Cordiales saludos amigo oyente, y bienvenido al estudio bíblico de hoy. A pesar de estar recluido en una cárcel romana, Pablo, el escritor de la epístola a los filipenses, estaba rebosando de gozo. Su gozo partía de mirar la aflicción como una oportunidad para magnificar a Cristo. El deseo de Pablo fue que no solo él sino todo creyente puedan experimentar el gozo que él estaba experimentando. Para ello, los creyentes tenían que cumplir con ciertos requisitos. El gozo en medio de la aflicción no es algo que nace por arte de magia, amigo oyente, en lugar de ello, es el resultado de un proceso, que estaba en funcionamiento en la vida de Pablo y que debería también estar en funcionamiento en cada una de nuestras vidas. Veamos pues algunos elementos que deben ser cuidadosamente considerados y practicados para que podamos experimentar gozo aun en medio de las pruebas más difíciles.
Tenga la bondad de abrir su Biblia en la epístola del apóstol Pablo a los Filipenses, capitulo 1 versículos 27 a 30.
En este pasaje bíblico encontramos algunas acciones que Pablo ordena a sus lectores para lograr una vida, de gozo.
Tenemos en primer lugar el enunciado del mandamiento. Filipenses 1:27 en su primera parte dice: «Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo»
Qué interesante mandamiento. Los creyentes normalmente pensamos, que el gozo que necesitamos en la vida es el resultado de la ausencia de pruebas, la ausencia de problemas, la bonanza material, emocional y física.
Si fuera así. Pablo jamás hubiera, experimentado gozo. Pero en el mandato de Pablo vemos algo diferente. Pablo dice: Creyentes de Filipos si Uds. quieren experimentar el gozo verdadero, solamente empiecen a comportarse como es digno del evangelio de Cristo.
El gozo en la vida no depende de las cosas que tenemos, sino de vivir conforme a lo que somos Ud. y yo amigo oyente, al haber recibido a Cristo como nuestro Salvador, llegamos a ser hijos de Dios. Como tales, nuestra responsabilidad es vivir de acuerdo con ello.
¿Qué pensaría Ud. de un hijo de un mandatario de una nación que vive tirado en la calle pidiendo limosna a las gentes para poder subsistir?
Lo menos que podría pensar es en lo necio que es este hijo al no disfrutar de las ventajas de ser el hijo de un presidente de un país, sin mencionar siquiera la deshonra que un hijo así traería a su país y a su padre.
Igual es en el campo espiritual. Los creyentes somos, hijos de Dios, tenemos que vivir como tales. Pero muchos creyentes no están conscientes de esto y no están viviendo corno es digno de un hijo de Dios. Se embarcan en todo tipo de pecado y de esa manera deshonran a Dios y se deshonran ellos mismos.
Les pasa lo que le pasó al hijo pródigo. Salió del lugar de privilegio junto a su padre y luego de ir de tumbo en tumbo fue a parar a una chanchera. ¿Qué le parece? Siendo el hijo de un hombre importante y rico, por su necedad estaba apacentando cerdos. Pudiendo codearse con los príncipes se está codeando con los cerdos. Estando en la chanchera reconoció su necedad y dio los pasos necesarios para buscar su restitución. Esta es la realidad amigo oyente.
El gozo en la vida no depende de tener cosas sino de vivir de acuerdo a lo que somos. ¿Corno es esto de vivir de acuerdo a lo que somos? Bueno, para explicarlo, consideremos en segundo lugar la explicación del mandamiento. Comportarse como es digno del evangelio de Cristo implica varias cosas.
Primero. Implica permanecer firmes en un mismo espíritu. Filipenses 1:27 en su segunda, parte dice: «para, que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu»
La confianza de Pablo era que ya sea que esté con ellos o que no esté con ellos, de todas maneras oiga o sepa que los Filipenses están firmes en un mismo espíritu. Estar firmes en un mismo espíritu significa varias cosas.
En primer lugar nos habla de no volver atrás en lo que hemos prometido al Señor. Todos los creyentes, en algún momento de nuestras vidas hemos prometido fidelidad al Señor, pero a veces nos hemos vuelto atrás, y hemos sido infieles a nuestras promesas. Pablo dice: No de su brazo a torcer, aunque la lucha, sea cruenta, manténgase firme en aquello que prometió al Señor.
