Crisis internacional, corrupción nacional, gente viviendo en la incertidumbre y el miedo. ¿Te suena conocido?
¿Dónde está el poder de Dios cuando la tierra tiembla, cuando el mar se agita y cuando las economías flaquean? para contestar a estas preguntas examinemos tiempos de crisis a través de la Biblia, aquí podrás encontrar esperanza en las verdades divinas, sus palabras nos dan esperanza en medio de un mundo confuso y desesperado.
Buenos, en la época en que Cristo vino a este mundo, la tiranía de Roma había llevado casi a la pobreza extrema al pueblo judío, los impuestos del gobierno y los impuestos para el templo iban desde el 40% hasta el 50% del salario mínimo. Los judíos eran considerados una provincia de segunda clase, por lo que Roma envío a gobernadores allí, uno de estos gobernadores era Poncio Pilato. Estamos temporalmente en el año 26, Pilato no quería estar en Judea y tenía altercados a cada momento con el pueblo.
En una ocasión él construyó un acueducto para llevar agua hacia Jerusalén. A los judíos les agradaba esto pues se necesitaba mucha agua en el templo para mantener limpio el lugar debido a los sacrificios que ahí se realizaban, así que la idea de este acueducto era bien recibida por los judíos. Pero Poncio Pilato no tenía el dinero suficiente para hacerlo, por lo tanto, dijo: “quiero que los judíos paguen el acueducto del dinero del tesoro del templo” Bien, esto estaba en contra de la ley, él no podía hacer eso, no podía usar el dinero del templo para este proyecto, pero, Poncio Pilato no aceptaba un no por respuesta, así que entró al templo con sus tropas y asaltó el tesoro, llevándose el dinero recaudado por los levitas, esto causó gran conmoción y un nuevo altercado.
Recuerdas que el capítulo anterior vimos a Habacuc y la opresión por la que el pueblo estaba pasando, pues bien, al igual que en los días de Habacuc, el pueblo se preguntaba: “Dios ¿cuánto tiempo más tendremos que soportar esto? ¿Cuánto tiempo más tendremos que vivir bajo la opresión de Roma?”
¿Recuerdas que sucedió el tan conocido, domingo de ramos? Vamos a Mateo 21: 8-11, esto dice así: “Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino. Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! !Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es éste? Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea.” (Mateo 21:8-11).
A primera vista, lo que sucedía este primer Domingo de Ramos es que las multitudes estaban con Jesús, realmente lo admiraban. En Lucas 19 dice que tomaron sus mantos y los pusieron en el suelo en señal de respeto y admiración para que el burro en el que estaba Jesús no tocará el suelo, en Juan capítulo 12, dice que cortaron ramas de palma y agitaban estas ramas gritando ¡Hosanna Gloria a Dios! algunos le decían ¡Hosanna hijo de David! (que es un título mesiánico). Ellos pensaban que era “El Mesías”, ellos estaban listos para recibir al libertador, ellos gritaban el salmo 118 verso 26: “Bendito el que viene en el nombre de Jehová; Desde la casa de Jehová os bendecimos.” Este salmo es un salmo de alabanza y de liberación.
Ellos querían exactamente lo que Habacuc quería; misma situación 600 años más tarde. Ellos anhelaban libertad y justicia, deseaban un líder militar que los lleve a la victoria, estaban cansados de vivir bajo la opresión, estaban cansados de los impuestos que los llevaban a la pobreza, estaban cansados de vivir en este reino físico, deseaban a Jesús como su Mesías político pero, al final de la semana, las mismas personas que gritaban ¡Hosanna! el domingo de Ramos, gritaban ¡crucificadle! unos días después.
Hoy en día, demasiados cristianos ponen su fe en los políticos, pensando que, de alguna manera, uno de ellos puede llegar al gobierno y cambiarlo todo. Eso es lo que quería la gente en el tiempo de Habacuc, esto es lo que deseaban los judíos en Jerusalén cuando Jesús vino a esta tierra, pero esto no es lo que Jesús vino a hacer.
Uno de los asesores del presidente Nixon vino hace algunos años a nuestro Seminario en Dallas y habló sobre varios temas en la capilla, después escuchó algunas preguntas de los asistentes y discutieron acerca de temas interesantes, al finalizar, este asesor cuenta que fue y se subió en su limusina y simplemente se reía de la ingenuidad de los cristianos. Años más tarde, este asesor se convirtió al cristianismo y dijo: “el reino de Dios no llegará de parte de los políticos” El reino de Dios llegó a Jerusalén aquel Domingo de Ramos con Jesús a lomo de burro.
Los creyentes debemos estar entusiasmados de poder compartir el mensaje de Cristo, de la misma manera como nos emocionan la legislación política los candidatos y las campañas.
¿No desearías que los cristianos puedan despertarse y ver que los problemas de nuestro país no son políticos? ¿No desearías que los creyentes podamos entender que todos los problemas que tenemos son espirituales? ¿No desearías que los cristianos puedan invertir su tiempo y su dinero en la iglesia y permitir que las iglesias hagan el trabajo de predicar el mensaje de Jesucristo en la comunidad?
Recuerda, únicamente cuando las vidas de las personas cambian, entonces las familias cambian, las iglesias cambian y los países cambian. El cambio es de abajo hacia arriba no de arriba hacia abajo, somos ingenuos si pensamos de cualquier otra manera. En lugar de gastar millones de dólares en campañas políticas, deberíamos predicar el mensaje de salvación de Jesucristo y hacer todos los esfuerzos para que este mensaje llegué a través de cualquier medio a todos los rincones de nuestro país. Esa es la única manera de que ocurra un cambio, pero tenemos que hacerlo, no basta solamente hablar de esto.
