¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues aun vuestros cabellos están todos contados. Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos. A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos. Ese es un fragmento de Mateo 10 y él día de hoy queremos sumergirnos en Él, para entender lo que Jesucristo pide de nosotros. Bienvenidos a este su programa “La Biblia Dice Presenta” Soy Nelson Cabrera y estoy junto a David Platt, él ha sido un gran instrumento de Dios para llevar el Evangelio a miles de personas.
Jesús dio muchas instrucciones a sus discípulos, pero sus instrucciones no estaban dirigidas únicamente a los discípulos de aquella época, su instrucción es definitivamente para todos los discípulos de todos los tiempos y hoy quiero que escuchen las órdenes de Jesús para sus discípulos.
Antes que nada, Jesús dice que es muy necesario disponer el corazón a ir donde se encuentran los necesitados. Mateo 10: 5 al 8 dice: «Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel«. Eso es más específico, no se supone que sólo debemos ir a Israel, incluso más adelante, en este mismo libro, vemos que dice: ir a todas las naciones. Pero aquí Jesús da instrucciones específicas, Él dice: “Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado”. Ahora escucha el versículo 8 dice: «Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia«. Quiero que notes donde Jesús los llama para ir. Él los llama a ir primero al enfermo: Ve a los enfermos, no vayas a lo saludable, pero déjame decirte que estar con este tipo de gente no es nada fácil. Ve a los enfermos, no a donde sea seguro, ve a lugares peligrosos.
Segundo: ve a los moribundos, resucita a los muertos. Pasa tiempo con aquellos que están muriendo. Tercero: ve al despreciado, limpia a los que tienen lepra. ¿Nos damos cuenta de lo grande que es esto? Esta es una cultura en la que, si alguien tiene lepra, es condenado al exilio. En la época de Jesús no te acercabas a alguien que tenía lepra, pero Jesús les dice a sus discípulos que vayan a ellos. “Ve a la gente con la que nadie más quiere ir, ve a lo despreciado”. Y luego Él dice: Expulsa a los demonios. Ve a lo sucio, a aquellos que están más contaminados con el pecado. Esto es contracultural, damas y caballeros. Jesús está diciendo muy claramente a sus discípulos: “ustedes conocen a las personas que el mundo ignora, ustedes conocen a las personas que el mundo agobia, vayan a ellos”. Y tú ¿conoces a la gente que el mundo evita y oprime por completo? Esas son las personas a las que debes acudir.
La realidad es que, si somos una iglesia, si somos un pueblo, si soy un pastor que gasta constantemente tiempo en torno a los sanos y los que están en buenas condiciones, entonces estoy desobedeciendo la comisión de Cristo porque Él dijo: “ve a los enfermos, los moribundos, los despreciados y los sucios”. La comisión de Jesús es ir a las áreas de mayor necesidad, no a las áreas de menor necesidad. Y la belleza de esto es escuchar lo que dicen los siguientes versículos: «No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento«. A medida que vas a los necesitados, aprenderás a confiar en su provisión. Jesús dice: “Ve a las áreas de gran necesidad y encontrarás que Soy suficiente para satisfacer todas tus necesidades” Por lo tanto, no necesitas dinero, ropa o bienes adicionales, no necesitas ningún exceso. Jesús dice: “¿Confías en mí? Toma el mínimo y lo que encontrarás es que, cuando satisfaces las necesidades de los demás, Yo soy suficiente, no sólo para satisfacer sus necesidades, sino también tus necesidades”. ¿No es bueno saber que cuando vamos a los necesitados, acudimos a Aquel a quien prometió satisfacer nuestras necesidades? Cuando vayas a los necesitados, aprenderás a confiar en su provisión. Así que ve a los necesitados, encuentra sus necesidades.
Segundo, ve a un gran peligro. En el versículo 11 Jesús comienza a hablar sobre cómo serán recibidos; Él dice que, hay algunas casas que los aceptarán y otras que los rechazarán. Luego pasa al versículo 16 y dice: «He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos» ¿Crees que eso es un estímulo?
¿Cuál es la responsabilidad de un pastor? El pastor protege a las ovejas ¿de qué? De los lobos. Un buen pastor evita que los lobos se acerquen a las ovejas. Los lobos intentarán atacar a las ovejas, por lo que, el trabajo del pastor es mantener a los lobos fuera de las ovejas. Pero aquí tenemos a Jesús, el buen Pastor, y Él dice que salgan con lobos. Jesús está diciendo a sus discípulos que sean tan tontos como ovejas. Las ovejas se encuentran entre los animales domesticados más desvalidos e insensatos, incluso un ruido inofensivo puede causar que entren en frenesí. Como resultado, cuando se encuentran rodeados de lobos y esa no es una buena situación porque las ovejas realmente no tienen ninguna línea de defensa. Lo único que saben hacer es correr y son muy lentas. Entonces, Jesús dice que cuando salgas, esto es lo que vas a ser: vas a ser como una oveja caminando en medio de lobos y va a parecer lo más absurdo que hagas. Muchos podrán decirnos ¿qué están pensando al ir a esos lugares? ¿No saben lo que están haciendo? ¿No conocen el peligro al que se enfrentan? Pero Jesús dice que ese es su diseño, Él dice: “te encontrarás en medio de personas malvadas y rapaces, que no quieren saber nada de ti, pero en realidad estás allí porque así lo he diseño”.
