¿Depender de la suerte es pecado?


¿Por qué los apóstoles en el libro de Hechos tuvieron que echar suertes para escoger el sucesor de Judas? ¿Qué clase de suertes se usaron para saber la voluntad de Dios? ¿Depender de la suerte no es pecado?


El pasaje bíblico que se encuentra en Hechos 1:15-26. La Biblia dice: En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo:
Act 1:16 Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús,
Act 1:17 y era contado con nosotros, y tenía parte en este ministerio.
Act 1:18 Este, pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron.
Act 1:19 Y fue notorio a todos los habitantes de Jerusalén, de tal manera que aquel campo se llama en su propia lengua, Acéldama, que quiere decir, Campo de sangre.
Act 1:20 Porque está escrito en el libro de los Salmos:
Sea hecha desierta su habitación,
Y no haya quien more en ella;
y: |par Tome otro su oficio.
Act 1:21 Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros,
Act 1:22 comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección.
Act 1:23 Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías.
Act 1:24 Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido,
Act 1:25 para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar.
Act 1:26 Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles.
La parte de esta historia que a usted le interesa es aquella que habla de que echaron suertes y la suerte cayó sobre Matías, quien fue contado con los once apóstoles para completar el número de doce. El elemento perturbador puede ser que origine cuando usted piensa que echar suertes es lo mismo que jugar a la lotería o algún otro juego de azar, pero no es así. Echar suertes era una de las formas de discernir la voluntad de Dios en algunos asuntos en el Antiguo Testamento, en los cuales había que decidir entre dos posibilidades. Para esto se usaba el Urim y el Tumim que eran parte del pectoral del sumo sacerdote. Levítico 28:30 dice: Y pondrás en el pectoral del juicio Urim y Tumim, para que estén sobre el corazón de Aarón cuando entre delante de Jehová; y llevará siempre Aarón el juicio de los hijos de Israel sobre su corazón delante de Jehová.
No se puede saber con certeza en qué consistía el Urim y Tumim, pero se sabe que servían para discernir la voluntad de Dios cuando había dos posibilidades, si o no, el uno o el otro. Saúl utilizó este método para saber quién había fallado a la promesa de no comer nada hasta derrotar a los filisteos. 1 Samuel 14: 42 dice: Y Saúl dijo: Echad suertes entre mí y Jonatán mi hijo. Y la suerte cayó sobre Jonatán.
De modo que, amigo oyente, echar suertes no era depender de la suerte para decidir algún asunto, sino la manera de aquel tiempo para conocer la voluntad de Dios. Es interesante notar que la última vez que aparece en la Biblia el uso del método de echar suertes para conocer la voluntad de Dios es justamente cuando se escogió a Matías como el reemplazo de Judas Iscariote. ¿Por qué será? Pues porque poco tiempo después de este episodio se cumplió la promesa de la venida del Espíritu Santo para morar en todo creyente. El Espíritu Santo guía a los creyentes para discernir la voluntad de Dios en sus vidas. Hoy no necesitamos echar suertes para saber lo que Dios quiere en determinado asunto, sino que debemos depender de la palabra de Dios y su Espíritu.

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