Hola amigo, amiga, que bendición poder estar junto a ti en un estudio más de “La Biblia Dice Presenta” Hemos empezado una nueva serie sobre la adoración y las implicaciones que esta tiene, no solo en nuestras vidas sino también en quienes nos rodean. Así que, sin perder más tiempo, ¿Qué te parece si tomas tu Biblia y me acompañas al libro de Nehemías, capítulo 12? Vamos a empezar en el versículo 27. Imagina esta escena, la Biblia dice: “Para la dedicación del muro de Jerusalén, buscaron a los levitas de todos sus lugares para traerlos a Jerusalén, para hacer la dedicación y la fiesta con alabanzas y con cánticos, con címbalos, salterios y cítaras. Y fueron reunidos los hijos de los cantores, así de la región alrededor de Jerusalén como de las aldeas de los netofatitas; y de la casa de Gilgal, y de los campos de Geba y de Azmavet; porque los cantores se habían edificado aldeas alrededor de Jerusalén. Y se purificaron los sacerdotes y los levitas; y purificaron al pueblo, y las puertas, y el muro. Hice luego subir a los príncipes de Judá sobre el muro, y puse dos coros grandes que fueron en procesión; el uno a la derecha, sobre el muro, hacia la puerta del Muladar. E iba tras de ellos Osaías con la mitad de los príncipes de Judá, y Azarías, Esdras, Mesulam, Judá y Benjamín, Semaías y Jeremías. Y de los hijos de los sacerdotes iban con trompetas Zacarías hijo de Jonatán, hijo de Semaías, hijo de Matanías, hijo de Micaías, hijo de Zacur, hijo de Asaf; y sus hermanos Semaías, Azarael, Milalai, Gilalai, Maai, Natanael, Judá y Hanani, con los instrumentos musicales de David varón de Dios; y el escriba Esdras delante de ellos.” (Nehemías 12:27-36)
Continua con el verso 37, dice: “Y a la puerta de la Fuente, en frente de ellos, subieron por las gradas de la ciudad de David, por la subida del muro, desde la casa de David hasta la puerta de las Aguas, al oriente. El segundo coro iba del lado opuesto, y yo en pos de él, con la mitad del pueblo sobre el muro, desde la torre de los Hornos hasta el muro ancho; y desde la puerta de Efraín hasta la puerta Vieja y a la puerta del Pescado, y la torre de Hananeel, y la torre de Hamea, hasta la puerta de las Ovejas; y se detuvieron en la puerta de la Cárcel. Llegaron luego los dos coros a la casa de Dios; y yo, y la mitad de los oficiales conmigo, y los sacerdotes Eliacim, Maaseías, Miniamín, Micaías, Elioenai, Zacarías y Hananías, con trompetas; y Maasías, Semaías, Eleazar, Uzi, Johanán, Malquías, Elam y Ezer. Y los cantores cantaban en alta voz, e Izrahías era el director. Y sacrificaron aquel día numerosas víctimas, y se regocijaron, porque Dios los había recreado con grande contentamiento; se alegraron también las mujeres y los niños; y el alborozo de Jerusalén fue oído desde lejos. En aquel día fueron puestos varones sobre las cámaras de los tesoros, de las ofrendas, de las primicias y de los diezmos, para recoger en ellas, de los ejidos de las ciudades, las porciones legales para los sacerdotes y levitas; porque era grande el gozo de Judá con respecto a los sacerdotes y levitas que servían. Y habían cumplido el servicio de su Dios, y el servicio de la expiación, como también los cantores y los porteros,conforme al estatuto de David y de Salomón su hijo. Porque desde el tiempo de David y de Asaf, ya de antiguo, había un director de cantores para los cánticos y alabanzas y acción de gracias a Dios. Y todo Israel en días de Zorobabel y en días de Nehemías daba alimentos a los cantores y a los porteros, cada cosa en su día; consagraban asimismo sus porciones a los levitas, y los levitas consagraban parte a los hijos de Aarón.” (Nehemías 12: 37:47)
Bueno, me imagino que, en uno o dos partes, simplemente te desconectaste y disfrutaste escuchándome al tratar de leer esos nombres. Pero déjenme recapitular lo que acabamos de ver en caso de que te lo hayas perdido. ¿Qué pasó? Esta es la dedicación de los muros que habían sido reconstruidos alrededor de Jerusalén y lo que aconteció fue que Nehemías y los otros oficiales se reunieron y dos coros parten básicamente de un lugar, suben por los muros y marchan alrededor de la ciudad por encima de los muros cantando alabanzas a Dios. Luego en un momento ellos van en direcciones diferentes. En otro momento ellos bajan y llegan al centro de la ciudad en donde está el templo y allí, completan el servicio de adoración y alabanza. Esa es la imagen que acabamos de ver. Entonces, ¿qué es lo que este texto tiene para enseñarnos en el programa de hoy sobre el significado de reunirse para la adoración congregacional?