De la misma manera que Habacuc deseaba justicia para su pueblo, los judíos deseaban justicia para ellos. De la misma manera que Habacuc no podía creer que los babilonios iban a ser utilizados por Dios para llegar a esa justicia, en los días de Jesús no podríamos imaginarnos que Poncio Pilato fue a quien Dios utilizaría, junto con algunos dirigentes judíos, para poner a Jesús en una cruz, pero mira, fue Dios quien envío a su hijo para morir en una cruz. Dios utilizó a los babilonios en los días de Habacuc y Dios utilizó la opresión del Imperio Romano. Dios utilizó a Poncio Pilato y a los líderes judíos para que, a través de ellos, Jesús cumpliera con la profecía y hoy podemos ver nuestras vidas transformadas por su sacrificio.
Mira, la estructura del libro de Habacuc es muy simple; Habacuc hace preguntas y Dios las contesta. Nuevamente Habacuc hace una serie de preguntas y Dios vuelve a responderle y al final, Habacuc hace una oración.
Estas son las palabras introductorias del libro de Habacuc capítulo 1 versículo 2: “¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás? ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan. Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia.” (Habacuc 1:2-4)
Ahora, con la finalidad de comprender las preguntas de Habacuc necesitamos entender sus circunstancias. Hay algunas cosas con las que Habacuc no está de acuerdo; en primer lugar Habacuc no está muy contento con su gobierno. Imagina esto, su país está bajo el control de Egipto y Egipto les ha obligado a pagar mucho dinero a través de impuestos, Egipto a puesto como rey a un títere llamado Joacim, Él tiene apenas 25 años de edad, mira lo que dice 2 de Reyes 23: “Y Joacim pagó a Faraón la plata y el oro; mas hizo avaluar la tierra para dar el dinero conforme al mandamiento de Faraón, sacando la plata y el oro del pueblo de la tierra, de cada uno según la estimación de su hacienda, para darlo a Faraón Necao.”
En segundo lugar, Habacuc no está muy contento con la situación social, todo a su alrededor es violencia, injusticia, conflictos, y corrupción, Habacuc le dice a Dios, ¿por qué no haces nada? Entonces Dios responde pero Habacuc no está muy contento con sus respuestas. ¿Te suena familiar? Haz orado por algo y simplemente parece que Dios no te escucha y si lo hace, no estás muy contento con la manera en la que Dios responde.
Dios le había dicho a Habacuc: “Por supuesto que te estoy escuchando y voy a tomar las riendas del asunto, voy a asegurarme de que prevalezca la justicia, de hecho, estoy enviando a los malvados babilonios para hacer justicia” Entonces Habacuc dijo: “esto debe ser una broma, no puedes hacer eso, ¿cómo puedes utilizar a los babilonios para responder a mi oración?
Mira, hoy en día vivimos muy parecido a lo que vivió Habacuc; muchas cosas suceden a nuestro alrededor, en nuestra ciudad, en nuestro país, en todo el mundo. Muchas cosas nos preocupan, traen frustración a nuestras vidas, hay muchas preguntas qué nos hacemos al ver la corrupción, las guerras o conflictos económicas y aunque todas estas cosas nos inquietan, todo se vuelve sumamente preocupante cuándo el dolor y la incertidumbre nos afectan personalmente.
Por supuesto que hay muchas cosas que están sucediendo en el mundo, pero cuando situaciones difíciles llegan a nuestra vida, a nuestra familia, entonces es ahí cuando el dolor y el temor se deslizan sigilosamente bajo nuestra puerta y empezamos a hacerle preguntas a Dios, preguntas como: ¿Por qué a mí? ¿Dónde estás? ¿Por qué dejas que pase esto?
Muchos de ustedes saben que estamos ampliando nuestros ministerios en la iglesia, ahora estamos utilizando las plataformas de radio e internet y también los medios impresos. Recientemente tuvimos la oportunidad de reunirnos con el productor ejecutivo de algunas películas cristianas como “bajo fuego” y “enfrentando a gigantes” y su última película: “Cartas a Dios” Esta película describe a un niño que está luchando contra el cáncer. Esta película está basada en una historia real, un pequeño niño escribe sus pensamientos y sus preguntas en cartas que las dirige a Dios y la película se concentra en todos los desafíos y situaciones de aquellos que rodean a este niño, especialmente su mamá, quien también está luchando con estas preguntas.
Quizás tus circunstancias son diferentes, pero seguramente tienes las mismas preguntas y estas luchando con esas respuestas prefabricadas que a veces ofrecemos los cristianos, pero hoy queremos ofrecerte, respuestas verdaderas a esas preguntas tan difíciles para ti, es por eso que te invitamos a continuar con nosotros en esta serie de estudio titulada “Esperanza en crecimiento”
Ahora vamos a retomar algunas de las preguntas que hace Habacuc ¿dónde estás? ¿Por qué dejas que pase todo esto? ¿Cuánto tiempo más vas a permitir que la injusticia continúe? Y entonces Dios le responde, de hecho, Dios utiliza las circunstancias para hablarle de una gran verdad que nosotros debemos entender, pero de eso hablaremos en nuestro próximo programa, esperamos que nos puedas acompañar. ¿Y que te parece si invitas a un amigo para que nos acompañe en este recorrido acerca de lo que La Biblia Dice? Esperamos que puedas hacerlo, que Dios te bendiga.
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