Cuando Dios permite que un hombre y una mujer estén juntos, a través del matrimonio, ellos pueden demostrar la Gloria de Dios de una manera en la que solos no lo hubieran podido hacer. Finalmente, el propósito del matrimonio es darle Gloria a Dios.
¿Qué es el matrimonio y cuál es su verdadero propósito? ¿En qué debería concentrarse usted con su matrimonio a fin de encontrar ese propósito? ¿Y qué hay que hacer cuando ese vínculo se rompe? Ron Moore explora estas preguntas en el programa de hoy y en esta exploración descubrirá la importancia y el propósito de su matrimonio para que sea inquebrantable.
El matrimonio es difícil, es verdad, el matrimonio es muy difícil, pero Dios los ha puesto juntos para que honren su nombre, Dios los junto para que puedan hacer lo que no hubieran podido hacer por sí mismos solos.
El matrimonio es más grande que nosotros, se trata de Dios, Él los hizo el uno para el otro, Odia el divorcio, pero sabe que somos pecadores, por lo que hay dos razones en las Escrituras para el divorcio:
La primera está en el libro de Mateo capítulo 19 verso 3 y dije: “Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?” en los siguientes versículos Jesús dice, “Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla?” (Mateo 19:3-7) Escucha lo que dice Jesús, verso 8: “Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. [es decir que esto no era la intención original de Dios] Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera” (Mateo 19:8-9) Entonces hay una razón bíblica para el divorcio y eso es la infidelidad conyugal, el adulterio.
Ahora, algunos dicen que está hablando de adulterar una sola vez, otros dicen que es cuando se ha adulterado varias veces. Creo que es el acto de una sola vez, ese acto de una sola vez rompe el pacto que usted ha hecho, rompe el pacto de una carne que has hecho para abandonar a todos los demás. Habiendo dicho esto debemos mencionar que nosotros nunca hemos abogado por el divorcio, siempre insistimos en el perdón y la restauración. Cuando hay verdadero arrepentimiento, el verdadero arrepentimiento es un quebrantamiento ante Dios, es decir sentimos verdadero dolor por el pecado contra Dios y contra su conyugue, sólo entonces podemos buscar la restauración. Y por la gracia de Dios Hemos vistos muchos matrimonios restaurados, así que podemos ayudarlos a buscar ayuda para lograr esta restauración.
Pero está bien, en este programa estamos señalando las razones para el divorcio, así que es mejor que continuemos. Y quiero empezar con una pregunta: ¿Qué diremos sobre la pornografía? No es que crea que la pornografía sea causa para un divorcio; es devastador, es degradante, es un pecado, pero de acuerdo con las escrituras, no es causa para un divorcio. Jesús dijo en Mateo capítulo 5: “Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mateo 5:27 y 28) Generalmente es el hombre el que mira a una mujer de manera lujuriosa, y aunque eso incluye la pornografía, en realidad esto va más allá de eso, él ha cometido pecado en su mente, y lo puede hacer en cualquier momento y situación: una compañera de oficina, una imagen mental, una imagen en un computador o en una revista, en fin, esto puede suceder en muchos lugares. Sólo hay un hombre que caminó sobre esta tierra que no cometió este pecado.
Pero, Si cometer adulterio en el corazón es motivo de divorcio entonces, a la luz de Mateo 5, toda esposa tendría motivos para el divorcio. Ahora, vamos a 1 de Corintios 6 verso 18, esto dice así: “Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca” Debemos huir de la inmoralidad sexual, Pablo dice que cualquier pecado esta fuera del cuerpo, pero, el coito con otra persona es un pecado que atenta contra el cuerpo mismo de la persona. Entonces, el adulterio físico es el único causal para el divorcio. Pero siempre insistimos en el perdón y la restauración.
Ahora mira el capítulo 7 de 1 de Corintios versos del 10 al 12: “Pablo dice, Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer” Aquí Pablo está enfatizando que él sólo dice lo que dicen las escrituras, “Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone.” Ahora mira esto, “Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos” (1 Corintios 7:12-14) Esto no significa que “el marido incrédulo” se ha convertido, lo que sucede es que es santificado por medio del conyugue creyente.
