¿Cree Usted que el así llamado Padre Nuestro, es una oración que debemos repetir palabra por palabra, o que el Señor lo dio como un modelo de oración?
Cuando el Señor Jesucristo enseñó acerca de la oración, hizo especial énfasis en la necesidad de no repetir mecánicamente ninguna oración.
Note lo que dice Mateo 6:7-8 “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis”
Los paganos, adoradores de dioses falsos, acostumbran recitar de memoria, las mantras, o frases a las que se les atribuye poderes mágicos. Jesucristo refuta esta práctica pagana.
Dice que los creyentes no deben usar vanas repeticiones, pensando que Dios se va a impresionar por la palabrería. Justo después de condenar las vanas repeticiones en la oración aparece lo que se llama el Padre Nuestro. Mal puede entonces Jesús estar incentivando el que los creyentes reciten mecánicamente esta oración.
El Padre Nuestro no ha sido dejado como la oración que los creyentes debemos repetir mecánicamente, sino como el modelo de oración que debemos elevar al Padre celestial. Nuestra responsabilidad como creyentes es analizar profundamente el contenido de esta oración, de modo que cuando nosotros tengamos el privilegio de orar a Dios incluyamos los elementos que aparecen en el Padre Nuestro.