Entonces, se honesto, ¿simplemente amas las cosas cristianas o amas a Jesús y estás dispuesto a seguirlo a donde sea que Él te pida que vayas?
Cuando las aguas de la vida cristiana se vuelven difíciles, ¿a dónde navegas? ¿Te quedas en una ensenada protegida o te subes en un barco para el desafío del mar abierto? Elije el barco y permite ver a tu Salvador caminar sobre las olas y calmar la tormenta. En esta transmisión, Ron Moore habla sobre abandonar el viaje fácil para encontrar lo mejor y todo lo que se necesita es mantener el ojo en la brújula. ¿Qué estás dispuesto a dar para tenerlo todo? ¿Darías todo lo que no puedes conservar para ganar un premio que nunca podrás perder? Esa es la decisión a la que se enfrentó un hombre en las Escrituras y Ron Moore está aquí para contar su historia para que pueda elegir sabiamente.
Pero antes, quiero que sepas sobre el recurso de audio gratuito de Ron «Bajo tierra». En este mensaje desafiante, descubrirás cómo construir una vida que supere la difícil prueba del tiempo. «Bajo Tierra» está disponible en http://www.labibliadice.org
Tunch Ilkin, el líder de nuestro grupo de hombres dice esto sobre los jugadores de la NFL. Él dice que hay dos tipos de jugadores: a algunos les encanta ser futbolistas y a algunos les encanta jugar al fútbol. Ahora piensa en eso. Hay quienes aman ser futbolistas; les gustan los beneficios, el dinero, la notoriedad, el estilo de vida, el gran escenario con los grandes juegos bajo las luces brillantes, es decir, les encanta ser futbolistas. Pero a otros les encanta jugar al fútbol; aman los entrenamientos, la sala de pesas, trabajan duro durante la temporada, ellos aprecian las prácticas, pasan tiempo en la sala de videos, estudian el libro de jugadas, son los primeros y los últimos en irse.
Paso lo mismo con muchos cristianos, ¿verdad? Algunas personas aman ser cristianas y aman las buenas cosas cristianas; les gusta alimentar a los pobres, les encanta servir en ministerios cristiano, aman ir a viajes de misiones, les encanta cómo el grupo juvenil impacta a sus hijos y les encanta que su esposa/o realmente disfrute cantando en el coro, les encanta ir los domingos a la iglesia, les encanta el seguro contra incendios que viene con el final del trato. Como dijo un puritano: «Muchos cristianos aman a Dios como el granjero ama a su vaca por la leche y la mantequilla». Algunas personas aman ser cristianas, pero algunas personas aman a Jesús; lejos de los fríos ministerios cristianos, pasan un tiempo significativo en la Palabra cuando nadie más está mirando. La oración no es una llamada de emergencia espiritual al 911, es una conversación con el Padre celestial, participan en las disciplinas espirituales por su voluntad y no porque tienen que hacerlo. Ellos saben que eso no funciona para Dios, sino porque aman a Dios y quieren construir su alma, están dispuestos a seguir a Jesús incluso cuando es difícil, están dispuestos a defenderlo, aunque tengan que estar solos. Ellos están decididos a enseñarles a sus hijos lo que significa seguir a Jesús, no dejan eso en las manos del grupo de jóvenes o a la escuela cristiana. Ellos saben que fue Dios quien les dio a esos niños y que al final del día son ellos los únicos responsables. Ellos aman a Jesús y quieren seguirlo cerca y esforzarse por seguirlo, si tú quieres que eso suceda en tu vida, pues debes ser honesto, debes darte un tiempo entre tú y Dios. Y tú ¿dónde estás? ¿Simplemente amas las cosas cristianas o amas a Jesús y estás dispuesto a seguirlo a donde Él te pida que vayas? Dos cosas muy diferentes, ¿verdad?
Toma tu Biblia y vamos al capítulo 9 de Lucas. En los versículos 57 al 62 hay tres historias cortas de aspirantes a seguidores que quieren seguir a Jesús como un seguro de vida. Lucas capítulo 9 versículo 57 dice: «Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas” Esa es una afirmación bastante audaz ¿No es así? «Te seguiré donde sea que vayas» y esperarías que Jesús dijera: genial, vamos, únete a los discípulos.” Pero Él conoce nuestros corazones y Jesús sabía que este tipo no entendía el costo de su declaración.
