Lo que hoy queremos hacer, es mirar a Jesús en tiempo real, aprenderemos que seguir a Jesús no es seguro ni cómodo ¿Se atreven a seguirlo? ¿Te atreves a cambiar tu vida?La salvación de la humanidad fue planificada desde antes de la fundación del mundo, fue prometida desde el principio y se vislumbra a lo largo de los siglos, pero no podíamos contemplar su gloria hasta que un pesebre de piedra fuera la cuna del prometido. Esta es la historia más grande jamás contada.
Este programa comienza recontando una antigua historia, dándole una mirada a los primeros años y a la devoción eterna de Jesús Nazareno. Pero antes, permíteme hablarte ahora sobre nuestra oferta especial para esta serie, es un audio y escrito titulado “El Mesías” en este audio descubrirás la verdadera satisfacción de conocer al ungido de Dios, puedes obtenerlo completamente gratis en nuestro sitio web, la bibliadice.org
Aceptar a Jesús bajo sus términos, no bajo los nuestros, nunca será seguro y nunca será algo agradable de hacer. En el libro de C.S. Lewis, “El león, la bruja y el armario”; Jesús es representado como un león, y su nombre es Aslan, veamos uno de sus diálogos:
Una chica llamada Susan pregunta ¿se puede confiar en él? Creo que me sentiré bastante nerviosa al conocer a un León.
—Así será, queridita —dijo la señora Castora—. Eso es lo normal. Si hay alguien que pueda presentarse ante Aslan sin que le tiemblen las rodillas, o es más valiente que nadie en el mundo, o es, simplemente, un tonto.
—Entonces, es peligroso —dijo Lucía.
—¿Peligroso? —dijo el Castor—. ¿No oyeron lo que les dijo la señora Castora? ¿Quién dijo que era seguro? Por supuesto que no es seguro, pero él es bueno, él es el rey.
He tenido un pensamiento dándome vueltas en la cabeza desde Navidad, cuando el joven rico se reunió con Jesús y le dijo: “¿Qué tengo que hacer para ser salvo? he guardado todos los mandamientos desde mi juventud”, a lo que Jesús respondió: “vende todo lo que tienes y sígueme”. ¿Lo ves? Reunirse con Jesús no es nada seguro ni reconfortante, pero Él es bueno. Pregúntale a los primeros cristianos si estar con Jesús era seguro.
Cuando la epidemia de la viruela apareció en el Imperio Griego, cientos de miles de personas murieron, luego, durante el primer siglo, la viruela avanzó hasta el Imperio Romano. La gente conocía de la enfermedad y tenían miedo a la muerte, si alguien era visto con viruela, aún si se tratase de un miembro de la familia, era apartado fuera de la casa, pero los cristianos seguían a este hombre llamado Jesús y Él tocaba a los enfermos, así que pensaron: “nosotros también tenemos que hacer algo” y comenzaron a servir y ministrar a las personas que tenían la viruela.
Dionisio, un Obispo de Alejandría, escribió sobre los primeros cristianos, él dijo: “haciendo caso omiso de los peligros de hacerse cargo de los enfermos que asistían con sus necesidades para ser ministrados por ellos, muchos, aun cuando estaban completamente sanos, quedaban infectados por las enfermedades de la gente y alegremente aceptaban sus dolores” Ahora te pregunto: ¿Estar con Jesús es seguro, es reconfortante? Por supuesto que no, pero Él es bueno, Él es el rey.
En la iglesia primitiva, la lepra significaba aislamiento e impureza, los que la tenían eran marginados. Hoy en día, también tenemos este tipo de personas, un padre de familia de nuestra iglesia, dijo algo al respecto: “qué sucedería si quisiéramos construir un lugar donde el amor y el cuidado por los desamparados de nuestros días fuera evidente, aquellos que están enfermos, aquellos que no pueden trabajar, aquellos que no pueden reunir el dinero que necesitan para sus necesidades: ellos también son nuestros hermanos”
San Gregorio de Nisa compartió un sermón, uno de los sermones más conocidos en sus días, esto es lo que él dijo: “Los leprosos han sido creados a imagen de Dios, de la misma manera que usted y yo, es por eso que debemos proveerles de alimento, velar por sus necesidades, vestirlos, amarlos y darles el respeto que se merecen” Este fue el inicio de lo que hoy se conoce como la política en los hospitales.
