¿Cómo puede un creyente estar seguro que ha sido aceptado por Dios?

Así como se apropia de la salvación por fe, es necesario apropiarse de la seguridad de salvación por la misma fe. ¿Cómo llegó Usted a ser salvo? Pues por fe. ¿Fe en qué? Pues fe en lo que dice la palabra de Dios cuando afirma que Usted es pecador y como tal está separado de Dios y bajo condenación de Dios. Fe en que Dios le ama y por ese amor, envió a su Hijo al mundo para morir en lugar de Usted, de modo que Usted no tenga que pagar el castigo por ser pecador. Fe en que si Usted recibe a Cristo como Salvador, Usted llega a ser un hijo de Dios. Usted tuvo fe en todas estas cosas y por esa fe, Usted es salvo. Todo fue por fe. Usted creyó a Dios no solamente creyó en Dios. Usted creyó a la palabra de Dios. Bueno, eso es exactamente lo que tiene que hacer con relación a la seguridad de Salvación. Tenga fe en lo que ha dicho Dios en su palabra. Son muchos los pasajes bíblicos que tratan este asunto, pero permítame citar solamente uno. Se encuentra en Juan 10:27-30 donde dice: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos.” Solo quiero resaltar dos cosas de este hermoso pasaje bíblico. La primera, hablando de los que son suyos, de los que le hemos recibido como Salvador, Jesucristo dice: Yo les doy vida eterna. Tener vida eterna es lo mismo que ser salvo. La vida eterna es la presencia de Cristo en la vida de una persona. Mire con atención la conjugación del verbo dar. Yo les doy, dice el Señor Jesucristo. El verbo dar está conjugado en tiempo presente. Cuando un verbo se conjuga en tiempo presente en el idioma griego, el idioma en que se escribió el Nuevo Testamento, tiene la idea de un presente continuo. Esto significa que la acción está presente en todo momento. Por siempre. La frase: Yo les doy vida eterna, bien podría leerse en el sentido de: Continuamente, por siempre, yo les doy vida eterna. No hay lugar para duda alguna sobre la seguridad de la salvación. Usted debe creer a Dios en cuanto a esto. La segunda. Jesucristo dice en el texto leído que nadie nos puede arrebatar de su mano. Esto significa que estamos absolutamente seguros en la mano de Jesucristo. Pero además Jesucristo dice en el texto leído que nadie nos puede arrebatar de la mano de su Padre. Esto significa que estamos absolutamente seguros en la mano del Padre. En definitiva, estamos en las manos del Hijo y en las manos del Padre. ¿Quién puede sacarnos de allí? Solo alguien que sea más poderoso que el Padre y el Hijo juntos. ¿Quién podría cumplir con esto? Absolutamente nadie. Entonces podemos tener absoluta seguridad de que somos salvos por la eternidad. Crea a esta palabra. Así como fue salvo por fe, por fe también debe tener seguridad de que es salvo.