36 Comunidad ¿Cómo funciona I (Haz clic y descarga el texto)
Cada Comunidad Cristiana debe tener la capacidad de entender que no solo los débiles necesitan de los fuertes, sino también de que los fuertes, necesitan de los débiles, la desaparición del débil es la muerte del compañerismo.
Estamos ligados en el Cuerpo de Cristo, no estamos solos, los eslabones de la cadena están trabados unos con otros y cuidadosamente son forjados en el yunque de la vida, así pues, hoy el Pastor Ron Moore nos enseña los procesos de esta forja, que nos ayudaran a crear una relación irrompible en la Iglesia.
Estamos involucrados en esta serie de mensajes que hemos titulado simplemente “La Comunidad” y estamos trabajando para entender lo que realmente significa llevar esta vida juntos, ¿qué diferencia puede hacer en nuestras vidas la Comunidad y que diferencia podemos hacer nosotros al vivir en ella? Con el propósito de responder a esta pregunta, vamos a revisar algunos textos de la escritura, encontraremos algunas palabras muy importantes, y principios que debemos aplicar a nuestras vidas, algunas de estas ideas son no negociables, ¿comprendes?
¿En tu auto hay cuatro neumáticos verdad? Y cada uno de estos neumáticos tiene que estar inflado para poder rodar ¿cierto? Un neumático desinflado no te permitiría avanzar, así que vamos a pensar en estos neumáticos como en cuatro principios no negociables para avanzar en la comunidad. En este programa vamos a dar una mirada a los primeros dos neumáticos, los cuales deben estar totalmente inflados para poder asegurarnos de que la comunidad, nuestra comunidad, va a marchar por el camino que nuestro amado Señor Jesús nos ha planteado.
Aquí está el primero; Congregarnos Juntos, reunirnos juntos, ya sé que esto es una declaración obvia. Mi hija Laura, cada vez que digo algo tan profundo como esto me dice; “gracias capitán obvio” ¿qué más me tienes que decir? Así que yo sé que esta es una declaración obvia, debemos congregarnos juntos, en grupos grandes, en grupos pequeños, en la iglesia, en las casas, en donde sea que vayamos, esto debe ocurrir para llegar a tener una comunidad, y precisamente comencé con esta declaración ya que en los primeros años de la iglesia muchos creyentes decidieron que ya no era necesario congregarse, por lo tanto el escritor del libro de Hebreos les hizo esta exhortación; “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.” (Hebreos 10:25)
Congregarse juntos, demanda cierto sacrificio, no puedes ir a la playa durante todo el verano o subir a las montañas durante todo el invierno, o quedarte dormido durante el tiempo que estamos juntos, esto no pasa, parte de las vacaciones las pasamos en la playa y no fuimos a la Iglesia el sábado o el domingo, (por favor no se lo diga a nadie), nos quedamos dormidos, tomamos café en la mañana, leímos el periódico, manejamos un poco, llegamos a la playa, tomamos sol, regresamos a la casa, tomamos más café, nos sentamos en la entrada de la casa, contemplamos el paisaje, y disfrutamos del sonido de las olas, todo era fantástico y aun no era el mediodía. Le dije a mi esposa, ¡podríamos acostumbrarnos a esto! La verdad, yo no quería venir a predicar esta mañana, pero mi esposa me obligo. Y es que congregarnos juntos demanda sacrificios, muchos sacrificios y cuando nos reunimos hay cinco cosas que deben suceder. Aquí está la primera; “Interacción cálida y apropiada” Romanos 16:16, “Saludaos los unos a los otros con ósculo santo.” Mira esto:
- 1 de Corintios 16:20, “Saludaos los unos a los otros con ósculo santo.”
- 2 de Corintios 13:12, “Saludaos unos a otros con ósculo santo.”
- 1 de Pedro 5:14, “Saludaos unos a otros con ósculo de amor”
En tres versículos bíblicos encontramos la misma instrucción. Bien, en esos tiempos un beso santo era una expresión de amistad, cálida y apropiada.
Hoy en día no hacemos esto ¿verdad? sería un poco extraño para nosotros hacer esto, estrechamos la mano el uno al otro, le decimos que nos alegramos de que esa persona esté aquí y nos saludamos mutuamente, pero también sé que hay algunos de ustedes que dicen; si, pero, esto no es parte de mi personalidad, dicen que no son personas sociables, eso puede ser muy lindo, pero yo no soy así. Pues entonces déjame decirte algo, anímate un poco y permite qué la gente te ofrezca esta muestra de amistad cálida y apropiada.
En segundo lugar, está “La Adoración sincera” cuando nos congregamos juntos, debemos hacer lo que está en Efesios 5:19,20, “hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.” Personalmente me gusta mucho hacer esto, “hablando entre vosotros con salmos” cuando cantamos, estamos hablando el uno al otro, a veces cantamos verdades de la Palabra de Dios, “Santo, Santo, Santo, Señor Omnipotente” cantamos esto juntos, esto es lo que la comunidad hace.
A veces nos cantamos el uno al otro, “Sublime gracia del Señor, que a un pecador salvo, fui ciego más hoy puedo ver, perdido y él me hallo” esto debería animarnos unos a otros ya que nos estamos comunicando, yo he decidido seguir a Jesús, no sé lo que los demás quieran hacer, pero yo quiero levantar mis manos y decirle he decidido seguir a Cristo”. Debemos acudir a esta comunidad para animarnos los unos a los otros, cantando juntos, adorando al Padre juntos.