El consejo de Nisa también dio inicio a un estamento qué dice que en cualquier lugar donde haya una catedral tiene que haber cerca un hospital. Ahora pensemos en las personas que están en la cárcel…
Así es querido hermano, seguir a Jesús no es seguro ni reconfortante. Sin embargo, hoy tengo que decir algo: si yo hago esta pregunta: ¿Es reconfortante y seguro seguir a Jesús? La respuesta que ustedes me den, muy seguramente estará de acuerdo a lo que cada uno de ustedes debe enfrentar. Pero a pesar de todo eso, Él es bueno. Jesús te ha dado la vida eterna y esto aporta sentido y significado a nuestras vidas, pero tristemente, nosotros tenemos nuestros propios asuntos, nos enfocamos solamente en nuestra vida y en nuestras necesidades, hemos olvidado lo que realmente significa seguir a Jesús de Nazareth
A mucha gente le gusta la imagen de Jesús en el pesebre porque puede manejar a un bebé pequeñito, eso es seguro y agradable, y ahora que estamos cerca a la navidad, diré que, es precisamente esa la imagen que tenemos de Jesús en esta época. Otros dicen que les gusta la imagen de Jesús como un maestro, pues sus palabras son sabías, y otros dicen que les gusta el Jesús que cura, que sana; les encanta las imágenes de Jesús sanando a la gente y dicen algo como: “Amo a Jesús cuando soluciona las cosas” Tengo que decir esto: “Aún hay personas que tienen a Jesús colgado en la cruz, ¡impotente!” ¿Cuál es la imagen que tú tienes de Jesús? ¿Cómo te gustaría tenerlo? Agradable, cómodo, seguro.
Así que, mientras nos preparamos para la Navidad, lo que deseamos hacer es mirar a Jesús, no en estas imágenes sino en tiempo real, y vamos a ver que seguir a Jesús no es seguro ni cómodo, pero Él es el Rey. Vamos a comenzar este viaje, pero es necesario que rompamos estas imágenes y miremos a Jesús en la vida real, te invito a tomar tu Biblia e ir al libro de Lucas capítulo 2.
En Lucas capítulo 2, vemos al bebé que nació en un pesebre de Belén, esta es la hermosa historia de la que hablamos en navidad, pero déjame decirte algo: Jesús no se quedó en el pesebre por mucho tiempo.
Bien, empecemos, en ese tiempo cuando una mujer tenía un bebé, después de 40 días, debía llevarlo al templo para ofrecer un sacrificio de purificación, así que, José y María llevaron a Jesús hasta el templo en Jerusalén, y allí encontraron a un hombre llamado Simeón, él era un sacerdote que estaba esperando ver la promesa cumplida. Veamos Lucas el versículo 34 del capítulo 2: “Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste es puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel” Esto no suena muy seguro para mí ¿Es seguro para ti? Pero muchas personas van a confiar en Jesús, van a seguirlo y van a conseguir una relación con Dios a través de Él, algunas personas también van a rechazarlo y van a ponerlo en una cruz, Él va a ser la caída de muchos en Israel. Ahora, mira cómo termina la frase dirigida a María: “Y una espada traspasará tu alma de ti misma” ¿Qué te parece? Esto no suena muy cómodo para mí.
En el Antiguo Testamento, la ley decía que debías asistir al menos a tres fiestas judías, estas fiestas eran: la Pascua, el Pentecostés y la fiesta de los Tabernáculos. En el tiempo del Nuevo Testamento la cautividad y la dispersión de los judíos habían provocado que muchos de ellos se vayan lejos de Jerusalén, por lo tanto, en el Nuevo Testamento muchos habían elegido asistir solamente a la Pascua. Para José y María esto significaba al menos 112 kilómetros de caminata desde Nazaret hasta Jerusalén, ahora, esto no sería un gran problema para nosotros, nos gusta subirnos en nuestro auto y viajar esta distancia sin ningún problema, pero ¿Cómo lo haría José y su esposa? Mira el verso 41, “Iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua” Recuerda que María no tenía que ir, la ley decía que solamente los hombres debían asistir, pero ella demostraba su compromiso con Dios y asistía cada año.
