¿Es la masonería una secta satánica?

Bueno, entendemos por secta a una perversión o una deformación del cristianismo bíblico. La masonería no tiene nada que ver con el cristianismo bíblico, y por tanto no puede ser catalogada como una secta en el sentido que estamos entendiendo a las sectas. Por otro lado, cuando se habla de secta satánica, se está dando a entender que la secta busca la adoración de Satanás o de alguna manera lo promueve. Nuevamente aquí, hasta donde se sabe sobre la masonería, no se encuadra dentro de lo que entendemos como secta satánica. Lo dicho, sin embargo, no significa que la masonería sea de alguna manera compatible con el cristianismo. Todo lo contrario, la masonería es totalmente opuesta a lo que la Biblia sostiene acerca de Dios y del hombre. La masonería más bien debe ser catalogada como un sistema religioso ajeno absolutamente a la Biblia. Esta aseveración exaspera a muchos masones que se esfuerzan por desconocer o negar que la masonería sea una religión, pero Henry Wilson Coil, autor de la Enciclopedia Masónica de Coil, dice lo siguiente: Ciertamente la masonería requiere una fe en un Ser supremo y la dependencia del hombre de él, ante quien es responsable. Otro masón connotado, Albert Mackey, autor de la Enciclopedia Revisada de la Francmasonería de Mackey dice: La masonería bien puede reclamar que se le considere una institución religiosa. En esencia entonces, sustentándose en la aseveración de los mismos masones, la masonería es una religión y debe ser tratada como cualquier religión. Lo apropiado es por tanto mostrar la diferencia entre el cristianismo bíblico y la masonería. Para ello me gustaría citar las conclusiones a las que ha llegado Harold Berry, profesor de Biblia y Griego en la Universidad Gracia de Omaha, Nebraska. En cuanto a la fuente de autoridad, la masonería usa la Biblia solamente en las logias “cristianas”. Usa el Pentateuco Hebreo en las logias hebreas, usa el Corán en las logias musulmanas, usa las Vedas en las logias Brahmánicas. Pike dice que la búsqueda masónica de la luz conduce directamente a la Cábala. Entre paréntesis, la cábala viene del hebreo “qabbalah” que se refiere a la tradición oral que entre los judíos explicaba y fijaba el sentido de los libros del Antiguo Testamento, ya en lo moral, ya en lo místico y especulativo. La cábala también se puede entender en el sentido del arte vano y supersticioso practicado por los judíos, que consiste en valerse de anagramas, transposición y combinación de las letras hebraicas y de las palabras de las Sagradas Escrituras con el fin de descubrir su sentido. La cábala sirve de fundamento a la astrología, la nigromancia y demás ciencias ocultas. Fin del paréntesis. Por contraste el cristianismo bíblico reconoce a la Biblia como la única fuente de autoridad para sus creencias y prácticas y cree que Jesucristo es la única Luz verdadera. En cuanto a Dios, el candidato masónico no necesita declarar en que Dios cree, porque es algo que no interesa a la masonería. La masonería tiene el concepto de la Deidad en términos del Gran Artífice, el Gran Maestro de la Gran Logia de Arriba, Jehová, Alá, Buda, Bramah, Vishnu, Shiva o Gran Geométrico. Por contraste, el cristianismo bíblico define a Dios en términos y descripciones que aparecen en la Biblia. Cree que Dios no comparte su gloria con nadie. Acerca de Jesucristo, la masonería no hace referencia sobre Jesucristo al citar la Biblia. Cuando un masón hace sus peticiones en privado, a la masonería no le interesa si dirige su petición a Dios o Jehová o Alá o Buda o Mahoma, o Jesús, o el Dios de Israel o La Gran Primera Causa, pero en la logia las peticiones siempre se deben hacer al Gran Arquitecto del Universo. Por contraste, el cristianismo bíblico cree que la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo es el principal enfoque del cristianismo. Cree que todo acceso a Dios se debe hacer por medio del Señor Jesucristo debido a su obra completa en la cruz. En lo que tiene que ver con el pecado, la masonería niega la realidad del pecado en el sentido bíblico, cree que todas las debilidades pueden llegar a superarse por medio de una mayor iluminación. Por contraste, el cristianismo bíblico sostiene que pecado es todo acto o actitud que queda corta de las demandas de Dios y que todos han pecado y han sido destituidos de la gloria de Dios. En lo que respecta a la salvación, la masonería enseña la salvación por obras o el desarrollo del carácter. Por su lado, el cristianismo bíblico cree en la salvación por gracia por medio de la fe en la obra completa del Señor Jesucristo, aparte totalmente de las obras. Hasta aquí las conclusiones de Harold Berry sobre la masonería y el cristianismo bíblico. En resumen podríamos decir que la masonería es un sistema religioso totalmente alejado de la Biblia. Por tanto, no es posible ser masón y a la vez cristiano. Un buen masón no puede ser cristiano y un buen cristiano no puede ser masón. El masón cristiano normalmente no comprende ni lo que es la masonería ni lo que es el cristianismo bíblico.