Aquí está la buena noticia, Dios no quiere que estemos separados de Él, nos amó tanto que envió a su hijo Jesucristo para que Él haga por nosotros lo que nosotros no podíamos hacer por nosotros mismos, Jesús vino para solucionar el problema de nuestra separación con Dios.
El Hijo de Dios entró en el mundo como un bebé que estaba envuelto en pañales y recostado en un pesebre. Emmanuel, Dios con nosotros. Pero su propósito era mucho mayor que la encarnación, mucho mayor que su ejemplo perfecto, el mayor de sus milagros y enseñanza. Hoy, conoceremos el propósito eterno que se había puesto en marcha antes de la fundación del mundo. En su explicación, tú puedes encontrar tu propósito eterno.
A través de la historia, en la iglesia tenemos esta gran festividad llamada la Pascua, alguien puede decir que Él ha resucitado, y nosotros también podemos decir Él ha resucitado, es más, ¡vamos a hacerlo juntos! ¡Él ha resucitado! Él verdaderamente ha resucitado,
- S. Lewis fue un ateo, cuando se convirtió en creyente dijo: “Una de tres cosas es verdad”. “Este (hablando de Jesús) era y es el hijo de Dios, o es un lunático en el nivel de hombre enfermo de vanidad y orgullo, o Él es el mismo diablo del infierno”. Pero, dijo Lewis, “nunca venga apoyando la idea absurda de que Él fue solamente un gran maestro de moral. Él no nos ha dejado esa opción. Ese no ha sido su propósito». De estos dichos se pueden obtener las siguientes afirmaciones de la cual una de ellas debe ser cierta:
- Jesús era un lunático: Jesús no era Dios, pero creía que lo era.
- Jesús era un mentiroso: Jesús no era Dios, y lo sabía.
- Jesús era el Señor: Jesús es Dios.
Padre te damos gracias porque Jesús murió por nuestros pecados y sabemos que Jesús era el Señor: Jesús es Dios, y él fue el primer fruto de la resurrección, te damos gracias porque podemos venir hoy día sin ninguna duda en nuestra mente, confiando en Jesucristo de que cuando cerremos nuestros ojos a la muerte, lo que Jesús ha hecho nos permitirá pasar de muerte a vida eterna, Padre si hay alguien aquí que no tiene esa garantía te pido en el día de hoy, te pido Dios que hagas tu obra en su corazón, oramos en el nombre de Cristo amén.
Pablo en su primera carta a los Corintios escribió esto en el capítulo 15 versículos 3 al 5, Escucha lo que él dice; “Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce” (1 Corintios 15:3-5) En estos versículos Pablo explica algo muy importante, no te pierdas esto, Pablo dice: “Jesús murió por nuestros pecados”, este es el corazón del mensaje cristiano, fue enterrado como prueba de su muerte, resucitó al tercer día y fue visto nuevamente con vida. Así, en 24 palabras, aproximadamente el tamaño de un mensaje de texto reside el corazón del mensaje cristiano.
Quiero asegurarme de que todos entendemos lo que significa confiar en Cristo, creer en Él; la Biblia es muy clara al decirnos que el hombre está separado de Dios, el hombre está en un lado y Dios está en el otro, y existe una gran separación entre nosotros, el hombre es pecador y Dios es Santo, ahora, no siempre fue así, de hecho, en Génesis capítulo 1 y 2 cuando Dios creó los cielos y la tierra puso al hombre en un ambiente perfecto.
Y en este paraíso le dio al hombre un mandamiento, sólo uno; Génesis capítulo 2, “Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente [¿qué?] morirás” (Génesis 2:16 y 17)
Ahora justo después de que Dios diera esta ordenanza dijo: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él” (Génesis 2:18) así que creó para el hombre a la mujer y realmente en ese momento fue algo muy bueno ¿verdad? Dios completó al uno con el otro, pero a Satanás no le gusta cuando algo es realmente bueno, entonces Satanás se acercó a la mujer, en Génesis capítulo 3 y le dijo: “¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis” (Génesis 3:1-3) entonces Satanás dijo, ¿sabes qué? Dios es un mentiroso, no van a morir, “sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal” (Génesis 3:5) a propósito, esto es lo que nosotros siempre deseamos ¿verdad? queremos ser como Dios.
Queremos hacer nuestra voluntad, queremos hacer lo que deseamos y cuando nosotros lo deseamos, queremos hacer las cosas a nuestra manera, queremos ser como Dios, esa fue la tentación de Adán y Eva y esta es la tentación para nosotros hoy en día. Es muy interesante que cuando Dios confrontó al hombre a causa de su pecado, abierta y descaradamente él le echó la culpa a alguien más, capítulo 3 verso 12 dice: “Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí” es tu culpa Dios, inicialmente yo no quería una mujer yo estaba bien sólo, la mujer entonces dijo; tampoco es mi culpa, es culpa de la serpiente y desde entonces tenemos la tendencia a culpar por nuestros pecados a otras personas, siempre es culpa de otra persona.
En Génesis capítulo 3 el pecado entró a la raza humana como un veneno, contaminando al hombre y a toda su descendencia hasta llegar a nuestros días.
