¿Podemos continuar en una religión vacía que ignora a los pobres? Bienvenidos a este su programa “La Biblia Dice Presenta” Soy Nelson Cabrera y eso es de lo que hablaremos el día de hoy, y para eso, tenemos junto a nosotros a David Platt, él ha sido un gran instrumento de Dios para llevar el Evangelio a miles de personas, retomando las raíces del Evangelio y proponiendo cambios radicales en nuestras vidas.
Hemos estado hablando sobre aquellos que se dirigen a un camino que conduce a un infierno eterno y ahora quiero que volvamos a Lucas 6:24 esto dice: “Mas !!ay de vosotros, ricos! porque ya tenéis vuestro consuelo.!!Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados! porque tendréis hambre. !!Ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis”. Existen consecuencias eternas, es lo que Lucas 6 acaba de decir y es lo que Lucas 16 dice. Así encontramos la parábola del hombre rico y Lázaro.
Este pasaje es sorprendente porque el hombre rico está suplicando gracia y misericordia, pero el tiempo para la gracia y la misericordia se ha ido. Cuando descuidamos a los pobres, nos complacemos en nosotros mismos y los ignoramos, seremos eternamente castigados. Entonces, ¿podemos realmente mirar nuestras vidas, cultura, comunidad, vida religiosa, y decir que estamos siendo obedientes al mandato de Dios de cuidar a los pobres y no complacernos a nosotros mismos? Absolutamente no, no podríamos decir eso. En mi vida, en nuestras vidas, en esta iglesia no podemos decir estas cosas, entonces, ¿cómo podemos creer que pasaremos una eternidad bajo su amor en vez de la eternidad separados bajo su juicio? Sé que en este momento la gente se está sintiendo realmente incómoda pensando: bien, ¿estás diciendo que mi salvación depende de cuánto doy a los pobres?
Y déjame decirte que “no” en ningún momento he tratado de decir eso, porque eso no es lo que enseñan las Escrituras. Mira, hay dos opciones aquí: la opción número uno es continuar en la religión hueca que descuida a los pobres. Esta es una opción que vemos en Lucas 16 y es una opción que tenemos ante nosotros. Continuar en la religión vacía que descuida a los pobres. Este es un hombre religioso en el infierno, un hombre que pensó que estaba en el pueblo de Dios y que todo estaba bien. Él era un hombre religioso engañado, pensando que todo estaba bien, pero él vivió su vida ignorando a los pobres y entregándose a sí mismo; la religión hueca. Ahora el error que cometeríamos en este punto es pensar que, si él hubiera dado a los pobres, entonces habría estado en el cielo y es un error porque eso haría que el cielo dependiera de cuánto damos a los pobres y eso no es lo que la enseñanza de las Escrituras.
El cuidado de los pobres no es una opción; gastar nuestro dinero y posesiones por el bien de los perdidos y los pobres no es un extra opcional en la salvación, en cambio, cuidar a los pobres es evidencia necesaria de la salvación. Déjame mostrarte esto en dos lugares de la Biblia.
Vamos a Lucas 19:8, ahí hay un tipo llamado Zaqueo, un rico recaudador de impuestos. Jesús está saliendo con Zaqueo y escucha lo que sucede: «Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado» ¿Te imaginas a ti, poniéndote de pie y regalando la mitad de tus posesiones? Eso es lo que Zaqueo hace. Ahora escucha cómo responde Jesús, «Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham«. ¿Le dio la salvación sus posesiones? Absolutamente no. Darle sus posesiones en ese momento era una clara evidencia de que algo había sucedido en su corazón, algo que había cambiado radicalmente las cosas.
Un ejemplo más, vuelve conmigo a Mateo capítulo 25. Por favor, no te pierdas esto. Comenzaremos en el versículo 31. Esto no es sólo un incidente aislado de Lucas 16. Esto es Jesús hablando a su pueblo y a las personas religiosas. Mateo 25:31-33 dice: «Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones«. Llegará un día, damas y caballeros, cuando Jesús «apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda». «Pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda». Ovejas a su derecha, cabras a su izquierda. Así es como se determinará de dónde eres. «Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna» (Mateo 25: 34-46).
Ahora, no tenemos tiempo para estudiar todo este pasaje, pero es probable que Jesús hable, no sólo sobre aquellos que son pobres, que tienen hambre, están enfermos o en prisión: Jesús probablemente está hablando de sus discípulos. Entonces, este es un pasaje que apunta a todos los que son pobres, enfermos y hambrientos. Independientemente de si son o no creyentes, está claro que debemos amar a los necesitados. Jesús está diciendo que, si no le das a los pobres y con hambre sean cristianos o no, entonces irás al castigo eterno. ¿Por qué? ¿Porque no ganaste suficiente? No. Porque esa es una clara evidencia de que Cristo no está en ti.