Mira el versículo 58 «Respondió Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo de Dios no tiene donde recostar su cabeza» ¿Oyes lo que Jesús está diciendo? “Quieres ir conmigo a donde quiera que vaya. Ni siquiera sabemos dónde vamos a dormir esta noche. ¿Qué crees que Jesús le estaba diciendo a este hombre? Él estaba diciendo que este hombre está actuando por impulso. Simplemente te entusiasma algo. Eres como un flash en la sartén. No tienes idea de lo que cuesta seguirme. Vas a tener que dejar algunas cosas y algunas personas, debes abandonar tu zona de confort.
Entonces, aquí 2,000 años después, ¿qué aplicación podemos sacar de eso? ¿Cuáles podrían ser algunas de las cosas con las que nos hemos puesto demasiado cómodos? ¿Acaso es algo material? Mira, el mejor trato comercial jamás presentado es del Padre celestial. Jesús dice: voy a darte todo lo que necesitas, todo vendrá de mí. Tú puedes conservar el 90% de eso y me das 10% de vuelta para poder invertirlo en el trabajo del reino. Pero lamentablemente aún hay muchos cristianos que no han logrado entender que todo lo que tenemos proviene de Dios. Entonces yo pregunto: ¿Cómo creemos que Dios nos va a bendecir, cuando aquí hay una manera tangible de demostrar todo y parece que no podemos hacerlo? Algunos cristianos están sentados en fajos de dinero en efectivo que podrían invertirse en todo el mundo para el impacto del reino. Eso es lo que Jesús le está diciendo a este hombre
Seguir a Jesucristo implica integridad total. Un adolescente que pasa de una relación a otra relación, no puedes ser un adolescente sexualmente activo y decir: “yo soy todo por Jesús” No puedes decir que estas saliendo con alguien, sin saber si ella o él es un creyente. Ahora, déjenme preguntarles algo, padres: ¿Están dispuesto a dejar que sus hijos sigan a Cristo? Conozco a algunos padres que están demasiado asustados para dejar que sus hijos hagan un viaje misionero; están robando a sus hijos la oportunidad de ser siervos del Señor. Entonces, ¿cuál es tu zona de confort?
El primer joven le preguntó a Jesús, ¿puedo seguirte? Jesús le pidió al segundo hombre que lo siguiera. En el versículo 59 «Dijo a otro hombre: Sígueme». Pero el hombre respondió: «Señor, déjame enterrar a mi padre». Y Jesús le dijo: «Deja que los muertos entierren a sus propios muertos» (Lucas 9:59-60). Ahora, cuando Jesús dijo esto, la gente se quedó boquiabierta. Esta fue una declaración impactante, porque cuidar de tus padres, era un deber sagrado. Esto es un mandamiento, ¿verdad? Debemos honrar a nuestro padre y madre. Por cierto, el padre de este tipo no estaba muerto. Si su padre hubiera estado muerto, habría estado en el proceso de duelo con él. Su padre pudo haber estado a punto de morir, y en ese caso, no habría podido seguir a Jesús durante un año. Ese es el proceso de duelo del entierro e incluso, hay algunas investigaciones nuevas que dicen que, durante este tiempo, después de un año, desenterrarían la tumba y volverían a enterrar los huesos.
Jesús exige un compromiso radical, que reemplaza todas las relaciones, incluso la de nuestros padres. Tenemos que dejar todo de lado para seguir a Jesús. Y sé de muchachos de entre 30, 40 y 50 años que aún están tratando de complacer a sus padres y a todos los demás, y por eso no pueden agradar a Dios. Por cierto, padres, por el amor de Dios, dejan que sus hijos respiren, déjalos ir. Cuando se casen, déjalos vivir sus vidas. No estés en todos los detalles de su vida. Estás matando su relación cuando haces eso. No puedes seguir a Jesús si otras relaciones son más importantes que Él.
