Debemos estar en medio de incrédulos o apratarnos

2 Corintios 6:17 dice: Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo. En cambio Marcos 16:15 dice: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Por un lado dice salid, pero por otro lado dice id. ¿Cómo es esto?

Es sencillo. Cuando el texto en 2 Corintios 6:17 dice «Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo»

Está hablando a los creyentes, en el sentido de procurar una separación espiritual con el mundo. Es absurdo y hasta sacrílego que un creyente tenga comunión espiritual con los incrédulos. Cuando una persona incrédula se hace creyente por recibir a Cristo como Salvador, debe desvincularse de toda forma de falsa religión y cortar totalmente con todo hábito pecaminoso y con toda práctica idolátrica.

Pero esto es muy diferente de salir del mundo. Note lo que dijo Jesucristo en cuanto a esto, según Juan 17:14-16 «Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.»

El creyente no es del mundo, pero está en el mundo, al menos hasta que el Señor lo permita. Una cosa es que la canoa esté en el agua, otra muy diferente que el agua esté en la canoa. Comenzará a hundirse.

Igual es con el creyente. Decir que el creyente está en el mundo es muy distinto a decir que el mundo está en el creyente. Dios jamás ha pedido que los creyentes salgan del mundo. Más bien ha dicho que los creyentes son sal y luz en el mundo. Si los creyentes salen del mundo, ¿Quién va a ser la sal? ¿Quién va a ser la luz?

Así que es perfectamente legítimo lo que Jesucristo ordenó a sus discípulos cuando les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

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