Isaías capítulo 59 dice: “pero vuestras iniquidades [vuestros pecados] han hecho división entre vosotros y vuestro Dios” (Isaías 59:2) Ahora, la verdad es que no queremos estar separados de Dios, no fuimos creados para estar lejos de Dios, Génesis 1 y 2 dice que fuimos creados para vivir en comunión con Dios, un escritor dijo que tenemos un vacío en nuestro corazón que sólo Dios puede llenar, es como un agujero en nuestro corazón que sólo Dios puede llenar, otro escritor dijo que es como un hambre por dentro, estamos hambrientos de Dios, otro escritor dijo que es una inquietud, estamos inquietos sin Dios, y lo que tratamos de hacer es un montón de cosas para cerrar esta brecha ¿no es así? Ahora, sé que muchos de ustedes proceden de profundas tradiciones religiosas y no quiero ofender a nadie pero sabemos lo que dice la Biblia, cualquiera que sea su tradición, nada de eso puede hacerte suficientemente bueno para Dios.
Ahora, puede ser que sepamos que no podemos agradar totalmente a Dios, porque sabemos que siempre vamos a perder, a fallar, pero nos gusta compararnos con los demás, ver qué tal es el caminar cristiano de otros, es algo así como que si tuviéramos una tabla de medida, algo para saber si nosotros somos mejores que los demás, pero la Biblia dice en Romanos capítulo 3, verso 23: “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” Este es el estándar, este versículo pone a toda la raza humana en una sola condición “todos han pecado” y esta palabra se queda corta para describir lo que hemos hecho, esta conjugación del verbo no le hace justicia a todo lo que la raza humana ha hecho, “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”
Isaías 64:6 dice esto: “todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia” Nuestro mejor esfuerzo en nuestro mejor día, no nos pone en una relación con Dios. Dios dice que cuando mira hacia la tierra, nuestro mejor esfuerzo en nuestro mejor día es como ropa sucia, hacemos muchas cosas en la iglesia, cosas buenas, tenemos muchas actividades para la Pascua o para Navidad, hacemos todo lo que hacemos y ni siquiera todas las tradiciones de nuestro pasado religioso pueden llevarnos a una relación con Dios, cualquier cosa se queda corta, podemos ser todo lo morales que deseemos, pero todo está por debajo del estándar de Dios.
Ahora, muchas personas creen que esto está bien, piensan que somos como una vela que se va extinguiendo, hay muchas opiniones en el mundo de lo que sucede después de morir, pero por ahora, sólo podemos leer las frases que dicen en las lápidas del cementerio, a veces están escritas en griego o en latín y dicen cosas como: «Yo no estaba, yo era, yo no soy, no me importa» estas personas están realmente en la tierra ¿o no? ¿Somos como una vela que se va extinguiendo? bueno, la Biblia no dice esto, de hecho, la Biblia dice en Romanos 6:23: “Porque la paga del pecado es muerte” no es extinción.
“La paga del pecado es muerte” Cuando la Biblia habla de la muerte, habla de tres cosas importantes: primero que todo habla de una muerte espiritual, estamos muertos en nuestros delitos y pecados, no podemos llegar a Dios por nuestros propios medios y esto es algo muy importante, ¿Cómo podríamos llegar a Dios si estamos muertos espiritualmente? Segundo, la Biblia también habla de la muerte física, ahora, creo que la gran mayoría de los que estamos aquí estaremos de acuerdo con esto, todos vamos a morir ¿verdad? y tercero la Biblia habla de una muerte eterna, la muerte espiritual, la muerte física y la muerte eterna, estamos separados de Dios para siempre.
Jesús enseña claramente que hay una eternidad literal con Él o sin Él y dice que la eternidad con Él se llama cielo y la eternidad sin Él se llama infierno. Hay una eternidad y vas a tener que pasar esta eternidad en un lugar o en otro, pero aquí está la buena noticia, Dios no quiere que estemos separados de Él hoy, Dios no quiere que estemos separados de Él para siempre, Él nos amó tanto que envió a su hijo Jesucristo para que Él haga por nosotros lo que nosotros no podíamos hacer por nosotros mismos. Jesús vino para solucionar el problema de nuestra separación con Dios, totalmente Dios, totalmente hombre, y Él murió en la cruz por nuestros pecados, escucha lo que dicen las escrituras, 2 de Corintios 5, verso 21: “Al que no conoció pecado, [a Jesús] por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”
De esta manera, podemos tener el derecho de estar de pie delante de Dios. El apóstol Pedro lo dijo así en 1 de Pedro 2 verso 24: “quien [Jesús] llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados” Jesús vino para llevar nuestros pecados en su propio cuerpo sobre la cruz, por sus heridas hemos sido sanados, el hombre no podía llegar ante Dios, Dios vino al hombre y envío a su hijo Jesucristo para morir en una cruz por nuestros pecados, Jesús murió y hoy celebramos el hecho de que Él haya resucitado de la tumba, 1 de Corintios 15:3 dice: “Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras” Fue enterrado como prueba de su muerte y al tercer día resucitó.
Pablo dice: “Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe” Esperamos que puedas acompañarnos en nuestro próximo programa y conocer más sobre el Cristo resucitado, el autor y consumador de nuestra fe. Bendiciones
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