33 Comunidad ¿Por qué la necesito II (Haz clic y descarga el texto)
¿En dónde podemos conseguir el consejo del modo correcto en el que debemos seguir a Jesús?
Si neciamente has permitido que el orgullo llene tu corazón y en consecuencia te has creído más sabio que el mismo Dios; ahora que conoces cuán sabio es Dios, lo prudente es que pongas el dedo sobre tu boca en actitud de arrepentimiento por haberte atrevido a contender contra Dios. De lo contrario estás en peligro de recibir la justa retribución por parte de Dios, porque, así como cuando se bate la leche, se saca mantequilla y así como cuando se suena muy fuerte las narices, se saca sangre, también de seguro cosecharás la consecuencia de haber hecho airar a Dios.
Al mirar nuestra propia vida, podremos identificar tantas veces que hemos altercado con Dios, tantas veces que hemos reclamado a Dios. Tantas veces que sinceramente hemos pensado que Dios se ha equivocado. Tantas veces que revestidos de orgullo hemos ignorado voluntariamente el consejo de Dios, pensando que nosotros somos más inteligentes que Él. Señor, perdónanos por tanta ofensa a tu nombre. Queremos hacer lo que tú palabra recomienda. En arrepentimiento queremos poner el dedo sobre nuestra boca para callar ante la inescrutable sabiduría que procede de ti.
¿Por qué necesito a la comunidad? Esta es una pregunta crítica que necesita estar bien dirigida, porque hay muchos cristianos en ambos extremos de la pregunta, y necesitan una respuesta.
El consejo del modo correcto en el que debemos seguir a Jesús lo podemos encontrar en la comunidad de creyentes, dónde nos podemos juntar con otras personas que están caminando en la misma dirección, todos estamos en el mismo camino y te podemos dar un consejo si lo necesitas.
Aquí está otra instrucción para tomar en cuenta, mira nuevamente el versículo 22, “acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.” Este es un recordatorio al lector de que el sumo sacerdote entraría y rociaría la sangre sobre el altar. Y este es un recordatorio para nosotros de que Jesucristo ha pagado todos nuestros pecados en su totalidad.
Si has confiado en Él no tienes que estar paralizado por el pecado del pasado, esto sería terrible, sí, pero, hay pecados que volvemos a cometer, claro que sí, pero Jesús pagó la deuda por estos pecados también, y Satanás quiere que tú te quedes paralizado por eso, quiere que tú pienses que no puedes servir a Cristo debido a las cosas que hay en tu pasado, pero Jesús pagó el precio por tus pecados, pagó la totalidad de la culpa, puedes acercarte a Dios con una conciencia limpia, puedes acercarte con libertad.
Ahora, ¿se debería sentir alguna vez culpable un creyente? Si, esto se llama convicción de pecado, cuando pecamos, nos deberíamos sentir culpables. 1 de Juan 1:19 dice; léelo conmigo, “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.”
¡Vaya, que promesa! por lo tanto, si tienes problemas, si tienes pecados en tu vida, presentes y pasados, Dios ha prometido perdonarlos. Hay muchas personas que aún no han recibido este perdón, y posiblemente quieren que tú te sientas culpable el resto de tu vida. Si estas personas encuentran perdón y salvación en Cristo, entonces lograrán vivir en la libertad que Cristo nos da, no tienes que quedarte paralizado por tu culpa, por tus pecados del pasado o del presente.
Lo mismo pasa en la comunidad, una vez más volvamos al versículo 22, “y lavados los cuerpos con agua pura.” ¿A qué crees que se refiere esto? Pues esto hace referencia al bautismo cristiano, el bautismo no nos limpia, el bautismo no nos salva, el bautismo es un símbolo de la limpieza y la salvación que ha ocurrido en nuestro interior. Queremos que otros lo vean, queremos que otros sepan cómo nos conducimos en público ahora que Cristo vive en nuestro corazón, no podemos bautizarnos solos, no podemos bautizarnos por nosotros mismos, fuera de la comunidad el bautismo no tiene ningún significado, tenemos que hacer esto dentro de la comunidad.
Aquí está la segunda exhortación, tenemos que profesar nuestra esperanza, dale una mirada al verso 23, “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.” ¿Por qué tenemos que profesar nuestra esperanza? Dios es fiel, su palabra va a cumplirse, Él va a ser fiel con su palabra de un modo inflexible, esta esperanza está basada en las promesas indefectibles de Dios.
Ahora, déjame decirte algo, no hay nada en este mundo que pueda conducirnos hacia la eternidad, Satanás es el príncipe de este mundo, él quiere que no pensemos en la eternidad y por lo tanto si todo lo que hacemos es vivir en este mundo lejos de la comunidad, si todo lo que hago es vivir apartado de la Comunidad, pronto voy a parecerme al mundo, voy a pensar de la manera como piensa el mundo. Por eso la Iglesia es tan importante, por eso la Comunidad es tan importante, porque nos separa del mundo. La comunidad nos retira del mundo para reenfocarnos y activarnos de nuevo para hacer lo que Dios nos ha llamado a hacer.
No siempre estoy de acuerdo con lo que Eugene Peterson dice, pero realmente estoy de acuerdo con esto, él dice que la cultura de hoy en día es probablemente la cultura menos cristiana que hemos tenido, nuestra cultura es materialista y llena de mentiras y si vivimos en esta cultura, somos bombardeados por esto todo el día, y en algún momento, empezamos a creer estás mentiras, empezamos a creer que necesitamos de estas cosas.
