Un examen del Nuevo Testamento en relación con las ordenanzas para la iglesia local, mostrará que existen únicamente dos, el bautismo en agua y la cena del Señor o la santa cena. Esto significa, entre otras cosas, que la presentación de niños no es una ordenanza para la iglesia local. Al menos yo no tengo información confiable en cuanto al origen de esta práctica en las iglesias evangélicas. Lo que sí he averiguado es que en la iglesia católica romana, por siglos, existe una ceremonia de presentación de niños en la cual los padres llevan al niño a la capilla para que reciba la bendición de nuestro Señor y la Virgen María. Dicen que lo hacen en recordación de lo que hicieron José y María cuando llevaron a al niño Jesús al templo en cumplimiento de lo que la ley de Moisés demandaba para ese caso. En todo caso, definitivamente el Nuevo Testamento no ordena a la iglesia local celebrar una ceremonia de presentación de niños. Siendo así, entonces ¿por qué es que algunas iglesias evangélicas practican la presentación de niños? La respuesta más probable es por pura tradición. Normalmente se toma el pasaje de Mateo 19:13-14 para sustentar la presentación de niños. Dice así: Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les reprendieron. Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos. Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí.
Esto es algo que hizo el Señor Jesucristo cuando estuvo en este mundo en forma humana, y le fueron traídos algunos niños para que ponga sus manos sobre ellos y ore por ellos. Fue algo muy bueno, pero como ya se dijo, el Nuevo Testamento no ordena a los líderes de una iglesia local a hacer lo mismo que hizo el Señor Jesucristo con esos niños. De todos modos, siempre será bueno que los pastores o líderes en una iglesia local oren por una criatura que comienza a vivir en este mundo, y si eso se hace en un culto en una iglesia local, no hay ningún problema con ello. En la iglesia local donde yo soy uno de los ancianos, consideramos a la presentación de niños como una ocasión para que los padres presenten a la iglesia local a un nuevo miembro de la familia y para que la iglesia tenga presente en sus oraciones a esa persona que ha nacido. Eso es todo. De manera que, no debería haber ningún inconveniente con orar por un niño aun cuando tal vez su papá o su mamá sean todavía incrédulos. De la misma manera, no debería haber ningún inconveniente con que un familiar cercano, tal vez abuelos, o tíos, pida que la iglesia ore por un niño. La presentación de niños es también una gran oportunidad para que los padres, o quienes presentan al niño, prometan ante Dios y ante la iglesia local el criar a ese niño en los caminos del Señor.