El Señor en su gracia nos otorga una nueva oportunidad para estudiar su palabra. Bienvenida, bienvenido al estudio bíblico de hoy. Prosiguiendo con la serie: Proverbios, sabiduría celestial para la vida terrenal, en esta ocasión David Logacho nos guiará en el estudio de la segunda parte del capítulo 14.
En el estudio bíblico último comenzamos a estudiar el capítulo 14 de Proverbios. Con la ayuda del Señor, hoy terminaremos el estudio del mismo.
Proverbios 14:17 dice: «El que fácilmente se enoja hará locuras; y el hombre perverso será aborrecido»
Experimentar ira es inevitable para los seres humanos. Es parte de su humana naturaleza. El problema con la ira no está en experimentarla sino en la forma como se la trata cuando se manifiesta.
Efesios 4:26 dice: «Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo»
Cuando se experimenta ira, se corre el peligro de que esa ira degenere en enojo, lo cual es pecado. El proverbio que ha sido leído trata sobre una de las muchas malas maneras de reaccionar cuando se experimenta ira. Es el enojarse fácilmente. Tener ira, no es lo mismo que enojarse. El enojo implica una reacción violenta controlada por la ira.
Dice el proverbio que aquel que fácilmente se enoja hará locuras. Las locuras pueden ser: Levantar la voz, insultar, lanzar lo que esté a la mano, tirar las puertas, agredir, y tantas otras cosas más. Una persona que fácilmente transforma la ira en enojo será aborrecida. Esto significa que no gozará de la simpatía de la gente. Uno de los muchos consejos para evitar que la ira se transforme en enojo tan fácilmente es no hacer nada ni decir nada hasta no enfriar la cabeza.
Dicen que Julio Cesar solía recitar el alfabeto antes de hacer algo o decir algo, luego de haber experimentado la ira. De esta manera evitaba las reacciones violentas provocadas por la ira.
Proverbios 14:18 dice: «Los simples heredarán necedad; mas los prudentes se coronarán de sabiduría»
Es muy triste lo que afirma este proverbio. La necedad es el premio o la recompensa de los simples o de aquellos que desprecian la sabiduría. Por contraste, la sabiduría es el premio o la recompensa de los prudentes o de aquellos que persisten en buscar la sabiduría. ¿Qué desea para su vida? La corona de la necedad o la corona de la sabiduría. Lo que decide el asunto es su actitud hacia la sabiduría. Si con afán la busca, obtendrá la corona de sabiduría. Si con afán la rehúsa, obtendrá la corona de la necedad.
Proverbios 14:19 dice: «Los malos se inclinarán delante de los buenos, y los impíos a las puertas del justo.»
Este proverbio tiene que ver con el inevitable triunfo del bien sobre el mal. Dios en su momento y en su manera se encargará de vindicar al justo y humillar al impío. ¿Recuerda la historia del impío Amán cuando tuvo que rendir honores al justo Mardoqueo en el tiempo de Ester? De la misma manera, está cercano el día cuando toda rodilla se doblará delante del Señor Jesucristo para reconocerle como Rey de reyes y Señor de señores. Si los malos se enseñorean sobre Usted, sopórtelo con paciencia, porque algún día, ellos estarán a sus pies.
Proverbios 14:20 dice: «El pobre es odioso aun a su amigo; pero muchos son los que aman al rico»
Este proverbio desnuda una parte tenebrosa de la naturaleza humana. No debería ser así, pero los pobres son despreciados hasta por sus propios amigos, mientras los ricos son apreciados hasta por sus enemigos. La razón para esto está en que muy dentro de cada uno de nosotros está el afán de asociarnos a alguien por interés. Nos gusta ser amigos de los que tienen para ver qué podemos sacar de ellos y nos resistimos a ser amigos de los que no tienen porque sabemos que no podemos sacar nada de ellos. Solo Dios con su poder puede revertir esta tendencia en el ser humano.
Seguimos, Proverbios 14:21 dice: «Peca el que menosprecia a su prójimo; mas el que tiene misericordia de los pobres es bienaventurado.»
Este proverbio es un complemento del anterior. Menospreciar al pobre es pecado. Por otro lado, tener misericordia del pobre, o mostrar en forma práctica el amor al pobre es motivo para ser bienaventurado o muy dichoso. Al hacer bien al pobre estamos también haciéndonos un bien a nosotros mismos.
Proverbios 14:22 dice: «¿No yerran los que piensan el mal? Misericordia y verdad alcanzarán los que piensan el bien.»
Bueno, lo que dice este proverbio es que cuando una persona solamente piensa en algo malo, algún día cometerán esa maldad. Pero cuando una persona solamente piensa en algo bueno, algún día será recompensada de misericordia y verdad. Hermoso, ¿no le parece?
Proverbios 14:23 dice: «En toda labor hay fruto; mas las vanas palabra de los labios empobrecen.»
Toda labor rinde su fruto, pero hay una labor que en lugar de dar fruto empobrece. Esta labor es la de la lengua. No me refiero a usar la lengua para fines loables, para fines de edificación, sino a usar la lengua para hablar cosas vacías, cosas huecas, cosas sin sentido.
Proverbios 14:24 dice: «Las riquezas de los sabios son su corona; pero la insensatez de los necios es infatuación.»