Ahora mira el verso 15: “Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios” (1 Corintios 7:15) Esta es otra causa: el abandono. Adulterio y abandono, dos razones válidas para el divorcio. Bueno, tal vez tú piensas: ¿Qué pasa con el abuso? Bueno, cuando hay abuso en un matrimonio, siempre aconsejamos la separación, nadie puede estar obligado a permanecer en una relación donde exista el abuso en cualquiera de sus formas. Generalmente los casos en esta condición son entregados a líderes especializados de la iglesia para que determinen consejería y también para futuros pasos a seguir, pero todo ello se realiza un paso a la vez.
Todo pecado es desordenado y los pecados dentro del matrimonio son muy delicados, tarde o temprano traen dolor a la pareja, traen dolor a la familia y en determinados casos debemos enfrentarlos y responsabilizarnos por ellos.
Cuando estamos atravesando momentos de dolor, es importante tener a nuestro lado amigos y personas que puedan ser buenos consejeros con bases bíblicas, asegúrate de tener a alguien en tu vida que esté dispuesto a ofrecerte asesoría bíblica, sabemos muy bien que es difícil abrir nuestro corazón y contar todo lo que sentimos, también es complejo encontrar alguien que esté con nosotros las 24 horas del día. Todos nosotros sabemos muy bien que es en esos momentos de soledad, dónde el enemigo ataca con mayor facilidad, como ministerio nos encantaría poder brindarte nuestro apoyo siempre, es por eso, que hoy te invitamos a descargar completamente gratis nuestra “App La Biblia Dice” ahí podrás recibir la palabra del Señor siempre que la necesites, porque aunque yo no este, Dios siempre estará. Hay muchos amigos que dirán lo que creen que quieres escuchar y es peligroso tener amigos así
Finalmente voy a hablar con los divorciados, seguramente estarán pensando: si ya me he divorciado ¿qué? Bueno, aquí están algunas cosas: en primer lugar, esto va a ser muy difícil para algunos de ustedes, pero deben escucharlo: si es posible intenté la reconciliación, sé que para algunos de ustedes esto puede estar fuera de discusión, pero si su ex cónyuge no se ha vuelto a casar, sería realmente una bendición que Dios los restaurará, cambiará sus corazones y lo trajera nuevamente como una nueva pareja que Él pretendía que usted fuera.
Todos somos pecadores, y en un divorcio, el esposo y la esposa tienen gran parte de responsabilidad para que el matrimonio no haya funcionado. Pídele a Dios que te muestre de qué manera podrías lograr la reconciliación. Siguiente: busca el perdón de Dios y acepta su gracia. Aquí tenemos otro asunto difícil, Busca el perdón de tu ex cónyuge por tu contribución en el fracaso del matrimonio, si el 90% fue su culpa, si el 95% fue su culpa, incluso por ese 5% que fue tu culpa, tienes que enviar un correo, una carta o llamar, y decirle: mira, estoy realmente arrepentido por no haber hecho mi parte para que nuestro matrimonio funcione. Eso es todo lo que necesitas decir y es muy importante porque el 50% de los primeros matrimonios fracasan el 60% de los segundos matrimonios fracasan y el 75% de los terceros matrimonios terminan mal.
No busques otra relación inmediatamente, después de un divorcio. Muchas personas hacen esto, y si ya te divorciaste, asegúrate de que estás tomando la decisión adecuada, asegúrate de buscar personas que puedan ayudarte a sanar y que no te permitan buscar otra relación demasiado pronto.
Y por último si te casas nuevamente haz un compromiso firme para esta vez hacer lo correcto. haz un compromiso para que esta vez funcione. Hazlo a la manera de Dios. No se puede cambiar el pasado, pero Dios puede redimirte y Él puede concederte un nuevo compromiso para hacer que funcione esta vez, el matrimonio es más grande que nosotros, el matrimonio es una idea de Dios, Él nos ha reunido, tenemos que invertir nuestra vida en cada uno de los otros, Él dice “lo que Dios unió que no lo separa el hombre”
Ahora me gustaría concentrarme en este aspecto de La redención. Muchas veces después de un divorcio, una mujer cristiana, y debería añadir, también hombres cristianos, se sienten inútiles, desorientados, avergonzados, especialmente si piensas que nunca te podría suceder a ti, pero Dios es capaz de convertir nuestras cenizas en victorias como la historia que escucharemos en nuestro próximo programa. Esperamos que puedas acompañarnos, bendiciones.
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