Gracias por su consulta. El diablo es una persona espiritual, esto significa que tiene intelecto, voluntad y emociones o sentimientos, pero no tiene cuerpo. Además, el diablo es un ser creado. Siendo así, el diablo, aunque es un ser poderoso, sin embargo, no posee atributos divinos, dentro de los cuales está la omnipresencia, lo cual significa que puede estar en todo lugar a la vez. El diablo puede poseer por tanto a una persona a la vez, no a más de una. Algo con lo cual cuenta el diablo es con un vasto ejército de espíritus malignos, conocidos como demonios. A través de sus demonios, el diablo logra que se haga su voluntad a placer en los que se someten a sus designios. Cuando en argot popular, la gente dice que el diablo está en tal o cual persona, está dando a entender que esa persona está siendo utilizada como instrumento, bien sea del mismo diablo o de algunos de sus demonios, pero en todo caso, haciendo la voluntad del diablo. Ahora consideremos el texto al que seguramente hace referencia su consulta. Se encuentra en Efesios 2:1-3 donde dice: Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
Este pasaje bíblico muestra el pasado espiritual de todo creyente. En un sentido espiritual, antes de ser creyentes, todos estábamos muertos en nuestros delitos y pecados, simplemente siguiendo la corriente de este mundo, es decir, como un borrego que siguen al borrego que tiene delante de él, sin pensar siquiera hacia donde está dirigiéndose. Quien está detrás de todo esto es el príncipe de la potestad del aire, una referencia al diablo. Todo incrédulo, consciente o inconscientemente está a merced del diablo. Hablando del diablo, el apóstol Pablo dice que es el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia. Al decir esto, Pablo no está afirmando que el diablo habita o mora en todos los incrédulos a la vez, sino que todo incrédulo es adversario de Dios. La palabra diablo significa adversario, alguien que está en contra de Dios. En su ceguera espiritual el incrédulo es adversario de Dios y en consecuencia es un hijo de desobediencia, una expresión hebrea que significa: persona desobediente por naturaleza. Esta es la triste condición espiritual de todo ser humano en el mundo. Esto es terrible, porque si una persona sale en estas condiciones espirituales de este mundo, le espera condenación eterna. Esta es la razón por la cual todo ser humano necesita dejar de ser un hijo de desobediencia y pasar a ser un hijo de Dios. Esto se logra cuando el ser humano recibe al Señor Jesucristo como Salvador. Cuando esto pasa, la persona deja de ser la morada de ese espíritu que opera en los hijos de desobediencia, y pasa a ser la morada del Espíritu Santo de Dios.