El materialismo no tiene que estar enfocado necesariamente en cosas materiales, simplemente pueden ser deseos de cualquier tipo, por esta razón la comunidad es importante, por eso necesitamos a la comunidad, necesitamos que alguien nos recuerde cada semana, diariamente, que este mundo no es mi casa, que mi destino es la eternidad.
Aquí está la tercera exhortación, mira que el versículo 24, “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras” esta palabra significa “provocarnos” en un sentido positivo, debemos provocarnos unos a otros para las buenas obras, por eso necesitamos a la comunidad, tu no vas a conseguir esto en el campo de golf, o leyendo el periódico por la mañana, o con tus hijos en los clubes deportivos.
Bien, algunos pueden decir; “Ron, yo soy alguien auto motivado, no necesito que nadie más me diga lo que tengo que hacer”, espera un minuto, creo que hasta el atleta más disciplinado necesita de un entrenador para ayudarle a superarse. Mi equipo favorito era el de los Vaqueros de Dallas, Tom Landry fue su entrenador, deje de ser un admirador de este equipo el día que lo despidieron en 1989, admiraba mucho a Tom, su amor por Cristo y su estilo de entrenamiento, él dijo; “el trabajo del entrenador es hacer que los jugadores hagan lo que no quieren hacer a fin de conseguir los objetivos que ellos desean” me gusta mucho esta definición.
Cada atleta disciplinado necesita de un entrenador para superarse, y cada creyente, incluso los creyentes maduros necesitan de gente a su alrededor para animarlos, para estimularlos, para provocarlos para buenas obras. No debería pasar ni una semana, sin que vivamos esto en la comunidad, no debería pasar ni una semana sin que animemos y provoquemos a alguien para hacer buenas obras, de manera directa o también indirectamente.
Tempranamente en la iglesia hubo personas que dijeron que no necesitaba de esto, no habían pasado ni siquiera 3 décadas para que algunas personas simplemente pensaron que no era necesario congregarse, “no necesito de la iglesia, puedo tener las bendiciones de Cristo ahora mismo” mira el verso 25, “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.” Algunos pensaron que ya no era necesario congregarse, otros lo hacían solo como un hábito, pero ¿qué dice la escritura? “exhortándonos” animándonos, más aun ahora que el tiempo se acerca.
“No dejando de congregarnos,” vamos a animarnos uno al otro, vamos a mantenernos enfocados, ya que el día se acerca, ¿qué día? El día del regreso de Cristo, este es el día que se acerca, F.F. Bruce en su comentario sobre el libro de Hebreos dice; “cada generación cristiana debería vivir como la última generación del tiempo, esta es la manera como cada generación cristiana debería vivir” Este es el modo en el que cada generación debe pensar, nosotros somos la generación del fin del tiempo.
Esto es lo que debe llamar a nuestra urgencia, esto es lo que nos debe apasionar, esto es lo que debe sostenernos para el día de mañana, caminar en el camino que honra a Jesucristo, y traer a otras personas en el proceso, animarnos el uno al otro. Tenemos que ser aquellos que entiendan que no se trata sólo de nosotros, tenemos una responsabilidad en el contexto de la comunidad.
Por eso necesitamos de la comunidad, es una orden directa, es una instrucción de la escritura, algunos de ustedes están viviendo en la orilla de todo esto, hoy los animo, hoy les desafío, quiero asegurarme de que vivan dentro de la comunidad, porque realmente necesitamos de la comunidad, realmente la necesitamos.
Bueno, por loco que pueda parecer, había algunos creyentes que habían decidido que ya no tenían que ir a la iglesia, no tenían que relacionarse con otros creyentes, por tanto el escritor del libro de Hebreos se dirigió a ellos en esta carta y esto es lo que les dijo en el capítulo 10 versos 24 y 25, “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”
La iglesia no es un lugar para tener sesiones pasivas sentados en las bancas, los creyentes deben involucrarse y relacionarse unos con otros, no debemos dejar de encontrarnos cada semana, animándonos unos a otros para buenas obras, anime a cualquier persona para las buenas obras, ¿puedes imaginar el impacto que tuviéramos en nuestras Iglesias si aplicáramos estos dos versos en nuestras vidas? la energía y el entusiasmo de nuestra adoración se extendería más allá de nuestras paredes, y brillaríamos con una luz que ilumine a nuestra comunidad, a nuestra nación y al mundo entero, sólo quiero recordarte una última cosa, la comunidad saludable no depende de otros, déjame decirlo una vez más, la comunidad saludable no depende de otros, depende de ti, anima a otras personas, anímense los unos a los otros, su obediencia será contagiosa y lo más importante, su obediencia será bendecida por Dios.
¿Y si realmente desearíamos perdonarnos unos a otros, ya que hemos sido perdonados por Dios? No solo leer sobre esto, sino realmente hacerlo, ¿te imaginas el impacto que esto tuviera en nuestra Comunidad?
Recuerda, somos pecadores salvados por la gracia, pero aún somos pecadores. Escucha nuestro próximo programa y conoce, junto a nosotros, más sobre estos impedimentos que la comunidad experimenta.
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