Si queremos representar a Jesucristo y comprender lo que ÉL tiene para nosotros, si queremos ir a la tumba después de haber cantado la canción, haber cumplido la misión, haber peleado la buena batalla, entonces tenemos que cortar las excusas que nos impiden avanzar
Sé que estás ocupado. Estarás ocupado hasta que mueras, pero esa no es una excusa para dejar de servir. Algunos dirán, bueno realmente quiero ser una influencia para Cristo, pero ya ves, tengo un mal historial y mi pasado me impide servir al Señor. Pues déjame decirte algo, esa es una mentira de Satanás.
Ahora veamos esto en un ejemplo de la vida real en Pablo. Él dijo en Tito: «Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros» (Tito 3:3). Fuimos cambiados. Fuimos redimidos «Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo» (Tito 3: 4 y 5, para). Si Dios ha entrado en nuestra vida, entonces no tenemos una excusa para decir: mi pasado es malo, así que no puedo hacer nada ahora. Recuerda esto, estamos viviendo para un futuro redimido.
Tristemente muchos dicen: “bueno, tomaré en serio la posibilidad de tener mi influencia para Cristo cuando salga de la escuela secundaria o cuando termine la universidad. Tendré tiempo de hablar en serio sobre Cristo más tarde.”
Pues bien, hoy te invito a ir a 1 Timoteo capítulo 4 versículo 12. Ahí Pablo dijo: «No dejes que nadie te menosprecie porque tú eres» ¿qué? «Joven”. En cambio, sé un ejemplo para todos los creyentes en el habla, en la vida, en el amor, en la fe y en la pureza » Nunca uses a la juventud como excusa.
Ahora aquí hay otra excusa; veo que realmente quiero ser una influencia para Cristo, pero veo que soy tímido. Bueno, también lo fue Timoteo. Mira 2 Timoteo capítulo 1 versículo 7. Pablo dice, Timoteo, no olvides que «Dios no te dio un espíritu de timidez, sino que te dio un espíritu de poder, de amor y de dominio propio» Timoteo, tienes que apropiarte de eso, no puedes usar tu personalidad como excusa.
Veamos una excusa más, tú puedes decir, “bueno, realmente me gustaría ser una influencia para los demás acerca de Cristo. Pero ahora estoy en una situación difícil, de seguro uno de estos días las cosas van a cambiar y entonces ahí sí me aseguraré de luchar la buena batalla”. Bueno pues te invito a ir a 2 Timoteo capítulo 2 versículo 8. Pablo dice: «Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio, en el cual sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor; mas la palabra de Dios no está presa «(2 Timoteo 2: 8-9). Pero Pablo no usó eso como una excusa. Él dijo: «Pero la palabra de Dios no está encadenada». Y no voy a usar, dice Pablo, mi encarcelamiento como una excusa para no proclamar el mensaje de Jesucristo. Tu situación no debe ser una excusa, es más, Dios usará tu situación como una plataforma para que te abraces a Él. Entonces no hay excusas.
Una cosa más, un deseo apasionado de influir en los demás por Cristo habla de los asuntos espirituales relevantes de nuestros días. Necesitamos ser nosotros quienes hablemos sobre los asuntos relevantes de nuestros días. Por cierto, el silencio significa estar de acuerdo. Hoy en día tenemos todo tipo de cosas sucediendo en la cultura que se opone al mensaje de Cristo y que leemos todos los días y somos nosotros quienes tenemos que hablarlas. Pablo le dice a Tito: Tito, si vas a ser un influyente debes ser “retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen” Pablo dice que no debemos ser “soberbios, iracundos, dado al vino, pendencieros, codiciosos o de ganancias deshonestas” Él dice que debemos hacerlo con cuidado, con gran paciencia y cuidadosa instrucción. Pablo dice que manejes la Palabra de Dios correcta y gentilmente, que instruyas a aquellos que se oponen a la Palabra de Dios. Él dice que el objetivo de hablar a favor de Jesucristo es el amor que proviene de un corazón puro, una buena conciencia y una fe sincera.
