La pregunta del día es acerca de una iglesia que está pensando realizar un bingo para levantar fondos para financiar algunos ministerios. Se nos pregunta si esto será correcto, porque no quieren desobedecer ni desagradar a Dios. Aparte de esto, quiere saber el significado de agorero y sortílego en Deuteronomio 18:10-11.
A lo largo de toda la Biblia se evidencia un principio importante. El fin no justifica los medios. Es un excelente fin o propósito el levantar fondos para financiar los ministerios que realiza la iglesia, pero eso no transforma en algo bueno el robar, o el mentir o el estafar, para obtener ese dinero. Dentro de esto justamente cae el tan popular bingo. El bingo es un juego de azar. El azar o la suerte determina el ganador. En el mundo existe un dicho: No todo depende de la suerte, porque es necesario buscar la suerte. Buscar la suerte en este caso, implica participar en el bingo. Pero ¿qué dice la Biblia acerca de la suerte o la fortuna? Observe este texto en Isaías 65:11-12: Pero vosotros los que dejáis a Jehová, que olvidáis mi santo monte, que ponéis mesa para la Fortuna, y suministráis libaciones para el Destino; yo también os destinaré a la espada, y todos vosotros os arrodillaréis al degolladero, por cuanto llamé, y no respondisteis; hablé, y no oísteis, sino que hicisteis lo malo delante de mis ojos, y escogisteis lo que me desagrada.
Esta es una reprensión contra Israel. Habían dejado a Jehová y ahora confiaban en dioses paganos llamados Fortuna y Destino. Poner mesa y suministrar libaciones a estos dioses significa adorarlos como si fueran Dios, poniendo la esperanza en ellos. Dios estaba tan enojado por esto, que entregó a su pueblo a espada y destrucción. Me aterra lo último que dice el pasaje. Por confiar en Fortuna y Destino, los de Israel hicieron lo que desagrada a Dios. No es prudente por tanto que los creyentes participen en cualquier cosa donde se dependa del azar, de la suerte, de la fortuna. Está bien levantar fondos para la iglesia, pero la mejor manera es por medio de las contribuciones generosas y sacrificadas de los creyentes que se congregan en la iglesia. ¿Qué le parecería si para construir el tabernáculo, Moisés hubiera organizado un bingo? Terrible, ¿verdad? Lo que ordenó Dios a su pueblo por medio de Moisés fue que cada uno traiga ofrenda para la construcción del Tabernáculo. Éxodo 25:2 en su primera parte dice: “Di a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda”. Cuando el pueblo obedeció a Dios, había tal abundancia que sobraba y Moisés tuvo que ordenar al pueblo que dejen de traer más ofrendas. La obra de Dios se hace con las ofrendas del pueblo de Dios, no con bingos, ni rifas, ni loterías. Es suficientemente malo que los creyentes confíen en Fortuna y por eso participen en loterías, rifas y tómbolas, pero más malo es que la iglesia toda participe en cualquiera de estas cosas. Usted también nos ha pedido explicación sobre las palabras agorero y sortílego que aparecen en Deuteronomio 18:10-11. Agorero se refiere a predecir males y desdichas mediante el presagio originado en el canto o vuelo u otros indicios que se observa en las aves. Sortílego significa adivinar o pronosticar una cosa por medio de suertes supersticiosas. Los paganos eran dados a la brujería, la hechicería, a los encantamientos. Tenían predilección por los adivinos, los magos y los que supuestamente podían comunicarse con los muertos, es decir el espiritismo. Todas estas prácticas debían ser desechadas por el pueblo de Dios y también por nosotros los creyentes. Dios lo considera como abominación. Note lo que dice Deuteronomio 18:12. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.