Que grato es saludarle amable oyente. Le habla David Logacho dándole la bienvenida a este último estudio bíblico en la epístola de Pablo a Tito. Con esta entrega culminamos la serie titulada: Rasgos de una iglesia saludable. Cerrando su carta, Pablo entrega algunas instrucciones personales a Tito, de lo cual podemos aprender muchas cosas en cuanto a como realizar la obra del Señor y finalmente, como es típico de él, envía saludos y la bendición final.
Si tiene una Biblia a la mano, ábrala en Tito 3:12-15. Es el epílogo de la carta. Lo que primero tenemos son las instrucciones personales a Tito. Permítame leer el pasaje bíblico en Tito 3:12-14. La Biblia dice: Cuando envíe a ti a Artemas o a Tíquico,(A) apresúrate a venir a mí en Nicópolis, porque allí he determinado pasar el invierno.
Tit 3:13 A Zenas intérprete de la ley, y a Apolos,(B) encamínales con solicitud, de modo que nada les falte.
Tit 3:14 Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto.
Pablo era un modelo de creyente y un modelo de obrero del Señor. Su ejemplo es digno de ser imitado por todos aquellos que hemos sido llamados a servir al Señor en su obra. En las instrucciones personales que Pablo da a Tito, podemos identificar al menos cuatro consejos útiles para hacer la obra del Señor. El primer consejo es trabajar siempre en equipo. Esto es muy obvio en la manera de hacer la obra del Señor por parte de Pablo. En esta porción bíblica menciona a algunos miembros de su equipo. Está Artemas. No se sabe mucho de él, aparte de esta sola mención, según la cual, él, o Tíquico, debían quedarse en Creta una vez que Tito salga hacia Nicópolis. Luego menciona a Tíquico, según Colosenses 4:7 era un amado hermano y fiel ministro, quien acompañó a Pablo de Corinto a Asia menor, llevó la carta de Pablo a los hermanos de Colosas y tal vez también llevó la carta de Pablo a Efeso. Después menciona a Zenas. Era un intérprete de la ley. Después menciona a Apolos, quien era oriundo de Alejandría y un maestro connotado después de haber recibido a Cristo como Salvador, porque inicialmente solamente conocía lo que Juan el Bautista había enseñado. En otras partes del Nuevo Testamento se menciona a otros colaboradores de Pablo. La lista es larga. Esto hace pensar que Pablo formó un equipo para que trabajen con él. Pablo jamás trabajó sólo. Esto es digno de notar. Un rasgo de una iglesia saludable es que los pastores o ancianos trabajan con un equipo de persona. Siempre será peligroso que en una iglesia exista un solo anciano o pastor, quien hace todo dentro de la iglesia. El segundo consejo es formular un plan de acción para hacer la obra del Señor. Tiene que ver con la planificación. Se dice que quien no planifica lo que quiere hacer, ha planificado el fracaso. Pablo tenía un plan de acción. Algunas personas piensan que hacer la obra del Señor con un plan es algo mundano, algo no espiritual, pero si fuera así, entonces Pablo hizo algo mundano o algo no espiritual, porque es obvio que Pablo había trazado un plan para cubrir con el evangelio el mundo conocido de su época. Aquí lo tenemos escribiendo a Tito y diciéndole: Cuando envíe a ti a Artemas, o a Tíquico, apresúrate a venir a mí en Nicópolis, porque allí he determinado pasar el invierno. De antemano, conforme a su plan, Pablo había decidido que el invierno iba a estar en Nicópolis y planificó encontrarse allí con Tito. Nicópolis era una de las varias ciudades que llevaban este nombre, el cual significa “ciudad de victoria” y ésta en particular tal vez se encontraba al sur de Grecia, sobre la costa de Acaya. Un rasgo más de una iglesia saludable es que los ancianos o pastores tienen un plan de acción, con metas específicas y con un plazo definido para alcanzar esas metas. Sin un plan así, la iglesia marchará a la deriva. Tal vez hará mucho, pero no llegará a ningún lado. El tercer consejo es hacer la obra satisfaciendo las necesidades de los obreros. Aquí es donde entran Zenas, interprete de la ley y Apolos. Entre los dos, o uno de los dos, llevaron la carta de Pablo a Tito. Pero esto no era lo único que estos colaboradores de Pablo tenían que hacer. Ellos tenían que proseguir con la obra en otros lugares. ¿Quién iba a hacerse cargo de atender las necesidades personales de estos obreros? Pues la iglesia. Por eso Pablo dice a Tito: Encamínales con solicitud, de modo que nada les falte. El