En segundo lugar significa no desviarse de la sana doctrina que tenernos en la Biblia. Es increíble la cantidad de creyentes que son engañados y llevados por cualquier viento de doctrina. Pablo dice: “No se deje arrastrar, manténgase firme en lo que dice la Biblia”.
En tercer lugar, significa adherirse a un mismo propósito con otros creyentes. Nuestra comisión como creyentes es anunciar el evangelio a toda criatura. Pablo dice, manténgase firme en el propósito de proclamar las buenas nuevas de salvación a los perdidos. Muy bien, la primera implicación de comportarnos como es digno del evangelio de Cristo es estar firmes en un mismo espíritu.
La segunda implicación de comportarnos como es digno del evangelio de Cristo es combatir unánimes por la fe del evangelio. Al final de Filipenses 1:27 dice: «combatiendo unánimes por la fe del evangelio»
Observe que cada creyente es un hábil guerrero según Pablo, Pablo ordena que esos guerreros combatan junto a otros guerreros por la fe del evangelio. La fe del evangelio se refiere al cuerpo de doctrina, a la Biblia. El cuerpo de doctrina está bajo constante asedio del enemigo. Las sectas falsas se multiplican y atacan la fe dada una vez y para siempre a los santos.
¿Cuál es nuestra responsabilidad ante este ataque? Pablo dice: Combatan unánimes. Es harto lamentable que en ocasiones combatimos sí, pero entre nosotros entre hermanos y olvidamos al enemigo que; está atacando la fe del evangelio. Es hora ya de terminar las luchas fratricidas entre denominaciones, entre iglesias y arrimar el hombro para combatir junto a otros creyentes por la fe del evangelio.
La lucha no será fácil, el enemigo es poderoso, pero note lo que dice Filipenses 1:8 «y en nada, intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de; salvación; y esto de Dios»
No hay razón para temer ante un enemigo poderoso, porque en nosotros está Aquel que es más poderoso que él. Por eso Pablo dice: En nada intimidados por los que se oponen. La oposición produce algunos resultados. Fortalece la fe de los creyentes, es un indicio de perdición para los que se oponen y es un indicio de salvación para los creyentes. Si Ud. está enfrentando oposición por su fe en Cristo, Ud. debe estar seguro que está en la verdad, si estuviere en el error nadie estarla oponiéndose a Ud.
La tercera y última, implicación de comportarse como es digno del evangelio de Cristo, es la posibilidad de sufrimiento por la causa de Cristo. Filipenses 1:29-30 dice: «Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no solo que creáis en él, sino también que padezcáis por él, teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mi, y ahora oís que hay en mi»
Ser un creyente a carta cabal no es asunto sencillo amigo oyente. Creer en Cristo y saber que tenemos vida eterna porque Cristo mora en nosotros es solo parte de lo que es la vida cristiana, porque junto con ello viene también el padecimiento por la causa de Cristo.
Los creyentes de Filipos vieron corno Pablo padeció mientras estuvo con ellos. Recuerde Ud. que por predicar el evangelio, él y Silas fueron azotados, y puestos en prisión con sus pies en el cepo. Ahora, años más tarde. Pablo seguía padeciendo por la causa de Cristo. Si todos los siervos del Señor han padecido por la causa de Cristo, ¿qué nos hace pensar a nosotros que no padeceremos de una u otra manera?
Si no estamos padeciendo por la causa de Cristo, una de dos cosas pueden estar pasando: O que no somos de Cristo, por eso el mundo no nos molesta o si somos de Cristo no estamos viviendo como Cristo quiere que vivamos, por eso pasamos desapercibidos en el mundo. Ud. puede dar por sentado que el momento que Ud. empiece a vivir corno Cristo quiere, ese momento sufrirá padecimiento.
Hemos visto que el gozo en la vida depende de si vivimos o no como es digno del evangelio de Cristo, vivir corno es digno del evangelio de Cristo implica estar firmes en un mismo espíritu, combatir unánimes por la fe del evangelio y enfrentar posible sufrimiento por la causa de Cristo. ¿Quiere Ud. experimentar gozo aun en medio de las pruebas más severas? Entonces sométase a este mandato de Pablo.
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