“Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe”
A la hora de confiar realmente en Jesús, vienen a nuestra mente dos preguntas, la primera es; ¿Jesús es digno de mi confianza? Bueno, Él te ha demostrado que, si lo es, teológicamente podemos decir, por supuesto, ¡mira todo lo que él ha hecho! Es Dios encarnado, puedes confiar en Él, es digno de tu confianza, pero esto es sólo teología, pero luego viene la pregunta más difícil; ¿podemos confiar en Jesús en medio de la tormenta?
Ahora bien, Pablo dice: “Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe” Si todo esto es una mentira entonces hemos apostado nuestra eternidad sobre una absoluta falsedad, Pablo dice: “Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho” “Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados”
El evangelio de Mateo dice que el domingo por la mañana, dos mujeres fueron al sepulcro donde estaba Jesús, ellas lo habían visto morir, ellas sabían que Él estaba muerto, habían visto a algunas personas tomar su cuerpo y ponerlo en la cruz, y habían visto a algunas personas bajar su cuerpo y ponerle en una tumba, ellas sabían que Jesús estaba muerto y estaban devastadas de dolor, ellas amaban a Jesús, sus discípulos también lo hacían y no podían creer que este era el hombre al que siguieron, al que adoraron y ahora estaba muerto ¿Cómo podía ser esto cierto?
Ellas fueron a la tumba ese día para llorar, y cuándo llegaron allí vieron que la piedra que estaba delante de la tumba había sido removida y un ángel estaba ahí, Mateo dice que el aspecto del ángel era como el de un relámpago y su vestido era blanco como la nieve, esto es lo que el ángel dijo a las mujeres: “Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor” (Mateo 28:5 y 6).
El Ángel les dice a las mujeres que vayan a contarle a los discípulos lo que han visto, así que ellas inician su camino con profunda emoción, pero, esto me encanta, ellas adoraban a Jesús, ellas sabían que Él estaba muerto, pero ahora Él iba a presentarse delante de ellas vivo. Permíteme hacerte una pregunta, ¿qué piensas que diría Jesús? ¿Qué explicación podría darles en ese momento? mira esto, Mateo 28 versículos 8 y 9 dice: “Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve!” [Esto me encanta de verdad] esto era como decir ¿cómo les va? Lindo día ¿Qué tal? ¿Todo bien? ¿Recuerdan que les dije que iba a resucitar?
¡Salve! No puedo decirles exactamente cada palabra que dijo Jesús, pero sé que todo esto es verdad, Jesús resucitó de entre los muertos. Como creyentes sabemos que nosotros también seremos resucitados de entre los muertos, de hecho, Jesús se levantó de entre los muertos y esto es lo que nos da la certeza de una vida eterna. Solamente podemos vivir esta vida como amigos de Dios, viviendo en Comunión con un Dios vivo.
Todos podemos pasar de muerte a vida eterna, uno de los ejercicios que hacemos aquí cuando estamos formando lideres es preguntarle a las personas que desearían que graben en su lápida, es una buena pregunta ¿verdad? ¿Cómo desearías ser recordado?
¿Cuál es el legado que deseas dejar cuando ya no estés aquí? ahora mismo puedes empezar a hacer algunas cosas para construir ese legado, podemos encontrar algunos epitafios de personas que tenían algo que decir cuando se murieron. Busqué en internet algunos de estos epitafios, encontré una lápida que tenía más de 100 años de antigüedad, esto es lo que decía; “es extraño que pases por este lugar, yo también lo hice algún día, así que prepárate para la muerte” bastante solemne, ¿verdad? Alguien había garabateado en la parte inferior: “no gracias, aquí estoy bien” así que permíteme hacerte esta pregunta, ¿de qué manera te estas preparando para la muerte? Sin Cristo, tu eternidad será una vida eterna separada de Dios.
Uno de los pasajes más famosos de las escrituras, y sé que no solamente lo has escuchado en la iglesia, es Juan 3:16 y dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” Ahora permíteme preguntarte esto ¿Qué significa creer en Jesús? volvamos a lo que habíamos descubierto antes, no podemos llegar a Dios por nuestra propia cuenta. Ahora hablemos de dos cosas muy importantes en este proceso, la primera es el conocimiento, tú puedes saber todo acerca de Cristo, puedes conocer su historia, pero esto es sólo el comienzo, esto no te convierte en un cristiano, la segunda es el acuerdo, tú puedes saber todo acerca de Jesús pero si no estás de acuerdo con lo que Él ha dicho, si no crees que todo lo que Él ha dicho es cierto, esto jamás te convertirá en un cristiano, y por ultimo está la fe, la fe es estar de acuerdo con lo que Jesús ha dicho. Sé que Él vino y murió en una cruz, estoy de acuerdo en que puedo confiar en Él, tengo la vida eterna.
Ahora hablemos de la necesidad y aquí está el meollo del asunto, todos hemos tenido un momento en la vida cuando nos damos cuenta de nuestra profunda necesidad de Dios, todos tenemos un agujero en el corazón que sólo puede llenarse con Dios, pudo haber sido un momento devastador cuando te diste cuenta de que tú no estabas al control después de todo, quizás fue cuando tenías a tu primer bebé y dijiste; Dios mío, aquí tengo en mis manos una vida, tengo que descubrir cómo manejar esta vida que tengo ahora en mis manos, no sé de qué manera Dios ha trabajado en tu corazón, no sé qué es lo que Dios ha hecho, pero debes estar de acuerdo conmigo en que tenemos la necesidad de un Salvador, no podemos llegar a Dios por nuestra propia cuenta, no podemos cerrar esa brecha, pero hay dos partes de esta necesidad.
