¿Es correcto levantar fondos para la iglesia mediante las populares rifas, subastas, bazares ?

A través del Nuevo Testamento, explícita o implícitamente se nos enseña que los fondos de la iglesia vienen de lo que los creyentes entregan con generosidad al Señor en calidad de ofrendas. La ofrenda cristiana es un acto de adoración y por consiguiente queda limitada a los que han sido redimidos por la sangre preciosa de Cristo. 2 Corintios 9:7 dice: “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.” Hablando a los creyentes de Corinto, el apóstol Pablo dice: Cada uno dé. Esto significa que es privilegio de cada uno de los creyentes el dar para la obra del Señor. Si se tomara más en serio este privilegio del creyente, no habría iglesia local que sufra necesidad. Lamentablemente no es así por la negligencia de los creyentes al ofrendar a Dios lo que sobra, pensando que hacemos un favor a Dios cuando entregamos una ofrenda a la iglesia. Como resultado, la iglesia tacaña, no recibirá la bendición que podría recibir de Dios si fuera generosa y lo que es peor, la iglesia tacaña tratará de buscar maneras no bíblicas para levantar fondos para la iglesia. Dentro de estas maneras no bíblicas de levantar fondos para la iglesia caen todas las actividades mencionadas por usted, como la popular rifa, que no es otra cosa sino el culto a la diosa fortuna para que favorezca con la suerte a sus devotos, o la subasta que tal vez esté bien para que el mundo comercialice sus productos o los bazares que la gente del mundo es experta en llevarlos a cabo. No amable oyente, Dios ha establecido una manera diferente para sostener económicamente su obra. La manera de Dios es la generosa ofrenda de cada uno de los creyentes.