Demos lectura al pasaje bíblico que se encuentra en Mateo 26:26-29, el cual trata lo que se llama la institución de la cena del Señor. Lo mismo se puede encontrar en los evangelios según Marcos y Lucas y en la primera epístola de Pablo a los Corintios. Nosotros vamos a tomar el relato en Mateo. Dice así: “Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.” Jesús está en lo que se llama la semana de la pasión. Era de noche y estaba sentado a la mesa para comer la pascua con sus discípulos. La pascua era la fiesta judía que hacía memoria de lo que sucedió cuando el pueblo de Israel salió de Egipto. La última plaga que envió Dios para ablandar el corazón del faraón con la finalidad de que deje ir al pueblo de Israel fue la muerte de los primogénitos. A través de Moisés, Dios instruyó al pueblo de Israel que sacrifique un cordero y tome de su sangre con hisopo y unte los dos postes y el dintel de la casa donde se ha de comer el cordero sacrificado, porque esas noche Jehová pasará por Egipto hiriendo de muerte a todos los primogénitos que estén en casas donde no había sangre en los postes y el dintel de la puerta. La sangre era la señal donde había primogénito Israelitas y Jehová pasaba por esas casas sin matar al primogénito. Pascua significa pasar. Dios estableció la manera como se debía comer la pascua. Éxodo 12:8-11 dice: “Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán. Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus entrañas. Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que quedare hasta la mañana, lo quemaréis en el fuego. Y lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová.” En el tiempo de Jesús, la celebración de la pascua estaba matizada con un laborioso e interesante ritual que manteniendo los elementos esenciales contemplaba, por ejemplo el uso de varias copas, cada una con un significado en particular. El contenido de esas copas era vino muy diluido en agua. De todos los elementos que se usaban en la celebración de la pascua, Jesús tomó dos de ellos como símbolo de su pasión y muerte. Específicamente el pan y la copa. Jesús entonces transformó esta su última pascua en la primera cena del Señor. Él es el antitipo central representado simbólicamente tanto por el cordero pascual como por el pan y la copa. El pan que usó Jesús era el pan que se usaba en la pascua y por tanto fue pan sin levadura. El contenido de la copa que usó Jesús fue vino diluido en agua. Interesante que en todos los relatos de la institución de la cena del Señor no se utiliza en absoluto la palabra vino, sino sencillamente la copa o también el fruto de la vid. Pero el uso de pan sin levadura y vino diluido en agua obedece a que eso estaba disponible, sobre la mesa en la última cena. No era para establecer para la posteridad que necesariamente se debe utilizar pan sin levadura y vino diluido en agua en la cena del Señor. Lo importante de la cena del Señor no es la composición química de los elementos que se utilizan, sino lo que significan estos elementos. El pan simboliza el cuerpo del Señor Jesucristo que fue maltratado y finalmente colgado de la cruz por nuestro pecado. La copa simboliza la sangre del Señor Jesucristo que fue derramada en la cruz del calvario para lavarnos de nuestro pecado. La cena del Señor no es lo mismo que la pascua como para estar en obligación de usar pan sin levadura y vino diluido en agua. Todo lo que prefiguraba la pascua ya se cumplió cuando Cristo murió en la cruz del calvario para ofrecernos la posibilidad de tener vida eterna por medio de recibirle como nuestro Salvador. 1 Corintios 5:7 dice: “porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.” La cena del Señor es una ordenanza para la iglesia, que nos hace mirar hacia el pasado para hacer memoria de lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz, que nos hace mirar hacia el futuro al momento cuando Cristo Jesús venga por segunda vez. La cena del Señor también es un anuncio de que Jesucristo ya hizo todo en la cruz del calvario para que el pecador que cree en él y le recibe como Salvador sea eternamente salvo. En resumen entonces, la Biblia no ordena con fuerza de ley que se use pan sin levadura en la cena del Señor. No hay problema si se lo hace, pero tampoco hay problema si no se lo hace. De la misma manera, la Biblia no ordena con fuerza de ley que se use vino o vino diluido en agua, o jugo de uva, como contenido de la copa en la cena del Señor.
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