Generalmente no pensamos así, pensamos que, si es peligroso, entonces Dios no debe estar en eso. Pensamos que, si me va a costar dinero o si me va a costar la vida, honestamente Dios no nos guiará hasta allí. Pensamos que, si las ovejas van allá es porque, están locas. Pero Jesús dice que eso es lo que significa ser su discípulo; como una oveja yendo en medio de lobos.
Luego Jesús dice: «sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas«. Así que sean como ovejas y como las serpientes. ¿Ahora cómo haces eso? ¿Cómo eres como oveja y como serpiente a la vez? Jesús dice que debes ir a las áreas de peligro. Ve sin reservas a las áreas de necesidad, y cuando llegues allí, sé inteligente. Esta es la imagen de Jesús en su camino a la cruz, parado con prudencia ante Pilatos, ante los oficiales romanos como una oveja entre lobos, ¿verdad? Pero Él habla con sabiduría, Él no percibe problemas innecesarios, Él sabe que el conflicto vendrá, pero Él es sabio. Él dice: «sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas«. Cuando estés en medio de los lobos, no dejes que tengan nada en tu contra. No seas áspero, desconsiderado, combativo, muestra pureza. Como un cordero en camino a una matanza. Jesús fue ante los que lo mataron de esta manera y Él dice que tú debes hacer lo mismo.
Y esta es su promesa, escucha lo que dice, Mateo 10:19 y 20: «Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros«. Así que a medida que vayas en peligro, a medida que vayas necesitando, aprenderás a confiar en su provisión. Al entrar en peligro, aprenderás a depender de su poder y sabrás que no estás solo. Jesús dice: “estoy allí contigo y te daré todo lo que necesitas para: vivir, predicar y hablar de una manera que me otorgue un gran honor”.
Esta es la única forma en que un hermano en la India que fue desollado vivo podría mirar a los que lo desollaban vivo y decirles: «Quítenme hoy mi vieja ropa, pero me pongo una nueva prenda de justicia». ¿Cómo dices eso si el Espíritu de Cristo no está en ti? Así es como la esposa de Christopher Love, cuando lo conducían a la horca, podía gritarle a su marido: «Hoy te separarán de tu cabeza física, pero no pueden separarte de tu vida espiritual» y ella lo aplaudía a medida que avanzaba. ¿Cómo haces eso? Pues sólo por el Espíritu de Cristo Y Jesús dice: “te lo garantizo, te prometo que en esos momentos estaré contigo y aprenderás a depender de mi poder”.
Aquí está la realidad; hoy en día vivimos nuestras vidas dentro de la seguridad y protección que podemos hacer por nosotros mismos, no necesitamos el poder de Dios, no necesitamos el poder del Espíritu para vivir una cómoda rutina religiosa, podemos hacer eso por nuestra cuenta. Pero si empezamos a vivir nuestras vidas al máximo, haciendo que el Evangelio se conozca en nuestras ciudades y arriesgando nuestras vidas acudiendo a los necesitados y a quienes corren gran peligro, entonces definitivamente necesitaremos el Espíritu de Dios y Él dice que aprenderás a depender de su poder.
Ir a gran necesidad, ir a un gran peligro; estas son instrucciones interesantes pero que parecen un poco extrañas para nosotros. Mira los versículos 21 y 22 de Mateo 10: «El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir. Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo«. Damas y caballeros, el reino de Dios es divisivo. Es de lo que Jesús habla en los versos del 34 al 36: «No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa«. Escucha esto, si decides seguir a Jesús, muy seguramente los miembros de tu familia no te entenderán, incluso pueden volverse en contra tuya, serás incomprendido por tu decisión de obediencia a la misión de Cristo: serás traicionado y odiado.
Jesús dice: «seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo«. Serás traicionado, odiado y en tercer lugar serás perseguido. «Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra«. ¿Notaste la diferencia allí? Jesús no dijo: “si eres perseguido”, Él dijo: “cuando te persigan”. Él nos afirma que seremos perseguidos. Pablo dice en 2 Timoteo capítulo 3, versículo 12: “Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución”. Todos, los que me escuchan y desean vivir una vida piadosa en Cristo Jesús serán perseguidos.
Estos son versos fuertes. Por lo general, estos no son los versos que tenemos como detalles rosados en nuestras Biblias con pequeñas estrellas en todas partes como sí, dijeras: “a esto es a lo que me aferro hoy, todos los hombres me odiarán, esto me da inspiración”. Y, aun así, déjame decirte que es esto lo que dijo Jesús, y la imagen es clara; obviamente no serán todas las personas las que te odien, porque habrá gente que confía en Cristo. Pero la realidad que Jesús está diciendo es que, ese desprecio puede provenir de tu familia, puede provenir del gobierno o puede venir de tu misma iglesia, pero Él nunca te dejará.
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