le esperaban en Jerusalén. Eran los judíos quienes estaban detrás de todo. Agabo y los que con él estaban pensaban que esta profecía haría desistir a Pablo de ir a Jerusalén, pero no fue así. Pablo cumplió con lo que se había propuesto y llegó a Jerusalén. El resto de la historia muestra como Pablo fue acusado y maltratado por los judíos y finalmente encarcelado, tal cual como se había profetizado. Así que, cuando Pablo dijo que iba a Jerusalén y que no sabía lo que le iba a pasar allí, en realidad estaba diciendo que no sabía detalles de lo que le iba a pasar allí, porque por el Espíritu Santo ya sabía que iba a padecer prisiones y tribulación.