Bueno, antes de nada, quiero que veas que el propósito de las reuniones de los creyentes, es celebrar la gloria de Dios. Esto es lo que acontece cuando la iglesia se reúne para adorar. Esta es la parte no negociable; celebramos la gloria de Dios. Ahora, para tener esta imagen tenemos que colocarnos en los zapatos del pueblo descrito en el Libro de Nehemías. Tenemos que recordar que en aquel día el templo era no solo un lugar a donde podías ir para adorar y que cada semana podías ir a una iglesia diferente. El templo era el lugar en donde habitaba la gloria de Dios. Allí es el lugar en donde Su nombre habitaba entre Su pueblo. De modo que, si querías adorar la gloria de Dios, el lugar principal al que ibas era el Templo. Este es el motivo por el cual reconstruyeron el templo. Ellos reconstruyeron el templo porque era la imagen de la gloria de Dios en el Antiguo Testamento.
Ahora en aquel día, cuando los muros a su alrededor estaban en ruinas en toda la ciudad y tenías a todas esas naciones paganas fuera de Jerusalén, que adoraban todo tipo de dioses, personas politeístas, y ven al pueblo de Dios proclamando que hay solamente un Dios, que tiene ese templo que estaba dedicado a su adoración; pero todas esas naciones paganas miran la ciudad, ven el templo y ven los muros en ruinas alrededor del templo, querido amigo que me escuchas, ¿qué crees que esas naciones paganas pensaron con relación al pueblo de Dios? Creo que pensaron como como: “Ese Dios es débil. Ese Dios no cuida a su gente.” Lo que aconteció fue que las naciones paganas alrededor de Jerusalén los ridiculizaron. Ellos estaban en desgracia, Nehemías capítulo 1 lo dice.
No solo el pueblo de Dios está siendo ridiculizado, también la gloria de Dios estaba siendo ridiculizada y esa es la razón por la cual Dios levanta a Nehemías para que lidere la reconstrucción de esos muros. Déjame mostrarte esto. Regresemos al capítulo 4 de Nehemías. Miremos al inicio de este texto. Tienes que escuchar esto para imaginarte el ridículo que estaba ocurriendo ahí. Se habla de algunos de los opositores a los que se enfrentaron. Repasemos tres de ellos. Nehemías, capítulo 4 versículo 1 dice: “Cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro, se enojó y se enfureció en gran manera, e hizo escarnio de los judíos. Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿Se les permitirá volver a ofrecer sus sacrificios? ¿Acabarán en un día? ¿Resucitarán de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas? Y estaba junto a él Tobías amonita, el cual dijo:” Escucha lo que Tobías habla y dice: “Lo que ellos edifican del muro de piedra, si subiere una zorra lo derribará.” Se están burlando de ellos. Entonces, ellos entregaron sus corazones y sus vidas para reconstruir estos muros. Y así, cuando llegó el tiempo de celebrar lo que Dios había hecho, ¿qué es lo que hicieron? Ellos no solamente estuvieron dentro de la ciudad. Ellos llevaron los coros y marcharon alrededor de los muros. Y la Biblia dice en Nehemías 12, que el sonido de su regocijo podía ser oído desde lejos. Todas las naciones paganas de los alrededores vieron al pueblo de Dios celebrando Su gloria. Ellos estaban declarando lo que solamente Dios podía haber hecho eso.
