El poder de Jesús sobre los demonios

Mateo 8:28-34. La Biblia dice: Cuando llegó a la otra orilla,  a la tierra de los gadarenos,  vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros,  feroces en gran manera,  tanto que nadie podía pasar por aquel camino.Mat 8:29  Y clamaron diciendo:  ¿Qué tienes con nosotros,  Jesús,  Hijo de Dios?  ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?Mat 8:30  Estaba paseando lejos de ellos un hato de muchos cerdos. Mat 8:31  Y los demonios le rogaron diciendo:  Si nos echas fuera,  permítenos ir a aquel hato de cerdos. Mat 8:32  El les dijo:  Id. Y ellos salieron,  y se fueron a aquel hato de cerdos;  y he aquí,  todo el hato de cerdos se precipitó en el mar por un despeñadero,  y perecieron en las aguas. Mat 8:33  Y los que los apacentaban huyeron,  y viniendo a la ciudad,  contaron todas las cosas,  y lo que había pasado con los endemoniados. Mat 8:34  Y toda la ciudad salió al encuentro de Jesús;  y cuando le vieron,  le rogaron que se fuera de sus contornos.

Existen varias cosas que son dignas de mención, como el poder del Señor Jesucristo sobre Satanás y sus siervos los demonios, como el efecto terrible que producen los demonios cuando poseen o habitan en una persona, los endemoniados vivían en un cementerio, tenían una fuerza descomunal y eran una amenaza permanente para la sociedad. Otra cosa digna de mención es que los demonios son seres espirituales con intelecto, voluntad y emociones. Los demonios saben que el Señor Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios. Los demonios conocen la Biblia porque la Biblia dice que va a llegar un día cuando los demonios van a ser arrojados para siempre en el lago de fuego. El problema con los demonios es que a pesar de saber su destino final, sin embargo siguen luchando contra Dios bajo el liderazgo de Satanás. Pero lo que a usted le interesa es saber por qué los demonios rogaron al Señor Jesús que al ser expulsados de los endemoniados, les permita ir a un hato de cerdos en el cual, según el Evangelio de Marcos, había como dos mil cerdos. La razón podría ser porque el propósito máximo de los demonios es el mismo que Satanás, hurtar, matar y destruir. Para lograrlo, es necesario que los demonios actúen por medio de un cuerpo. Los demonios odian ser sólo espíritus, atesoran ser espíritus que controlan cuerpos. Obviamente no podían pedir al Señor Jesús que al ser expulsados de los endemoniados gadarenos, les permita poseer otros seres humanos en otra parte, porque el Señor Jesús no podía acceder a algo así, y por eso pidieron algo que el Señor Jesús podría aceptar, el que los demonios posean cuerpos de cerdos. Interesante que los demonios pueden habitar en cuerpos de personas y cuerpos de animales. Cuando los demonios salieron de los endemoniados gadarenos y ocuparon los cuerpos de los cerdos, hicieron lo que se espera de ellos, matar y destruir. Todo el hato de cerdos se precipitó en el mar por un despeñadero y perecieron en las aguas. Triste que cuando la gente de la región de los gadarenos, supo lo que había sucedido con el Señor Jesús, con los dos endemoniados, con los demonios y con los cerdos, rogaron al Señor Jesús que se fuera de sus contornos. Preferían vivir rodeados de endemoniados, de demonios y de cerdos que tener al Señor Jesús cerca de ellos. Esto es propio de un corazón saturado de incredulidad.