La mayoría de las personas que me escuchan están consternados con la homosexualidad o el matrimonio entre personas del mismo sexo y las Escrituras hablan claramente de esas cosas. Pero ante la luz de la Palabra, yo pregunto ¿dónde está la iglesia que está consternada por descuidar a los pobres y necesitados? Mira lo que está pasando en nuestra cultura. Mira dentro de los hermanos y hermanas, mira dentro de nuestros corazones y reflexiona sobre lo que está pasando. Bienvenidos a este su programa “La Biblia Dice Presenta” Soy Nelson Cabrera y esto es de lo que hablaremos el día de hoy, y para ello tenemos a David Platt, quien nos acompañara en este apasionante estudio por lo que la Biblia dice.
Jesús es la personificación del Antiguo Testamento y todo el Nuevo Testamento es una prueba de ello. Cuando Jesús inicio su ministerio, Él se presentó a sí mismo diciendo: estoy aquí para predicar buenas nuevas a los pobres. Lo podemos ver en Lucas 4, verso 17 y en Lucas 6:20 donde Jesús dice: “Bienaventurados vosotros los son pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis».
Antes de empezar quiero advertirles que vamos a ver algunas palabras sorprendentes de Dios que nos harán preguntar si el Dios que se adora en este programa, realmente dice cosas como estas para su pueblo, y veremos que efectivamente lo hace. Y estas palabras nos dan una idea de su carácter.
Comenzamos, quiero que escuches lo que Dios le dijo a su pueblo sobre los pobres y para ello vamos a ir a Deuteronomio 15:7 y 8, esto dice así: «Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre, sino abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite«. Ahora pasa al versículo 10. Este es Dios hablando a su pueblo acerca de los pobres: «Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que emprendas”. Es interesante que cuando empiezas a hablar de pobreza, la gente inmediatamente dice: “bueno, siempre habrá gente pobre, esa es la forma como es”. Tristemente usamos eso como una excusa para no entregarnos a los pobres. Pero Dios usa eso como la base para un mandato, Él dice: “te ordeno que seas imparcial hacia tus hermanos, hacia los pobres y necesitados en tu tierra”.
Ahora, ¿qué sucedió con lo ordenado en Levítico y Deuteronomio? El pueblo de Dios comenzó a ignorar este mandato y a dejarlo atrás, ellos eligieron complacerse a sí mismos e ignorar a los pobres.
Esto es lo que Dios le dice a su pueblo cuando se entregan a sí mismos e ignoran a los pobres. Isaías capítulo 3 empecemos desde el verso 13. Escucha cómo Dios se dirige a su pueblo. Verso 13: «Jehová está en pie para litigar, y está para juzgar a los pueblos. Jehová vendrá a juicio contra los ancianos de su pueblo y contra sus príncipes; porque vosotros habéis devorado la viña, y el despojo del pobre está en vuestras casas.» Estás disfrutando de casas con todo tipo de cosas mientras los pobres necesitan comida. «el despojo del pobre está en vuestras casas. ¿Qué pensáis vosotros que majáis mi pueblo y moléis las caras de los pobres? dice el Señor, Jehová de los ejércitos.» Así que así es como responde: «Asimismo dice Jehová: Por cuanto las hijas de Sion se ensoberbecen, y andan con cuello erguido y con ojos desvergonzados; cuando andan van danzando, y haciendo son con los pies; por tanto, el Señor raerá la cabeza de las hijas de Sion, y Jehová descubrirá sus vergüenzas. Aquel día quitará el Señor el atavío del calzado, las redecillas, las lunetas, los collares, los pendientes y los brazaletes, las cofias, los atavíos de las piernas, los partidores del pelo, los pomitos de olor y los zarcillos, los anillos, y los joyeles de las narices, las ropas de gala, los mantoncillos, los velos, las bolsas, los espejos, el lino fino, las gasas y los tocados.» Él dice: Voy a arrebatarles todo. «Y en lugar de los perfumes aromáticos vendrá hediondez; y cuerda en lugar de cinturón, y cabeza rapada en lugar de la compostura del cabello; en lugar de ropa de gala ceñimiento de cilicio, y quemadura en vez de hermosura. Tus varones caerán a espada, y tu fuerza en la guerra. Sus puertas se entristecerán y enlutarán, y ella, desamparada, se sentará en tierra«(Isaías 3: 13-26). Estas son palabras fuertes de Dios para las personas que se complacen e ignoran a los pobres.
Ahora quiero que escuches lo que algunos profetas dicen, así que vamos a Jeremías capítulo 5. Estos profetas no eran tipos populares. A nadie le gusta escuchar este tipo de palabras, pero esto es lo que Dios está diciendo a su pueblo. Jeremías capítulo 5, versículos del 26 al 29. Escucha esto, Dios dice: «Porque fueron hallados en mi pueblo impíos; acechaban como quien pone lazos, pusieron trampa para cazar hombres. Como jaula llena de pájaros, así están sus casas llenas de engaño; así se hicieron grandes y ricos. Se engordaron y se pusieron lustrosos, y sobrepasaron los hechos del malo; no juzgaron la causa, la causa del huérfano; con todo, se hicieron prósperos, y la causa de los pobres no juzgaron. ¿No castigaré esto? dice Jehová; ¿y de tal gente no se vengará mi alma?«. Continúa hacia la derecha y llegarás a Ezequiel. Justo después de Jeremías está Lamentaciones y el siguiente libro es Ezequiel. Ezequiel capítulo 16. Ahora quiero ser cuidadoso aquí. No estamos haciendo una comparación directa entre el pueblo de Dios en el Antiguo Testamento y nosotros hoy. Sin embargo, estamos viendo cómo Dios responde a las personas que descuidan a los pobres en el Antiguo Testamento. Ezequiel, capítulo 16. Esto es particularmente interesante.
