¿Está Dios hablando hoy en día, como lo hizo antes por medio de los profetas?

Gracias por su consulta. Para responderla, quisiera referirme al pasaje bíblico que se encuentra en Hebreos 1:1-2 donde dice: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo, a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo” Según lo que aquí tenemos, la revelación de Dios fue progresiva. Dice el texto que Dios habló muchas veces y de muchas maneras a los antepasados por medio de los profetas. Las muchas veces se refiere a cada vez que Dios habló a los autores humanos de los 39 libros que conforman el Antiguo Testamento. Las muchas maneras, se refiere a las diversas formas que Dios utilizó para hablar a los profetas. A veces fue en visiones, otras veces en sueños, otras veces audiblemente, otras veces mediante símbolos, otras veces mediante parábolas, etc. Son las muchas maneras que Dios habló a los antepasados mediante los profetas. Pero todo esto aconteció en otro tiempo. Esto se refiere a la época desde cuando se escribió el libro de Job, alrededor del año 2200 AC hasta cuando se escribió el último libro del Antiguo Testamento, el libro de Malaquías, alrededor del año 400 AC. Pero la revelación bíblica, llegó a su final con la venida del Hijo de Dios a este mundo. Jesucristo es el sello de la revelación de Dios. Jesucristo es la palabra viva de Dios. Cuando el autor de Hebreos habla de los postreros días, se refiere al tiempo a partir de la venida del Cristo o del Mesías, o del Hijo de Dios. Los Evangelios contienen el relato del ministerio de Jesucristo en la tierra, desde su nacimiento hasta su ascensión al cielo, pasando por su muerte y su resurrección. El libro de los Hechos contiene el relato de la continuación de aquellas cosas que Jesucristo había comenzado cuando estaba en la tierra y que él mismo continuó como la Cabeza resucitada de la Iglesia. Las Epístolas contienen las enseñanzas acerca de la doctrina y práctica del Cuerpo de Cristo que es la iglesia. El libro de Apocalipsis contiene la revelación de Jesucristo en toda su gloria y majestad. Es decir amigo oyente que la revelación de Dios se terminó cuando se escribió la última palabra del libro de Apocalipsis. Esta es la razón para que en este libro, en el capítulo 22 versículos 18 y 19 tengamos la siguiente admonición: “Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.” La Biblia, por tanto, es un libro cerrado, en el sentido que está completo. Tiene toda la revelación de Dios para el hombre. No le falta nada ni le sobra nada. Por este motivo, sostenemos que Dios ya no está hablando muchas veces y de muchas maneras como lo hizo en el pasado por medio de los profetas. Para corroborar esto, permítame leer el texto en Judas 3 donde dice: “Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.” Cuando Judas habla de contender ardientemente por la fe que ha sido una vez dada, se está refiriendo a la necesidad de mantenerse firmes y luchar ardorosamente por la revelación de Dios, o la Biblia, la cual nos ha sido dada una sola vez y para siempre y a la cual no se puede añadir ni quitar nada en absoluto. Si alguien, hoy en día, necesita saber sobre Dios, sobre sí mismo, sobre la vida, sobre la muerte, sobre el destino de los que mueren, etc., lo único que necesita hacer es estudiar la Biblia bajo la guía y dirección del Espíritu Santo. La Biblia contiene todo lo que Dios ha querido revelar al hombre.