Hay un tercer hombre, verso 61: «Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa” Ahora este tipo no estaba diciendo que va a buscar su mochila y decir adiós. Él dice: te seguiré, pero primero tengo algunas cosas que debo hacer, voy a seguirte, Señor, pero tengo que terminar la escuela secundaria. Te seguiré, pero tengo que ir a la universidad. Entonces ahí si te seguiré. Primero trabajaré, ganaré algo de dinero y ahí te seguiré. Ósea, si te seguiré, pero será luego. Entonces Jesús dice: «Nadie que ponga su mano en el arado y mire hacia atrás es apto para el servicio en el reino de Dios» (Lucas 9:62).
No puedes seguirme en tus propios términos. Jesús dice: no me puedes seguir y siempre mirar hacia atrás. No me puedes seguir y siempre volver a los pecados del pasado. No puedes seguirme y tener un pie en el mundo. No puedes seguirme y tratar de complacer a otras personas. Debes seguirme sin lealtades divididas. Entonces, ¿realmente estás siguiendo a Cristo? Tal vez te gusten las cosas cristianas. Te gusten los himnos y las alabanzas, pues mira, eso es genial siempre y cuando seas obediente a ese Dios.
William Borden era de una familia rica y adinerada. Él creció como un niño rico y privilegiado. Como regalo de graduación de la secundaria, hizo un viaje alrededor del mundo. ¿Cuántos de ustedes tuvieron un viaje alrededor del mundo como regalo de graduación de la escuela secundaria? En fin, Dios se apoderó del corazón de Borden. Mientras navegaba en el Medio Oriente y en Asia, él vio a estas personas sin Cristo y, en medio de su viaje, le escribió a su familia y dijo: “voy a dar mi vida para prepararme para el campo misionero” Se dice que a menudo se podía encontrar a William Borden en el centro de New Haven, con un vagabundo, lo llevaba a comer y les compartía de Cristo. Él usó sus recursos para comenzar un lugar para quienes no sabían a dónde ir.
Tenía un verso que colocó en una pancarta sobre su puerta. Era el Salmo 119:9 “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.” (Salmo 119: 11). Después de su muerte, se encontró la Biblia de Borden y se la dieron a sus padres, y en la parte posterior de la guarda de la Biblia estaban estas palabras que él había escrito «sin reservas» Ellos miraron la fecha alrededor de eso, y fue justo cuando tomó la decisión de no seguir la fortuna de su familia, sino ir a las misiones, luego notaron estas palabras «sin retiros». Imagínense cómo se sentía su padre porque la fecha de este era un momento en que su padre le dijo que, si él entraba en el campo de misión, nunca volviera.
Poco antes de morir, escribió estas palabras en la parte posterior de su Biblia «sin remordimientos». Voy a seguir a Jesús cualquiera que sea el costo. Haré lo que sea que Él me llame a hacer. Dejaré una fortuna atrás. No me importa eso, sólo me importa seguir a Jesús. Sin reservas, sin retiros y sin remordimientos. Voy a mirar solamente hacia adelante, no voy a mirar hacia atrás, no voy a seguir a Jesús en mis términos. Sin arrepentimientos, incluso cuando mi vida termine a los 25 años. No me arrepiento de seguir a Cristo.
Y tú ¿podrías escribir esas palabras?, ¿podrías vivir una vida así? Tengo que decirte que estudiar este pasaje esta semana fue una condena. ¿A qué me he rendido realmente para seguir a Cristo? ¿Él simplemente nos ha llamado a una vida de confort? No sé lo que eso significa para usted, pero ¿qué significa vivir una vida sin reservas, sin retirada, sin arrepentimiento en su negocio? ¿Qué significa vivir una vida sin reservas, sin retirada, sin arrepentirse con su dinero? ¿Te imaginas si daríamos nuestro dinero para el trabajo del reino? El impacto que podríamos hacer. ¿A qué nos hemos rendido realmente para seguir a Jesús?
Esta interacción con Jesús y Zaqueo no es una historia para niños. Dietrich Bonhoeffer y su libro Costo para el Discipulado dicen que este es uno de los pasajes más peligrosos de todas las Escrituras.
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