verbo encaminar significa ayudar a alguien en su viaje, acompañar a alguien en viaje, conducir a alguien en su viaje. El contexto revela que se trata de satisfacer las necesidades materiales, porque dice: De modo que nada les falte. Esto se lo debe hacer con solicitud. La palabra que se ha traducido como solicitud significa con dedicación, con prontitud, con diligencia. Satisfacer las necesidades de los que sirven al Señor en su obra no debe ser considerado como una carga, sino como un privilegio. Otro rasgo de una iglesia saludable es que nada falta a los que sirven al Señor en ella. Si este consejo se tomara en cuenta en todas las iglesias, no habría obreros del Señor que se ven obligados a vivir como mendigos. Si en una iglesia hubiera solamente diez familias, y si cada familia diera solamente una décima parte de sus ingresos económicos, podrían sostener con una ofrenda digna al menos a un obrero del Señor, para que nada le falte. Pero esto no está pasando. ¿Por qué? Pues porque los creyentes no tienen claro en su mente que ofrendar para la obra del Señor es un privilegio, no una carga, y por tanto deben hacerlo con gozo y con generosidad. Creyentes así deben tomar muy en cuenta lo que Pablo dijo a Tito: A Zenas intérprete de la ley, y a Apolos, encamínales con solicitud, de modo que nada les falte. El cuarto consejo es que la obra del Señor debe ser sostenida por todos los creyentes de la iglesia. Esto es algo que se debe aprender. Uno de los rasgos de una iglesia saludable es que los ancianos o pastores enseñan a la congregación a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto. Interesante. Un creyente que no está sosteniendo económicamente a la obra del Señor, es un creyente sin fruto. Dios ha confiado a cada creyente algunos bienes, no para que los creyentes lo utilicen egoístamente sólo para ellos, sino para que además de satisfacer sus necesidades, los creyentes sostengan económicamente la obra del Señor. Una iglesia saludable es aquella en la cual cada creyente pone en práctica lo que dicen pasajes bíblicos como 2 Corintios 9:1-7. La Biblia dice: Cuanto a la ministración para los santos, es por demás que yo os escriba;
2Co 9:2 pues conozco vuestra buena voluntad, de la cual yo me glorío entre los de Macedonia, que Acaya está preparada desde el año pasado; y vuestro celo ha estimulado a la mayoría.
2Co 9:3 Pero he enviado a los hermanos, para que nuestro gloriarnos de vosotros no sea vano en esta parte; para que como lo he dicho, estéis preparados;
2Co 9:4 no sea que si vinieren conmigo algunos macedonios, y os hallaren desprevenidos, nos avergoncemos nosotros, por no decir vosotros, de esta nuestra confianza.
2Co 9:5 Por tanto, tuve por necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida, para que esté lista como de generosidad, y no como de exigencia nuestra.
2Co 9:6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.
2Co 9:7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
Son cuatro consejos que se desprenden de las instrucciones personales que Pablo entregó a Tito. Si las iglesias pusieran en práctica estos consejos, no veríamos muchos de los problemas que vemos en las iglesias. Terminando ya su carta, Pablo pone por escrito las salutaciones finales y la bendición. Tito 3:15 dice: Todos los que están conmigo te saludan. Saluda a los que nos aman en la fe.
La gracia sea con todos vosotros. Amén.
Los colaboradores de la obra del Señor que estaban junto a Pablo cuando escribió a Tito se unen para enviar saludos a Tito. Pablo también envía sus saludos a los que estaban junto a Tito y amaban a Pablo en la fe. Se respira un ambiente de armonía entre Pablo y todos sus colaboradores sin importar donde estaban. Las relaciones armónicas son tan necesarias para que una iglesia sea saludable, pero cuanto existe envidia, rivalidad, confrontación, rebeldía, sospechas y todo lo demás, la iglesia sufre, la iglesia está enferma. Pablo finaliza su carta con palabras de bendición para Tito y sus acompañantes. Les dice: La gracia sea con todos vosotros. Amén. Gracia es el favor no merecido que Dios hace a cada uno de sus hijos. Esto es lo que nos sostiene en este mundo. Amén significa: Así sea. Que por la gracia de Dios, lo que hemos estudiado en la epístola de Pablo a Tito, nos permita edificar iglesias saludables.
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