Entonces, la razón fundamental por la que nos reunimos para la adoración congregacional es porque la gloria de Dios vale la pena ser celebrada. Su gloria es maravillosa y vale nuestras celebraciones. Nosotros celebramos la gloria de Dios. Mira como eso acontece en un par de maneras diferentes en este texto. La adoración congregacional es el deleite público de quien es Dios. Cuando vas al versículo 27, ves a Nehemías comenzando a enfatizar el gozo que estaba por toda esta escena. El versículo 27 dice que ellos llevaron a los Levitas, ellos los buscaron desde el lugar en donde vivían y los llevaron a Jerusalén para celebrar jubilosamente la dedicación con sus canciones. No solamente para declarar, sino para celebrar con alegría estas canciones con dedicación. Y en el versículo 31 él está hablando acerca de los coros y dice que asignó, no solamente dos coros sino dos grandes coros. Él está saliendo de su camino para hablar sobre esta increíble celebración y resalta el clímax en el versículo 43. Mira la intensidad de este versículo “Y sacrificaron aquel día numerosas víctimas, y se regocijaron, porque Dios los había recreado con grande contentamiento; se alegraron también las mujeres y los niños; y el alborozo de Jerusalén fue oído desde lejos.” (Nehemías 12:43).
Cada frase en este versículo habla sobre la alegría que ellos estaban experimentando. Esta alegría pública de quien es Dios y algunas veces nosotros nos perdemos eso. Muchas veces un líder de adoración o tal vez hasta un predicador, se parará y hablará sobre la adoración, invitando a las personas a adorar, casi que, con una mirada severa en su rostro, como diciendo: “no esperes algún tipo de diversión que no se trata de ti.” Y en cierto punto, no se trata de nosotros. Pero viéndolo por otro lado, la adoración congregacional tiene todo que ver con nosotros. Esta es nuestra celebración de la gloria de Dios. Es nuestra alegría sobre quién es Él.
Nuestro gozo y la gloria de Dios se juntan en la adoración congregacional y cuando adoramos a Dios juntos, experimentamos una alegría que nada, absolutamente nada en este mundo se le puede comparar. Hay un gran gozo en la adoración bíblica. Disfrutamos públicamente o que Dios es. En Segundo lugar, públicamente, agradecemos a Dios por lo que Él ha hecho en nuestras vidas. Vemos la acción de gracias siendo mencionada una y otra vez en el libro de Nehemías. Vemos que ellos celebraron aquellas canciones con acción de gracias. El versículo 31 dice: “Y puse dos coros grandes” ¿Para qué? Para agradecer. Luego vemos en el versículo 46, justo al final dice: “Porque desde el tiempo de David y de Asaf, ya de antiguo, había un director de cantores para los cánticos y alabanzas y acción de gracias a Dios.” Acción de gracias públicas por lo que Él ha hecho.
Cuando llegues al capítulo 12 de Nehemías y leas esto y parece que se vuelve monótono y te pierdes con la mención de esa puerta y aquella puerta y esa torre y aquella torre puedes pensar, “¿por qué necesitamos toda esa información?” y esa es una buena pregunta. Quiero que pienses porque Nehemías haría todo lo posible para enfatizar las diferentes torres que estaban involucradas. Y para responder a esta pregunta, te pido que regreses conmigo al capítulo 2 de Nehemías. Quiero que escuches esto. Es una imagen magnífica. Nehemías capítulo 2 versículo 13, cuando Nehemías llega a la ciudad de Jerusalén, él sale una noche en secreto y básicamente explorando la situación sin decirle a nadie cuáles eran sus planes. El va de puerta a puerta. Mira esto, versículo 13: “Y salí de noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y a la puerta del Muladar; y observé los muros de Jerusalén que estaban derribados, y sus puertas que estaban consumidas por el fuego. Pasé luego a la puerta de la Fuente, y al estanque del Rey; pero no había lugar por donde pasase la cabalgadura en que iba. Y subí de noche por el torrente y observé el muro, y di la vuelta y entré por la puerta del Valle, y me volví.” (Nehemías 2:13-15). Imagínate la escena, tú eres Nehemías y estas explorando esos muros y cada lugar al que vas, ves muros derrumbados y en ruinas. Y en el capítulo 10 llegas al tiempo en el que celebras la reconstrucción de esos muros y vas específicamente a cada muro y piensas sobre cómo eran antes y lo que son ahora y le agradeces a Dios por lo que Él ha hecho. ¿No es bueno mirar atrás, al lugar donde estuviste antes, a las situaciones que parecían imposibles, a las cosas que enfrentaste y no estabas seguro de cómo las ibas a superar; mirar atrás y ver la fidelidad de Dios en medio de eso y públicamente ofrecer acción de gracias por lo que Él ha hecho? Que Dios nos ayude a nunca olvidar de dónde Él nos ha traído, por Su gracia y Su misericordia. Amen
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