Hay algo muy importante sobre esto, y es que a pesar de que lo hacemos semana tras semana, siempre hay una experiencia renovada, y lo mejor de todo, lo más atractivo es que un incrédulo debería ver que como creyentes nos congregamos juntos, así pues, cuando nos reunimos, un incrédulo debería ver que disfrutamos de esto, qué podemos sonreír en la iglesia. Asegúrate de estar adorando a Dios de una manera apropiada, para que otros vean que tú crees en esto, adorar a Dios de un modo apropiado anima a quienes están alrededor de ti.
Tercero, la “Instrucción Bíblica” Colosenses capítulo 3 verso 16 dice “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.” No tengo absolutamente nada qué decir que valga la pena, a menos que provenga de la Palabra de Dios, mis opiniones no importan, las opiniones de los grupos grandes o pequeño no importa, lo que verdaderamente importa, es lo que proviene de la Palabra de Dios.
Según Hechos 2:42 ¿Qué nos enseña la Palabra de Dios? Pues vamos a la Biblia y descubrámoslo. El verso 42 de Hechos capítulo 2 dice “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.” y finalmente ordenanzas, bautismo y comunión, recuerda, no te puedes bautizar tú solo, tienes que hacerlo en la comunidad, no puedes hacer esta declaración pública tú solo, la comunión es el tiempo qué dedicamos para sostener el pan y la copa de vino y juntos recordamos lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz.
No podemos olvidarnos de estas cosas, estos son elementos necesarios para la comunidad. Este es el neumático de “congregarnos juntos”
Bien, aquí está el segundo neumático “El Servicio” hay muchas maneras a través de las cuales nos servimos el uno al otro en la comunidad, algunos usamos nuestros dones espirituales 1 de Pedro 4:10, “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.” Si eres un creyente, si has confiado en Jesucristo, debes tener al menos uno o varios dones espirituales, y la escritura dice que debemos usar esos dones para servir a otros en la comunidad, está en la Palabra, es una orden de Dios, y lo necesitamos en la comunidad, no es una contribución a la comunidad, es un regalo de Dios para ti y para el servicio a la comunidad, siempre hay oportunidad para usar estos dones con las personas, esto debe ser tu deleite y tu área de ministerio.
Cuando sirves en tu área de ministerio, cuando sirves con tu don, esto te mantiene activado, esto es emocionante, pues no puedes esperar para hacerlo otra vez. Otra manera de servir es animarnos los unos a los otros, 1 de Tesalonicenses 5:11 dice, “Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.” servimos a los demás llevando las cargas los unos de los otros, Gálatas 6:2 dice, “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.” La vida no es fácil ¿cierto? de vez en cuando vamos a necesitar a alguien más caminando con nosotros, de la misma manera que lo hizo Simón de Cirene, llevó la cruz para Cristo, alguien puede necesitar que tú le ayudes a sobrellevar sus cargas, y esto es algo que tenemos en la comunidad, juntos podemos compartir nuestras cargas.
Aquí está otra manera de servirnos unos a otros; proporcionándonos hospitalidad, en el Nuevo Testamento no había cadenas de hoteles, los creyentes viajaban a otras ciudades y cuando lo hacían se hospedaban con otros creyentes, la iglesia les proporcionaba cuartos para quedarse, vamos a 1 de Pedro 4:9 y leamos, “Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones.” Es muy probable que Pedro escribiera esto porque tal vez encontró que alguien no estaba contento con esto, así que Pedro les dijo “no deben quejarse de aquello”. Lo que deben hacer es lo que está escrito en Romanos 12:13 que dice “compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.” No tenemos que convertirnos en agentes de viajes, pero la hospitalidad es algo que debe hacer la Comunidad Cristiana.
Ahora revisemos lo que dice 1 Juan 3:17 “Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.” En sexto y último lugar, el amor fraternal se manifiesta en la hospitalidad. Practicando la hospitalidad dice el texto. Bien se ha dicho que la hospitalidad es un arte perdido. La excusa para no hospedar a algún hermano que está de paso casi siempre va por la falta de espacio en la casa o el apartamento. ¿No será más bien que nos resistimos a sufrir la incomodidad pasajera que implica tener a un extraño en la casa? Olvidamos que al recibir a un hermano en nuestra casa estamos recibiendo al mismo Señor Jesucristo.
El estilo de vida de un creyente debe ser muy diferente al estilo de vida de incrédulo. Recuerda, cada vez que servimos a otro creyente, es como si estuviéramos sirviendo al mismo Señor Jesucristo, de manera que más vale que lo hagamos de corazón y con fervor.
La palabra de Dios es muy clara al enseñar que la salvación no es por buenas obras, sino para buenas obras. Por el hecho de ser salvo, el creyente debe hacer buenas obras. Efesios 2:10 dice “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”
Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.” Maravillosa instrucción la que recibimos por parte del Señor, “La Unidad” este es el tercer principio no negociable que veremos en nuestro próximo programa, juntos.
¿Es un gran desafío vivir en comunidad verdad? Te invitamos a escuchar y participar con nosotros de este maravilloso recorrido por nuestro manual de vida, la Biblia, escucha nuestro programa y descubramos juntos cuál es la diferencia que la comunidad hace en nosotros y qué diferencia podemos hacer nosotros al vivir en ella. Bendiciones
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