Bienvenida, bienvenido mi amiga, mi amigo al estudio bíblico de hoy. Nos da mucho gozo saber que Usted está en nuestra sintonía. El nombre Satanás, sintetiza la esencia misma de la maldad. Este nombre significa adversario. Es un buen nombre para él, porque Satanás es el adversario por naturaleza, se opone a la persona de Dios, a los planes de Dios, a la palabra de Dios y al pueblo de Dios. En el estudio bíblico de hoy, veremos cuál será el destino final de este perverso ser.
Satanás es un ser espiritual creado por Dios. Sobre él nos hablan siete libros del Antiguo Testamento y cada uno de los libros del Nuevo Testamento. Cristo mismo reconoció y enseñó sobre la existencia de Satanás. En una de sus enseñanzas sobre Satanás, Cristo afirmó lo que tenemos en Lucas 10:18 “Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.” Satanás posee intelecto, 2 Corintios 11:3 dice que Satanás es astuto. También posee emociones, en Apocalipsis 12:17 se lo ve lleno de ira. Además posee voluntad, 2 Timoteo 2:26 dice que algunos están cautivos a voluntad de él. Por cuanto tiene intelecto, voluntad y emociones, podemos concluir que Satanás es una persona, aunque no posee cuerpo físico. Esto para refutar la enraizada idea que Satanás es simplemente una idea de lo que es malo. A Satanás se le conoce también como Diablo, que significa calumniador, Lucero, que significa hijo de la mañana, Beelzebú, que significa príncipe de los demonios y Belial que es un nombre antiguo para Satanás. En cuanto a títulos, Satanás tiene los nada honrosos títulos de Maligno, Tentador, Príncipe de este mundo, Dios de este siglo, Príncipe del poder del aire y Acusador de los hermanos. Satanás fue creado en algún momento antes de la creación del mundo, porque hace su primera aparición como tal en el huerto de Edén. Según lo que enseña la Biblia, Dios lo creó como un querubín grande, el sello de la perfección, lleno de sabiduría y acabado de hermosura. Pero en algún momento, este querubín grande, se rebeló contra Dios y fue arrojado de la presencia inmediata de Dios. A partir de allí, dedicó su existencia a oponerse a Dios y a todo lo que tenga que ver con Dios. La base bíblica de todo esto se encuentra en Ezequiel 28:12-17 donde dice: “Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisolito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparadas para ti en el día de tu creación. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras del fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste, por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra, delante de los reyes te pondré para que miren en ti.” Pues bien, Satanás inició su carrera en el mundo tentando a Eva. Logró su propósito y como consecuencia introdujo el pecado en el mundo. La humanidad y la creación en general están ahora bajo su poder. Pero Dios en su gracia prometió que algún día se levantará la simiente de la mujer, quien herirá a Satanás en la cabeza. La simiente de la mujer es Jesús. Cuando Jesús fue crucificado hirió de muerte a Satanás en la cabeza. A partir de allí, Satanás es un adversario derrotado, quien goza de libertad hasta que se cumpla lo que Dios ha determinado para él. Herido de muerte, Satanás ha emprendido una feroz carrera contra el tiempo para causar el mayor mal posible. El clímax de su maldad llegará en la tribulación. Usando al Anticristo y al falso profeta engañará a las naciones para reunirlas en una guerra absurda contra Jesucristo. Con el poder de su palabra, Jesucristo echará mano al Anticristo y al falso profeta y los arrojará en el lago de fuego que arde con azufre. Los que se rebelaron contra Dios y contra su Hijo serán muertos con el poder de la palabra de Jesucristo. Inmediatamente después, un ángel descenderá del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la mano. Este ángel prenderá a Satanás, lo atará y lo arrojará al abismo. En esta prisión de oscuridad, Satanás permanecerá por mil años, mientras en la tierra tendrá lugar el reino milenial de Cristo. Es aquí donde se inscribe el pasaje bíblico que nos corresponde estudiar el día de hoy. Tiene que ver con Satanás y lo que sucederá cuando terminen los mil años de confinamiento en el abismo. Lo que primero notamos es que Satanás será suelto de su prisión. Apocalipsis 20:7 dice: “Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión” El abismo en el cual Satanás estará confinado por mil años no es el lugar de destino eterno de Satanás. Al final de los mil años será sacado de allí conforme al plan soberano de Dios. En segundo lugar notamos la obra de Satanás tan pronto es puesto en libertad. Apocalipsis 20:8 dice: “y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar.” Satanás no escarmentará por los mil años en el abismo. Saldrá de allí igual o peor. Se dice que muchas prisiones no son centros de rehabilitación de delincuentes, sino centros de perfeccionamiento del delito. Bueno, algo así pasará con Satanás. Saldrá de su prisión temporal igual o peor que antes de haber entrado allí. Me imagino yo que con bríos renovados se dará por entero a lo que siempre ha hecho: Engañar. Irá a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra. Esto es una forma de decir a las naciones al Norte, al Sur, al Este y al Oeste. En otras palabras, a todas las naciones del mundo. Juan identifica a las naciones del mundo como Gog y Magog. Estos son nombres simbólicos para designar a los enemigos de Cristo provenientes de todo el mundo. Con su incomparable poder de engañar, Satanás convencerá a las naciones del mundo a hacer guerra a Jesucristo. Se trata de una rebelión en el reino milenial. Sorprendentemente, los que se dejen engañar por Satanás serán tantos que Juan dice que el número de ellos es como la arena el mar. En este punto es indispensable hacer una reflexión. Recuerde que durante el milenio, las condiciones del mundo serán ideales. No habrá pobreza, no habrá enfermedad, no habrá muerte, no habrá animales salvajes, no habrá desastres naturales. Habrá justicia, pleno conocimiento. El Espíritu Santo estará llenando a mucha gente. Satanás estará preso, los demonios igual. No habrá influencia maligna de ninguna clase. Más aún, Jesucristo mismo estará reinando en persona. Mejores condiciones no pueden haber. Las buenas condiciones no garantizan que el hombre sea bueno de corazón. El buen trato de Dios al hombre no garantiza que el hombre reconozca a Dios de corazón. El hecho que el hombre levante su puño contra Dios en el milenio es una prueba de que en el reino milenial habrá muchos que solo de labios para afuera se adherirán a Jesucristo y a Dios, porque en el fondo, serán incrédulos, esperando la oportunidad para rebelarse contra Dios. La oportunidad se presentará cuando Satanás sea suelto de su prisión. En tercer lugar encontramos la derrota final de los seguidores de Satanás. Apocalipsis 20:9 dice: “Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió” Ciegos de furor y alentados con las falsas promesas de Satanás los rebeldes del milenio organizarán una campaña militar contra Jesucristo. Subirán por lo ancho de la tierra y pondrán sitio al campamento de Israel y la ciudad amada por Jesucristo, es decir Jerusalén. Será en este momento cuando de Dios descenderá fuego del cielo y consumirá a este ejército rebelde cuyo número es como la arena del mar. A estas alturas del milenio se habrá limpiado la tierra de todo incrédulo. Finalmente en cuarto lugar tenemos el destino final de Satanás. Apocalipsis 20:10 dice: “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” Por la forma como comienza este versículo, con la conjunción “y”, da a entender que esto que pasa a Satanás ocurrirá simultáneamente con la destrucción de sus seguidores. Satanás estará al mando de la rebelión contra Jesucristo, pero de Dios descenderá fuego del cielo y consumirá a los rebeldes y Satanás, quien les arrastró en esta loca empresa bélica, será lanzado en el lago de fuego y azufre. Allí, en este lugar de tormento eterno se encontrará con sus dos socios quienes llegaron allí mil años atrás, la bestia o Anticristo y el falso profeta. Para entonces, el lago de fuego y azufre ya tendrá tres ocupantes. Los tres serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. Así es como termina la carrera encumbrada de este perverso ser llamado Satanás. Así también será el final de todos aquellos que rehúsan el perdón que Dios les ofrece en Cristo. Quiera Dios que Usted, amable oyente, reciba a Cristo como Salvador, y así evite hacer compañía a Satanás en el lago de fuego y azufre por la eternidad.
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