Lo primero es la confesión, confieso mi pecado ante Dios, confieso que soy un pecador, no puedo llegar a Dios por mi propia cuenta, confieso mi indignidad, confieso que estoy destrozado, confieso que hay una brecha entre Dios y yo, y no puedo cerrar esa brecha. La segunda parte de esta necesidad es el arrepentimiento, arrepentimiento viene de la palabra griega “metanoia” de ahí obtenemos la palabra “metamorfosis” qué significa cambio, de manera que una persona cuando se confiesa de sus pecados y siente dolor por lo que ha hecho, entonces debe cambiar. Si alguien que conoce de Dios dice: “quiero seguir en este estilo de vida, quiero seguir haciendo las cosas que antes hacía”, bueno, debo decirte que esto no es fe salvadora. El verdadero arrepentimiento dice: “Señor yo no soy capaz de cambiar, me arrepiento sé que tú puedes darme la fortaleza para esto, no quiero quedarme en dónde estoy, quiero cambiar” Hay muchas personas que hacen la oración de la salvación, pero no hay cambios en su manera de vivir.
No sé cuál fue la oración que tú hiciste cuando aceptaste a Jesucristo, pero si tu vida no ha cambiado, el abismo todavía está presente.
La última de ellas es la confianza, debes llegar al punto en el que tu confianza este absolutamente en Cristo, no hay otra manera de vivir una vida cristiana. Para tener una relación con el Dios vivo debes confiar absolutamente en Cristo, Dios envío a su hijo, Jesucristo llevó tus pecados a la cruz, así que cuando murió en la cruz murió también por tus pecados. Las escrituras dicen que la paga del pecado es la muerte, Jesús murió por nosotros en una cruz como nuestro sustituto y debemos confiar en la obra que Él hizo, debemos confiar en que Jesús murió por nosotros; por ti, a tu nombre, mucha gente puede decir: “no estoy seguro de esto, no tengo la confianza en esto, es muy difícil para mí creerlo” Bueno, tú sabes que Jesús murió hace 2000 años y confiar en esto es un asunto de vida o muerte.
Sé que muchos de ustedes van a participar en cenas especiales por el mes de diciembre. ¿Quieren saber cuál es el menú de una de mis cenas? guiso de habichuelas verdes, ensalada con algo que se llama pretzel y gelatina de fresa, si hoy día llegará a mi casa y mi esposa me dijera; no sabes todo lo que tuve que hacer para preparar esa gelatina de fresa, o la ensalada con pretzel, yo le diría: te amo, eso es todo lo que necesito decir ¿Cuántos de ustedes han comprado alguna vez una lata de habichuelas verdes? ¿Puedes confiar en una lata de habichuelas? ¿Cómo puedes saber con certeza que no están contaminadas de alguna manera? alguien pudo haber puesto algo en esa lata, ¿puedes confiar en una lata de habichuelas y no puedes confiar en Jesús?
¿Alguna vez has volado en avión? ¿Sabes que los aviones vuelan sólo porque están en el aire? ¿Cómo puedes confiar en alguien que está volando ese avión? en un piloto al que ni siquiera conoces y sencillamente subirte en ese avión ¿puedes confiar en un piloto y no puedes confiar en Jesús? La gente no tiene problemas para confiar en Jesús, lo que sucede es que para confiar en Jesús tienes que dejar de confiar en ti mismo.
Hoy te pido confiar en alguien que te puede llevar desde la muerte eterna hacia la vida eterna. Esto es muy sencillo, tenemos un doble propósito para esta serie, El primero es que cuando hayamos terminado con esto quiero que todos estemos equipados con la comprensión bíblica de las cuestiones que rodean al matrimonio y a la familia, tenemos que entender lo que dice Dios, no lo que dice nuestra cultura, sino lo que dice Dios sobre el matrimonio y la familia.
Y el segundo propósito es este: cada uno, personalmente, debemos aplicar estas verdades bíblicas del matrimonio y la familia a nuestro propio matrimonio y a nuestra propia familia, ¿Qué es lo que Dios tenía en mente cuando hizo el matrimonio y la familia? ¿Qué es lo que dice la palabra? queremos ser brutalmente realistas sobre el matrimonio, el matrimonio es complicado, dos pecadores llegan para vivir juntos y tienen muchos desafíos, ¿Cómo podemos estar seguros de que van a permanecer juntos y honrar a Dios con ese matrimonio?
Voy a proponer algo bastante difícil para ustedes, algunos todavía no están casados, pero necesitan saber lo que es el matrimonio, sobre todo porque algunos adultos tienen una idea bastante destructiva de lo que es el matrimonio, así que se ha mostrado desinteresados y desdeñosos sobre este tema y tú tienes la oportunidad en tu generación de comprender lo que Dios dice sobre el matrimonio y no solamente saberlo sino también compartirlo con los demás, en esta serie también vamos a hablar sobre la sexualidad bíblica, y vamos a abordar este tema de manera abierta, honesta y bíblica. Permíteme darte algunas estadísticas, estas cifras fueron el resultado de una investigación de los últimos años, el número de casos de enfermedades de transmisión sexual aumentaron un 43% según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Transmisión Sexual, según este centro las enfermedades de transmisión sexual aumentaron dos veces más rápido que el promedio nacional conocido. El departamento de Salud Estatal informó que las ETS aumentaron 71% Estas son las estadísticas sobre personas de 55 años en adelante que viven en comunidades de retiro en algunas localidades
¿Cómo podemos esperar que nuestros hijos adolescentes honren a Dios con sus cuerpos si los padres y los abuelos no lo hacen? Esperamos que puedas acompañarnos en nuestro próximo programa de la Biblia Dice y conocer ¿Cuáles son los planes de Dios para nuestra familia? Bendiciones
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