Hace un mes que no voy a la iglesia por múltiples motivos. No he dejado de estudiar la palabra de Dios. Mi pregunta es la siguiente: ¿Es necesario congregarse en una iglesia local para ser un verdadero cristiano?
Permítame ponerlo de esta manera: Nadie se hace cristiano por ir a una iglesia, pero todo cristiano debe ir a una iglesia. El congregarse con otros creyentes es un mandato. Se encuentra en Hebreos 10:24-25 donde dice: «Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras, no dejando de congregamos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos y tanto mas, cuanto veis que aquel día se acerca».
Aquí tenemos un mandato. La orden tiene que ver con consideramos unos a otros. Esto significa miramos con suma atención los unos a los otros, no para criticarnos mutuamente, sino como dice el texto para estimularnos al amor y a las buenas obras.
Cuando miramos con diligencia a los demás, podemos llegar a saber cuales son sus necesidades, tanto espirituales como emocionales y físicas y esto nos debe motivar o estimular a actuar con amor para satisfacer estas necesidades. El satisfacer necesidades de otros en amor es considerado como una buena obra.
Hagámonos ahora la pregunta: ¿Es posible consideramos unos a otros sin congregamos en una iglesia local? Por supuesto que no. Por ello el texto sigue diciendo: No dejando de congregamos. La única manera de miramos con atención los unos a los otros para saber cuales son nuestras necesidades es por medio de congregamos. Es difícil dejar de congregarse. Con frecuencia sucede que cuando tenemos que ir a la iglesia, nos llaman al teléfono, se caen los niños, nos llegan visitas, comienza a llover, el auto deja de funcionar, etc.
Abrumados por los obstáculos decidimos que mejor será quedarse en casa. La próxima vez no se necesitaran tantos obstáculos para no tener que ir. La siguiente vez no iremos simplemente porque olvidamos que es Domingo.
Y así llegamos a acostumbramos a no congregamos. Por eso el autor del libro de Hebreos dice: No dejando de congregamos como algunos tienen por costumbre, o según mi paráfrasis personal: Como algunos tienen por mala costumbre.
Yo no sé exactamente cual es el motivo por el cual Usted no esta congregándose, pero cualquiera que sea el motivo, me temo que Usted mismo sé este causando un grave daño. Casi me atrevería a decir que no existe justificación valida para no ir a la iglesia.
Un amigo mío solía decir: La única razón para que yo no me congregue seria por estar en la cama de un hospital o porque he partido al hogar celestial. Otro amigo mío estaba de visita en Paris, Francia un Domingo a la mañana. Sabiendo que la Biblia ordena congregarse, salió en busca de alguna iglesia evangélica para asistir al culto. Sin conocer la ciudad, anduvo de aquí para allá buscando algo. Lo único que encontró fue una iglesia de habla Inglesa. Sí, en Francia en una iglesia de habla Inglesa, no Francesa. Mi amigo no habla ingles, pero allí se quedo hasta que termino el servicio. Por supuesto no entendió nada de lo que decían, pero allí estuvo cumpliendo su deber de congregarse. No lo hizo por obligación, sino por convicción.
Le felicito porque Usted este estudiando la Biblia en su casa, pero no piense que esto sustituye a su deber y privilegio de congregarse.