La expresión “evangelio del reino” aparece por siete ocasiones en el Nuevo Testamento. Una de ellas es Mateo 4:23. La Biblia dice: Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Este fue el mensaje del Señor Jesús a inicios de su ministerio público en la tierra. La palabra “evangelio” significa “buenas noticias” El Señor Jesús proclamó las buenas noticias relativas al inminente establecimiento de su reino en la tierra, reino en el cual él es el Rey. Los requisitos para entrar en este reino incluyen el arrepentimiento, la justicia, y la fe como la de un niño.
En esencia, el único requisito para entrar al reino de los cielos es nacer de nuevo. Esto se muestra en Juan 3:3. La Biblia dice: Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
A pesar de todas las señales que hizo el Señor Jesús, para confirmar que él es el Cristo o el Mesías o el Rey del reino de Dios, el pueblo de Israel lo rechazó, y terminó crucificándolo. Por este motivo, el reino que él vino a establecer en la tierra fue pospuesto. Sin embargo, este evangelio del reino será proclamado de nuevo durante el período de la Tribulación, previo a la segunda venida del Señor Jesucristo para establecer su reino milenial en la tierra. A esto se refiere Mateo 24:14 donde dice: Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
Esto es lo que dice la Biblia acerca del evangelio del reino o del evangelio del reino de Dios. Ahora consideremos el otro asunto. El evangelio de la gracia. Existe sólo un texto en el cual aparece esta frase en el Nuevo Testamento. Se encuentra en Hechos 20:24. La Biblia dice: Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
Este texto tiene que ver con el viaje que el apóstol Pablo estaba por hacer a Jerusalén. Su misión era dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. Pablo no iba a hablar del evangelio del reino de Dios, sino del evangelio de la gracia de Dios. Son dos cosas diferentes. Ya hemos explicado lo que es el evangelio del reino de Dios. En cambio, el evangelio de la gracia de Dios son las buenas nuevas en cuanto a que Dios en su gracia envió a su Hijo unigénito a este mundo, para que, tomando forma humana, reciba el castigo que todo pecador merece, de modo que todo pecador que cree en él y lo recibe como su personal salvador, sea eternamente salvo. El evangelio de la gracia también implica que el Señor Jesús, el Hijo de Dios, venció la muerte y resucitó al tercer día y hoy está vivo, sentado a la diestra del Padre en los lugares celestiales. Por fe en lo que él es y lo que él hizo, el pecador es perdonado de su pecado. Es un regalo de gracia. Todo lo hizo Dios. Lo único que necesita hacer el hombre es depositar su fe en la persona del Señor Jesucristo.