Pon esta imagen en tu mente, Jerusalén se encuentra en una colina elevada, la gente vivía alrededor de 100 kilómetros de distancia en pueblos pequeños, lejos de las carreteras principales, solamente tenían una carretera que llegaba hasta Jerusalén, así que salían de sus aldeas, caminaban a través de las colinas y valles hasta llegar a la carretera principal. El libro de Salmos tiene lo que se conoce como canciones de ascenso, desde el salmo 120 al 134 vemos varios cantos que ellos hacían mientras caminaban hacia Jerusalén.
La palabra hebrea para hijo es “bar” y para mandamiento “mitzvah”, “bar mitzvah” significa hijo de la ley, esta era la ceremonia que se hacía cuando un niño cumplía 13 años en el pueblo judío, cuando un muchacho tenía alrededor de 12 años iniciaba un año de preparación para él. Mira el versículo 42: “y cuando tuvo doce años, subieron a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta”
La primera vez que Jesús fue a Jerusalén tenía apenas 40 días de nacido, ahora tiene 12 años, la fiesta duraba 7 días. Piensa en esto, José era un carpintero, no tenía mucho dinero, le tomó alrededor de 4 días la caminata hasta Jerusalén y 4 días de regreso, es decir 8 días sin trabajar, mucha gente no puede permitirse esto, imagina su enorme sacrificio
Aunque la fiesta duraba 7 días, los más importantes eran los tres primeros días, no sabemos cuántos días se quedaron José y María, tal vez se quedaron todo ese tiempo o regresaron al tercer día, no lo sabemos, todo lo que sabemos es que cuando regresaron, Jesús no estaba con ellos. Mira el versículo 44, recuerda que ellos viajaban en grupos: “Y pensando que estaba entre la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y los conocidos” Las mujeres y los niños establecían el ritmo de la caminata, posiblemente los hombres se quedaban hablando o cantando, de manera que al final del primer día, María llegó y dijo: “José, ¿dónde está Jesús?” y él respondió: “yo no sé, pensé que estaba contigo” ¿Alguna vez te ha pasado esto? este es realmente un momento de pánico ¿verdad?
Recuerdo un día en la escuela cuando había una casa abierta, Mackenzie tenía tres o cuatro años, Lori, mi esposa, me preguntó: ¿dónde está Mackenzie? yo le dije: “ella está contigo” y ella respondió: “no, no está conmigo” Buscamos por todas partes para encontrarla, y la hallamos después de un rato, fue un momento de mucho pánico.
Ahora volvamos a José y María, el versículo 45 dice: “pero como no le hallaron, volvieron a Jerusalén buscándole” Piensa sobre esto: están a un día de camino, y les tomará otro día para regresar, finalmente, al tercer día encontraron a Jesús, en el templo. Mira el verso 48, sus padres estaban asustados: “Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia” esta palabra significa “abrumados” Con alegría y alivio por la emoción de encontrarlo, pero con deseos de ahorcarlo por el susto.
Casi podemos escuchar la voz de María: ¿por qué nos has hecho esto? hemos estado muy preocupados por ti, la palabra griega significa: “ansiosamente a causa de un gran dolor” El sentimiento es doloroso y de mucha angustia. Una de las traducciones dice: “hemos estado buscándote con gran angustia” ¿Qué has hecho? Mira la respuesta de Jesús, estas son las primeras palabras que tenemos registradas en las escrituras, el verso 49 dice: “Entonces Él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?” Esta traducción dice: “en los negocios de mi padre” pero es una mala traducción, la idea correcta es: “tengo que estar en la casa de mi padre” Jesús tiene ahora 12 años de edad, aquí están pasando algunas cosas importantes, Él llama a Dios su Padre, así que, a los 12 años, Él confirma su procedencia divina y también describe su misión: “tengo que estar en la casa de mi padre”
Es ahí donde Jesús se sentía como en casa. Esperamos que puedas acompañarnos en el siguiente programa y juntos echar un vistazo a lo que Él estaba haciendo, mientras sus padres: José y María, lo buscaban desesperadamente. Bendiciones
Leave a comment