Reciba cordiales saludos amigo oyente, al inicio de un nuevo estudio bíblico. Estamos estudiando lo que Dios nos ha revelado en su palabra sobre el Espíritu Santo. Haciendo un brevísimo resumen, hemos visto ya la definición de los dones espirituales, después vimos la distribución de los dones espirituales, luego invertimos bastante tiempo en la descripción de los dones espirituales. En esta ocasión, el hermano David Logacho nos hablará del descubrimiento de los dones espirituales. ¿Cómo puede Ud. saber qué dones espirituales tiene?
Si hiciéramos una encuesta entre creyentes exclusivamente, y una de las preguntas fuera: ¿Sabe Ud. cuáles son sus dones? La gran mayoría de creyentes respondería negativamente, algunos ni siquiera sabrían qué es esto de dones. No es exageración amigo oyente, cuando afirmamos que es mínimo el porcentaje de creyentes que están conscientes de los dones espirituales que poseen. Por eso es vital tener al menos una idea sobre cómo descubrir los dones que poseemos. Recuerde amigo oyente, que cada creyente posee al menos un don de esa lista de 18 dones que hemos descrito en nuestros últimos estudios bíblicos. Es nuestra responsabilidad entonces el identificar cual es ese o esos dones que tenemos. ¿Cómo hacerlo? Permítanos sugerir este procedimiento, el cual no es ningún secreto ni tampoco una fórmula mágica que producirá un resultado en un instante. Como Ud. notará inmediatamente, se trata de un proceso, es decir, algo que toma tiempo y no poco esfuerzo. Quizá esto desilusione a algunos, porque nuestra humana naturaleza está acostumbrada a la receta rápida. Vivimos en la edad de lo instantáneo. Tenemos café instantáneo, sopas instantáneas, transacciones instantánea, etc. y este frenesí ha conducido a algunos creyentes a esperar alguna forma instantánea para alcanzar madurez espiritual por ejemplo, y también a esperar alguna receta para aplicarla a la brevedad posible e instantáneamente identificar los dones que uno posee. Se podrá preparar un café instantáneo amigo oyente, pero no existe forma de lograr madurez espiritual instantánea como tampoco existe forma de identificar dones espirituales instantáneamente. Por eso es que hablamos de un proceso que toma tiempo y demanda esfuerzo, lo cual no es bienvenido por la carne. Veamos pues, de que se trata este proceso para identificar los dones espirituales que poseemos. Primero, Ud. tendrá que informarse lo más detalladamente posible sobre el asunto de los dones espirituales. Escuche conferencias sobre este tema. Asista a talleres en los cuales se trate este asunto. Lea libros alusivos al tema pero sobre todo, escudriñe su Biblia, porque ella es el cofre que guarda tesoros incomparables. Esfuércese por entender lo que ella dice sobre los dones espirituales. Un conocimiento profundo de al menos los capítulos 12 a 14 de la primera carta de Pablo a los Corintios será indispensable para informarse sobre los dones espirituales. Si Ud. amigo oyente, es negligente en estudiar su Biblia sistemáticamente, jamás identificará los dones que el Señor le ha dado mediante el Espíritu Santo. Segundo, desarrolle una actitud de hacer cualquier cosa para el Señor. Recuerde que no existe tarea de segunda categoría cuando es hecha para el Señor. Para el Señor es tan importante el predicar como el limpiar el templo. Los humanos categorizamos lo que se hace para el Señor, dando más importancia a ciertas tareas, en desmedro de otras, pero para Dios no hay tal. No sea como un joven creyente quien decía: Señor, solamente si me has dado el don de evangelizar te serviré. Tercero, involúcrese en el trabajo de la iglesia local. No se preocupe por ahora en el tipo de trabajo que va a estar haciendo simplemente empiece a trabajar. En lo que sea y cuando sea. Quizá esta recomendación le suene algo extraña, porque se supone que los creyentes debemos servir al Señor en el área en la cual él nos ha capacitado mediante los dones espirituales. Pero lo que pasa es que por ahora Ud. no sabe que dones posee y en cierto sentido Ud. tiene que hacer la prueba en varias áreas. Seguramente en alguna de ellas se encontrará más cómodo y será más