Una persona sabia posee riqueza, puede ser material o espiritual. Todo es fruto de su sabiduría, pero los necios no tienen nada de que jactarse, excepto de su propia necedad.
Proverbios 14:25 dice: «El testigo verdadero libra las almas; mas el engañoso hablará mentiras»
El testigo verdadero proclama su verdad para librar a una persona que ha sido acusada falsamente en una corte. Por su parte, el testigo falso, o engañoso, habla mentiras para acabar con la vida o la reputación de la persona falsamente acusada. Esto fue lo que hicieron los testigos falsos que testificaron contra Jesús a raíz que fue arrestado, poco antes de su muerte en la cruz.
Proverbios 14:26 dice: «En el temor de Jehová está la fuerte confianza; y esperanza tendrán sus hijos.»
Hermosa enseñanza. El respeto o reverencia a Jehová, demostrado por la obediencia a su palabra es como un efectivo escudo para proteger de cualquier ataque del enemigo. La fuerte confianza es en esencia la obediencia a la palabra de Dios. Cuando estamos bajo esta fortaleza podemos tener toda la seguridad para nosotros y para nuestros hijos. Salir de la voluntad de Dios es equivalente a ponernos nosotros mismos a merced del enemigo.
Proverbios 14:27 dice: «El temor de Jehová es manantial de vida, para apartarse de los lazos de la muerte.»
Algo parecido al proverbio anterior. El temor de Jehová, manifestado en obediencia a su palabra, es como fuente inagotable de vida. Por esta razón, quien escoge este camino se está apartando de los lazos de la muerte. Un creyente fiel muere cuando termina su obra en este mundo. Ni un segundo antes, ni un segundo después. Pero si el creyente ofende a Dios con su pecado, Dios perfectamente puede llamar a este creyente al hogar celestial antes de lo previsto.
Proverbios 14:28 dice: «En la multitud del pueblo está la gloria del rey; y en la falta de pueblo la debilidad del príncipe.»
Este proverbio establece que la fortaleza o debilidad de un líder está dada por el número de personas que le siguen. Un líder que no tiene seguidores no es un buen líder por más que se ufane de serlo. Pero un líder que tiene muchos seguidores, es un buen líder, a pesar de lo que otros líderes puedan pensar de él.
Proverbios 14:29 dice: «El que tarda en airarse es grande de entendimiento, mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad.»
Una persona que tarda en airarse es aquella que no explota violentamente tan pronto es provocada. Una persona impaciente de espíritu es aquella que explota violentamente ante la más mínima provocación. En el primer caso, hablamos de una persona grande de entendimiento o de gran discernimiento. En el segundo caso, hablamos de una persona necia o insensata. ¿Cómo reacciona tan pronto es provocado amable oyente? Su reacción le dice si es grande de entendimiento o insensato.
Proverbios 14:30 dice: «El corazón apacible es vida de la carne; mas la envidia es carcoma de los huesos.»
Vemos aquí la relación entre la salud y una actitud tranquila o una actitud agitada por la envidia . En el primer caso, el resultado es salud física. En el segundo caso es enfermedad física. La tranquilidad de espíritu tiene sus beneficios en la salud de los individuos.
Proverbios 4:31 dice: «El que oprime al pobre afrenta a su Hacedor; mas el que tiene misericordia del pobre, lo honra.»
La manera como tratamos a los pobres refleja la actitud que tenemos hacia Dios, el Hacedor de los pobres. Si ofendemos a un pobre estamos ofendiendo a Dios. Si tenemos misericordia de un pobre estamos honrando a Dios. Cuidado con menosprecias a los pobres amable oyente.
Proverbios 14:32 dice: «Por su maldad será lanzado el impío; mas el justo en su muerte tiene esperanza»
Lo que se ha hecho en vida tiene su efecto después de la muerte. En el caso del impío, lo único que le espera después de la muerte es ser lanzado al castigo eterno. En el caso del justo, lo que le espera después de la muerte es gloria eterna. Es la esperanza de los justos. Ser justo no es obra del hombre. Es obra de Dios en los que reciben a Cristo como Salvador.
Proverbios 14:33 dice: «En el corazón del prudente reposa la sabiduría; pero no es conocida en medio de los necios»
La sabiduría es central en el pensamiento de los sabios, pero los necios no tienen la más mínima idea de lo que es la sabiduría.
Proverbios 14:34 dice: «La justicia engrandece a la nación; mas el pecado es afrenta de las naciones»
Una nación grande a los ojos de Dios no es aquella que tiene las mejores armas o la mayor riqueza o el mayor territorio. Una nación grande delante de Dios es aquella en la cual sus líderes y su pueblo viven en santidad delante de Dios. El pecado es afrenta de las naciones. El pecado echa a perder la estima de Dios a una nación.
Proverbios 14:35 dice: «La benevolencia del rey es para con el servidor entendido; mas su enojo contra el que lo avergüenza.»
La enseñanza de este proverbio es muy sencilla. El rey o el poderoso mira con agrado al siervo inteligente, pero descarga su ira contra el siervo negligente o incapaz. La inteligencia es resultado de la sabiduría actuando en un individuo. Son los individuos los que deciden si van a tener o no a la sabiduría en su pensamiento.
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