¿Recuerdas a Sodoma y Gomorra en el Antiguo Testamento? Destruida y aniquilada. ¿Recuerdas por qué fueron destruidos o aniquilados? El primer pensamiento que nos viene a la mente es el pecado sexual; la homosexualidad, esa imagen de Sodoma y Gomorra era tan aborrecible que Dios los destruyó. Nos dirigimos a esto un poco cuando hablamos sobre el Evangelio y la homosexualidad y pensamos en el pecado sexual pero hoy quiero que mires lo que Ezequiel dice. Ezequiel capítulo 16, versículo 48 habla de Sodoma y dice: «Vivo yo, dice Jehová el Señor, que Sodoma tu hermana y sus hijas no han hecho como hiciste tú y tus hijas«. En otras palabras, “lo estás haciendo peor que eso”. Escucha lo que él dice en el versículo 49: «He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso«. Este fue el pecado de Sodoma, no es que el otro pecado no estuviera allí, estaba allí, pero esto también estaba y esto va directamente en contra de nuestra indignación moral selectiva.
Continúa hacia la derecha y llegarás a Amos. Daniel, Oseas, Joel y luego Amos. Quiero que veas el capítulo 2 de Amos. Este es el último profeta que veremos, este día. Amos capítulo 2, versículos 6 y 7 dice: «Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Israel, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque vendieron por dinero al justo, y al pobre por un par de zapatos. Pisotean en el polvo de la tierra las cabezas de los desvalidos, y tuercen el camino de los humildes; y el hijo y su padre se llegan a la misma joven, profanando mi santo nombre«. Mira el capítulo 4, versículo 1 y mira lo que dice: «Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres y quebrantáis a los menesterosos, que decís a vuestros señores: Traed, y beberemos«. En otras palabras, aquellos de ustedes que dicen: “quiero más, quiero más mientras los pobres son aplastados y los necesitados son olvidados”. “Jehová el Señor juró por su santidad: He aquí, vienen sobre vosotras días en que os llevarán con ganchos, y a vuestros descendientes con anzuelos de pescador; y saldréis por las brechas una tras otra, y seréis echadas del palacio, dice Jehová” (Amos 4: 2 y 3). Así es como Dios le está hablando a Su pueblo. Estas son palabras asombrosas.
Una última cosa, Amos capítulo 8, versículos del 3 al 10 dice: «Y los cantores del templo gemirán en aquel día, dice Jehová el Señor; muchos serán los cuerpos muertos; en todo lugar los echarán fuera en silencio. El juicio sobre Israel se acerca Oíd esto, los que explotáis a los menesterosos, y arruináis a los pobres de la tierra, diciendo: ¿Cuándo pasará el mes, y venderemos el trigo; y la semana, y abriremos los graneros del pan, y achicaremos la medida, y subiremos el precio, y falsearemos con engaño la balanza, para comprar los pobres por dinero, y los necesitados por un par de zapatos, y venderemos los desechos del trigo? Jehová juró por la gloria de Jacob: No me olvidaré jamás de todas sus obras. ¿No se estremecerá la tierra sobre esto? ¿No llorará todo habitante de ella? Subirá toda, como un río, y crecerá y mermará como el río de Egipto. Acontecerá en aquel día, dice Jehová el Señor, que haré que se ponga el sol a mediodía, y cubriré de tinieblas la tierra en el día claro. Y cambiaré vuestras fiestas en lloro, y todos vuestros cantares en lamentaciones; y haré poner cilicio sobre todo lomo, y que se rape toda cabeza; y la volveré como en llanto de unigénito, y su postrimería como día amargo«.
Dios dice que esto es lo que va a traerte mientras te deleitas en tus indulgencias e ignoras a los pobres. Este es el Antiguo Testamento. Ahora, vuelve conmigo a Lucas capítulo 6, versículo 20, esto dice: «Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis«. Eso es lo que Dios les dice a los pobres. Ahora escucha lo que dice en el versículo 24: “Mas !!ay de vosotros, ricos! porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados! porque tendréis hambre. !!Ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis«. ¿Ves esta imagen? Este contraste con la forma en que Dios responde a las necesidades de los pobres y aquellos que descuidan a los necesitados, para complacerse a sí mismos. El descuido de los pobres enfurece a Dios y condena al hombre al infierno. Eso es lo que las Escrituras enseñan.
Un escritor dijo que la historia del hombre rico y Lázaro debería explotar en nuestras manos cuando la leamos sentados en nuestras mesas bien cubiertas mientras el tercer mundo se encuentra afuera, con menos de dos dólares diarios.
Lucas 16 nos cuenta acerca de todas las cosas buenas que el hombre rico tuvo mientras estuvo en la tierra. Bendito eres tú que eres rico ahora. Bienaventurados los que tienen comida ahora. Bendito eres tú que tienes estas cosas ahora, tendrás cosas. Esto es exactamente de lo que Jesús estaba hablando en el capítulo 6 de Mateo, cuando dice que, si quieres la alabanza del hombre como tu recompensa, la obtendrás. Disfrútalo mientras dure porque esa es tu recompensa. Si quieres cosas y lujo en esta tierra, en esta comunidad lo conseguirás y lo disfrutarás. Disfrútalo ahora porque la tierra será tu cielo y la eternidad será tu infierno. Cuatro veces en Lucas 16 se usa la palabra tormento. Aquellos que descuidan a los pobres, ignoran a los necesitados y se entregan a sí mismos se encontrarán separados de un abismo infranqueable por siempre y para siempre.
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