Esto es lo que me atormenta. Esta es la razón por la cual, tuve una especie de crisis de fe, porque estas son cosas básicas. Zaqueo no es un creyente maduro y él está regalando todas sus posesiones. Esto es lo primero que hace porque tiene sentido para él, es obvio. Que él haga esto es una evidencia obvia de su salvación. Esa es la imagen aquí en el capítulo 25 de Mateo. Los que no dan a los pobres y a los hambrientos obviamente no son seguidores de Cristo y obviamente serán arrojados al castigo eterno y sin embargo vivimos en una comunidad y somos parte de una cultura religiosa que ignora estas cosas. Estos no son principios básicos para nosotros. Nos complacemos y hacemos oídos sordos a los necesitados, les damos sobras a los pobres y Jesús dice que, si haces eso, entonces no eres su pueblo. No importa lo que hayas dicho a las 11 en punto de la mañana del domingo, si vives así no eres su pueblo. Dios dice: “mi pueblo no vive así, las personas que creen en mí y me tienen en su corazón no viven así”. Entonces hay una clara desconexión entre: reclamar tener este Cristo en tu corazón y permitirte ignorar a los pobres.
Tú puedes decirme: “David, soy justificado por la gracia sólo a través de la fe sola”. Y efectivamente, eres justificado por la gracia sólo a través de la fe sola, pero esa fe es una fe que transforma radicalmente el corazón, que transforma los deseos. Nuestros deseos no son para cosas y placeres egoístas, nuestros deseos son para Cristo, los perdidos y los pobres. Ese es un cambio radicalmente diferente. Podrás decir si esa fe es real en ti únicamente por la forma en que vive.
Santiago capítulo 2, versículo 14 al 17 dice: » Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo” eso es exactamente lo que hemos dicho a nuestros hermanos y hermanas en países del tercer mundo. Continuemos, «¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”. 1 Juan 3, versículos 17 y 18 dice: » Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad”.
Ni siquiera puedes decir que tienes el amor de Dios si esta es tu forma de vivir. La realidad es que tú podrás decir, con la forma en que las personas le están dando a los pobres, si Cristo está o no en él. Y damas y caballeros, la evidencia en nuestra comunidad simplemente no es buena, es aterrador y esta es la elección que tenemos: podemos continuar en una religión vacía que ignora a los pobres o podemos tener un arrepentimiento honesto para cuidar a los pobres.
Al final de este pasaje el hombre rico habla de sus hermanos, él clama desde el infierno por ellos para que escuchen lo que les va a pasar. Él dijo: envía a alguien a resucitar de entre los muertos. Sólo haz algo milagroso. Y Abraham dice que tienen el poder de la Palabra justo en frente de ellos, entonces, no ignores estas palabras, no te pierdas estas palabras, escucha esto y hazlo con humildad.
Lamentablemente nuestros corazones son muy duros y esta es una realidad, incluso en mi propia vida. Mira, la parte más difícil de tratar con nuestro materialismo es el hecho de que estamos tan ciegos a eso que ni siquiera sabemos lo que es no ser materialista y nuestra inclinación se consume y conduce a la dureza del corazón. Entonces Jesús dice que por ello es que solemos justificarnos. Miramos la cultura que los rodea y pensamos que todo está bien, tratando de ignorar las palabras de Jesús, pero Dios conoce tú corazón y Él sabe lo que realmente sucede mejor de lo que tú lo sabes o yo lo sé.
Lo que es altamente valorado entre los hombres es detestable a los ojos de Dios. Los caminos del mundo son detestables a los ojos de Dios. Escucha la Palabra humildemente y obedécela rápidamente. Esto es un arrepentimiento, es un cambio radical. Necesitamos cambiar la forma en que vivimos y la forma en que gastamos. Si esto es verdad entonces esta Palabra determina nuestra vida, determina la iglesia que necesitamos.
Escucha estas advertencias, no sólo por el bien de los perdidos y los pobres sino por el bien de nosotros mismos y nuestras propias almas. Hay más de treinta mil niños, sin alimentos con enfermedades prevenibles que causan su muerte, millones de hermanos y hermanas cristianos de todo el mundo que no tienen comida hoy. Así que, obedece la Palabra rápidamente.
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