Eclesiastés 12:7

Nos pide una explicación de Eclesiastés 12:7, en especial esa parte donde dice que el espíritu de los que mueren retorna a Dios, porque según los maestros de una secta falsa, esto significa que ninguna persona que muere va al infierno sino a Dios.

Comencemos por dar lectura al texto bíblico materia de su consulta. Se encuentra en Eclesiastés 12:7, pero para ubicarnos dentro del contexto del versículo, vamos a leer primero el versículo 1 y después el versículo 7 del capítulo 12 de Eclesiastés.

Eclesiastés12: 1 y 7 dice: «Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento; y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio»

Este pasaje es uno de los más hermosos de toda la Biblia. Está dirigido a los jóvenes y básicamente es una orden a rendirse al Señor mientras la vida todavía está en la flor de la juventud.

Muchas personas desobedecen este mandato cuando afirman: Ah, cuando sea viejo me ocuparé de Dios, ahora que soy joven quiero gozar de la vida, quiero vivir para mí mismo.

De esa forma, si acaso llegan a viejos, entregan al Señor las sobras de la vida. ¿por qué es imperativo rendirse al Señor lo antes posible en la vida? pues para dar lo mejor de la vida al Señor, porque cuando llega la vejez a una persona, le vienen los achaques propios de la vejez, algo que encontramos hermosamente descrito en Eclesiastés 12: 2-6.

por eso el texto leído dice: Ríndete al Señor en tu juventud, antes que vengan los días malos, los días de la vejez, cuando digas no tengo en ellos contentamiento.

Estos días de vejez, o días malos como han sido llamados por Salomón el autor del libro de Eclesiastés, tienen su clímax con la muerte física. La muerte en su significado más general denota separación. En el caso de la muerte física es la separación entre la parte material de la persona, el cuerpo y la parte inmaterial de la persona, el alma y el espíritu.

Alma y espíritu, las dos cosas, son a veces descritas en la Biblia como solo alma o como solo espíritu, de modo que bien podemos entender que cuando en el texto leído, el autor está hablando del espíritu está incluyendo también el alma.

Muy bien. ¿Qué pasa con el cuerpo y el espíritu de toda persona que muere? El texto responde diciendo: El cuerpo, que básicamente es polvo, vuelve a la tierra. Con esto no hay ninguna dificultad en entender.

Eso lo declara la Biblia en otros pasajes como Génesis 3:19 que dice: «Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás»

La parte material de la persona volverá a la tierra. Esto lo sabemos todos. pero ¿qué pasa con la parte inmaterial de la persona, el alma y el espíritu? El texto que leímos dice: y el espíritu vuelva a Dios, que lo dio. Esto no significa que todos los que mueren pasan a estar con Dios por la eternidad. De ninguna manera.

Mire lo que dice la Biblia en Hebreos 9:27 “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio»

Muy interesante, ya se va completando el cuadro. El alma y espíritu de toda persona que muere vuelve a Dios que lo dio, pero no para pasar junto a Dios por la eternidad como afirman algunas sectas falsas, sino para presentarse a un juicio.

Completemos ahora el cuadro. La base del juicio es muy sencilla. El Juez hará una sola pregunta: ¿Qué hiciste con mi Hijo Jesucristo quien murió en la cruz del Calvario por ti?

Los que lo hemos recibido como nuestro Salvador seremos conducidos a la gloria eterna junto a Dios, pero los que han rehusado recibir a Cristo como Salvador irán al Hades, un lugar de tormento, también llamado infierno, y allí esperarán el Juicio del Gran Trono Blanco.

Cuando sea el tiempo para presentarse a este juicio, su espíritu se unirá a su cuerpo en lo que se llama la resurrección de los incrédulos y en esas condiciones serán arrojados al Lago de Fuego, donde pasarán la eternidad en tormento.

Eso lo tenemos descrito en Apocalipsis 20:11-14 que dice: «Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pié ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego»

Esto es lo que significa el texto leído. No se deje confundir por los maestros del error que usualmente toman textos fuera de contexto para hacerles decir lo que ellos quieren que digan.