efectivo. Lo importante es empezar a actuar dentro de la iglesia local. Es triste y lamentable que la mayoría de los creyentes en las iglesias locales no son actores sino simples espectadores. Dios jamás tuvo en mente que los creyentes fueran espectadores en la iglesia local, la idea de Dios es que cada creyente trabaje en la iglesia local. Veamos cuál fue el consejo de Pablo a los apóstoles, profetas, evangelistas y pastores-maestros. Efesios 4:12 dice: «a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo» Los líderes de las iglesias, llámense pastores obispos o ancianos, no son los que ejecutan el show para agasajar a los espectadores en las iglesias locales. ¡No señor! Los líderes en las iglesias locales son los que perfeccionan o equipan o capacitan a los creyentes en la iglesia local, para que sean los creyentes en la iglesia local quienes hagan el trabajo en la iglesia local. Esto es hacer la obra del ministerio. Si Ud. amigo oyente está en una iglesia local donde el pastor o los líderes son los que hacen todo, entonces algo no está funcionando bien en esa iglesia local. Los líderes son solamente los que guían por medio de la capacitación, el trabajo de los creyentes. Así que, amigo oyente Ud. tiene que arrimar el hombro para trabajar en la iglesia local. Empiece haciendo cosas aparentemente insignificantes y poco a poco irá asumiendo más y más responsabilidad. Así es como han comenzado todos los que ahora están haciendo mucho en la obra del Señor. Quizá comenzaron limpiando el templo, pero fueron fieles en ello y eso les permitió enseñar una clase de escuela dominical. Su constancia, a lo mejor les condujo a dirigir el grupo de jóvenes y eventualmente esto abrió la puerta para una capacitación formal, lo cual, en su debido tiempo resultó en tomar una responsabilidad muy importante dentro de la iglesia local. Pero todo esto tuvo un comienzo. ¿Dónde comenzó? Pues cuando hubo una decisión de involucrarse en el trabajo en la iglesia local. Si Ud. quiere identificar sus dones amigo oyente, no piense que lo conseguirá sentado en su casa, aunque se las pase orando todo el tiempo. Los dones son identificados por aquellos que están dispuestos a trabajar en la iglesia local. Le recomendamos por tanto que a la brevedad posible se ponga a disposición de los líderes de la iglesia local. Estoy seguro que será de bendición para ellos, para la iglesia local, para Ud., y de paso será la ocasión para que Ud. conozca los dones que el Señor le ha dado. En cuarto lugar, observe en que áreas de servicio Dios le utiliza con mayor efectividad. Recuerde amigo oyente que los dones espirituales son capacidades sobrenaturales dadas por Dios a los creyentes mediante el Espíritu Santo y por tanto es de esperarse resultados sobrenaturales cuando esas capacidades se ponen en acción. Si Ud. por ejemplo tuviera el don de evangelismo, seria de esperarse que cada vez que Ud. predica el evangelio haya muchas personas que tornen decisión por Cristo. La presencia del don de evangelismo en su vida producirá un fruto abundante de almas salvadas por el Señor. Al mirar el fruto de su ministerio. Ud. tendrá un elemento de juicio muy importante para identificar su don. Si hay poco fruto en un área tal de servicio a lo mejor será porque Ud. no ha sido capacitado con dones espirituales en esa área de servicio. Quinto, busque el consejo de creyentes maduros que han visto su trabajo para el Señor. Proverbios 11:14 dice: “Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud de consejeros hay seguridad”. Muy a menudo, otras personas pueden percibir algo que nosotros no lo vemos fácilmente. Pida consejo a los líderes de su iglesia local a creyentes maduros en quienes Ud. tenga confianza, dígales que Ud. está tratando de identificar sus dones y que como ellos han sido testigos de su trabajo, le den consejo en cuanto a en qué áreas Ud. se desenvuelve mejor. Los consejeros no tomarán las decisiones por Ud. pero ciertamente serán de gran ayuda. Espero amigo oyente que al poner en práctica estas sugerencias, Ud. sea uno de los pocos que logra identificar sus dones.
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