Pero tenemos que ser notros los que hablemos de Dios. ¿Cómo esperas que aquellos en tu salón de clases, tu casa, tu oficina, tu vecindario: sepan lo que dice la Palabra de Dios, la misma Palabra en la que estás todos los días, si no hablas y les dices de la manera apropiada; con cuidado, a través de tu amistad con ellos, lo que dice Su Palabra? Recuerda, eres tú el representante de Jesucristo aquí en la tierra.
Una última cosa, un deseo apasionado de influir en los demás para Cristo, está dispuesto a ser un ejemplo visible. Volvamos a leer 1 Timoteo capítulo 4 versículo 12 Pablo dice: » Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza» Y luego dice en el versículo 15: «Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos.» Tú puedes decir: “veras Ron, soy cristiano y eso suena demasiado a orgullo, yo no quiero que nadie vea nada de lo que estoy haciendo”. Pero las Escrituras son muy claras, Pablo dice, que todos vean tu progreso. «Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.» (1 Timoteo 4:16).
No es que podamos salvarnos a nosotros mismos. Pero Pablo dice que son tus actos lo que demuestran que Dios está dentro de ti y que es la forma en que muestras eso a los demás lo que les resultará atractivo. Mira, tú tienes que ser una persona que entienda que Dios te ha llamado a ser su representante. Por cierto, Él te llamó a ser su representante en el trabajo. En Tito 2: 9 y 10 Pablo le dice a Tito: «Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones; no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador.». Para que de todas maneras hagan que las enseñanzas acerca de Dios nuestro Salvador sean atractivas.
Pablo dice sin importar donde estemos, simplemente debemos hacer lo correcto. Se un hombre o una mujer de integridad; di la verdad, vive la verdad. Pablo ni siquiera dice que tienes que tener una Biblia en tu escritorio y pasajes en la pared. Pablo sólo dice que debemos ser confiables, no robarle a la gente. Simplemente debemos demostrar que podemos ser confiables. Y luego nos preguntarán, ¿qué hay de diferente en ti? «Haz atractivas las enseñanzas sobre Dios nuestro Salvador». Jesús dijo: «Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.» (Mateo 5: 14-16).
El mundo puede y debe ver tu progreso. Ahora, recuerda esto: no se trata de ti, sino que tus buenas obras reflejen la gloria de Dios en el cielo. Hazlo atractivo para el mundo, por cierto, eso significa que necesitamos mantener nuestros matrimonios juntos, ¿verdad? Debemos ser unos padres diferentes. Tenemos que ser aquellos que trabajan de manera diferente. Tenemos que ser aquellos que viven nuestras vidas de tal manera que otros quieran saber sobre eso.
Por último, un deseo apasionado de influir en los demás por Cristo, es producido por una vida de obediencia. Ahora, a lo largo de estos tres libros, Pablo nos está dando instrucciones. Pero hay dos veces que nos dice que huyamos de algo y busquemos otra cosa. Así que echemos un vistazo a esas dos veces. 1 Timoteo, capítulo 6, ha estado hablando sobre el amor al dinero y dice que «porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.» (1 Timoteo 6:10-11)
Eso es todo un sermón, pero me imagino que aquí hay muchos de nosotros que tenemos un pequeño problema con ese dios del dinero. En 2 Timoteo 2:22 Pablo dice: oye Timoteo, «Huye también de las pasiones juveniles» Ahora podríamos hacer una lista completa de ellos, pero uno obviamente sería el apetito sexual; huir de la pornografía, huir de la lujuria, huye del adulterio y «sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.». Huye de esas cosas, Timoteo, y sigue las cosas que Dios tiene para ti.
Cosas asombrosas suceden cuando nos entregamos a Cristo. Cuando damos nuestra vida para aceptar nuestra influencia y mantener el fuego del deseo y pasión ardiente por Dios.
Se una persona que va a la tumba, no con una canción no reconocida, sino que comprende lo que Dios le ha llamado a hacer y está dispuesto a hacer lo que sea necesario para lograr eso. Ese es el legado de una pelea bien combatida. Ese es el legado de poseer realmente tu influencia.
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