Gracias por su consulta. La respuesta aparece en el pasaje bíblico en 2 Tesalonicenses 2:1-10, donde dice: Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos,
2Th 2:2 que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. ¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto? Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
Según este pasaje bíblico la segunda venida del Señor Jesucristo ocurrirá después de la manifestación de la apostasía. No se trata de cualquier apostasía porque siempre ha habido apostasía en el mundo, pero ninguna como la que está por venir en el futuro sobre este mundo. Esta es la apostasía de la cual habla este pasaje bíblico. Se trata de un tiempo en el cual la maldad, la impiedad, llegará su límite máximo, a su clímax. Por otro lado, en la actualidad existe algo que impide la manifestación de esta apostasía sin igual. Lo que lo impide es la presencia del Espíritu Santo actuando en el mundo por medio de la presencia de la iglesia de Cristo en el mundo, pero cuando la iglesia de Cristo sea sacada de este mundo en el rapto o el arrebatamiento, desaparecerá este impedimento y se manifestará esa apostasía sin igual, orquestada por el mismo Satanás. Un elemento central de esta apostasía será la presencia activa del Anticristo en el mundo, aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida, inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden.
De manera que, el Anticristo se manifestará cuando comienza la apostasía previa a la segunda venida de Cristo, esto es cuando se inicia la tribulación, no antes ni después.