¿Dónde vamos a pararnos? ¿Con los pobres y hambrientos o con los de corazón egoísta? ¿Vamos a pararnos con el pobre en su camino al cielo o con el hombre rico en su camino al infierno? ¿Vamos a soportar acaparar nuestros tesoros o vamos a entregarnos a abandonar nuestros tesoros por el bien de los perdidos y los pobres? ¿Dónde vamos a pararnos? ¿Cómo podemos estar aquí con tantos que se pierdan en la necesidad espiritual y física y llamarnos el pueblo de Dios? Bienvenidos a este su programa “La Biblia Dice Presenta” Soy Nelson Cabrera y estas son las dudas que queremos resolver el día de hoy, y para eso, tenemos junto a nosotros a David Platt.
La fe en sí misma si no está acompañada de acción está muerta. Ahora quiero ser muy, muy cuidadoso con esto: no estamos motivados para cuidar a los pobres mediante la culpa, estamos motivados a cuidar a los pobres por el Evangelio. Esto es 2 Corintios capítulo 8, versículo 9 donde dice: «Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos«.
Necesitamos ver las advertencias en el Antiguo Testamento, necesitamos ver las advertencias en Mateo 25 y Lucas 16. Necesitamos ver a Jesús hablando fuertemente acerca de estas cosas. El punto es ver la gravedad de esto y luego darnos cuenta de que obedecemos a Cristo no porque somos culpables, sino porque somos salvos. Obedecemos a Cristo porque somos nuevas criaturas y somos redimidos. No necesitamos complacernos porque vivimos para otro mundo y por eso nos alegra invertir nuestras vidas y posesiones en los perdidos y en los pobres. Abandonamos los tesoros de este mundo porque sabemos que llegará el día en que este mundo se ponga al revés y el Evangelio nos garantiza esto, es por eso que obedecemos estas palabras.
Entonces quiero motivarlos a la necesidad de arrepentirnos. Si este es el Dios de la Biblia y esto es lo que dice, entonces estamos en peligro y tenemos que arrepentirnos. Así que, quiero invitarlos a orar, a que se arrepientan de la religión hueca en la que hemos vivido por años ignorando a los pobres. Quiero instarlos a que no empiecen a pensar en cómo van a consentirse cuando se vayan de este lugar. Quiero invitarlos a que se miren en el espejo de este texto y caigan ante Dios diciendo:
“Dios, necesitamos vivir a Cristo de forma real. O tal vez necesitamos que nos des a Cristo por primera vez en muchos de nuestros corazones porque simplemente no estamos viviendo como tú lo deseas. Dios, necesitamos que elimines nuestra complacencia egoísta y que nos des gracia para saber cómo dejar nuestras posesiones: nuestras cosas, nuestra vida, nuestra agenda, nuestras prioridades por el bien de los pobres. Amén.
Bien, permítanme invitarlos a abrir conmigo el capítulo 10 de Marcos. Sé que durante esta serie en particular hay mucha información que se está derramando en este momento y sé que hay una lucha que va con algunas de las verdades que tenemos. Estamos hablando sobre algunos textos pesados y algunas verdades pesadas, verdades que provocan muchas preguntas e incluso críticas. Y hay verdades aquí que están abiertas a malentendidos. Entonces, una de las cosas que quiero hacer es abordar algunos de los malentendidos porque creo que el adversario podría utilizar la verdad bíblica malentendida para desorientarnos.
He escuchado algunas conversaciones de personas que piensan: “bien, ¿esto está socavando la seguridad de nuestra salvación? o ¿el pastor incluso enseña la salvación basada en las obras?”. Así que vamos a volver a eso hoy en este texto, y quiero que nos ocupemos de esto. He escuchado conversaciones sobre lo que hemos estado hablando por el bien de los pobres, a la luz del hombre rico y Lázaro. Algunos han preguntado: ¿qué es lo que David nos dice que hagamos?, ¿qué quiere el pastor que hagamos? Y quiero recordarles, y rogarles que no hagan esa pregunta. Por favor no lo hagas, no importa lo que David le diga a nadie que haga. Lo que importa es lo que el Espíritu de Dios nos dice que hagamos. Mi trabajo y quiero ser fiel a él, es representar la Palabra de Dios y le pido a Él que me ayude a ser fiel para representarlo de manera clara y precisa.
Hoy quiero empujarte hacia el Espíritu de Dios, estar y confiar en Él, para mostrarte cómo es esto. Esto es lo que estoy haciendo en el contexto de mi vida y de mi familia, estamos en este viaje juntos y es un viaje que vale la pena seguir. Es un viaje que vale la pena por el bien de los perdidos, los pobres, de la iglesia y por nosotros mismos.
Vamos a ver un texto que tiene algunas palabras duras de Jesús para las personas con las que está interactuando. Y espero que al leerlo veamos, experimentemos y anhelemos la gloria de Cristo. Vamos a leer el capítulo 10 de Marcos comenzando en el versículo 17. Algunos de ustedes pueden estar un poco preocupados en este punto, pero seguiré adelante y les daré una advertencia. No vamos a superar todas esas notas hoy. Esto tomará al menos dos semanas para completar este texto, por lo que es posible que este día lleguemos solamente a la mitad de esas notas. Marcos capítulo 10, versos del 17 al 31 dice: «Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: !!Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, !!cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios. Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido. Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna. Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros”.
Padre, te pedimos que por tu Espíritu nos ayudes a comprender este texto hoy. Que nos guardes contra cualquier mala interpretación y que Dios hagas que este texto cobre vida en cada uno de los que lo escuchan y nos muestres por tu Espíritu las implicaciones de esta historia del joven rico para nosotros como pueblo que, como hemos hablado, es un pueblo muy rico en este mundo. Danos la gracia de escucharte y obedecerte. Oramos en el nombre de Jesús. Amén.
Creo que hay dos errores comunes en la interpretación en este pasaje que debemos tener cuidado. El primer error es no universalizar este pasaje. Lo que quiero decir con eso es que no vemos en este pasaje la indicación de que lo que Jesús le está diciendo a este joven rico que haga, que venda todo lo que tiene y se lo dé a los pobres, es un mandamiento universal que todo seguidor de Cristo, de todos los tiempos debe cumplir. Este pasaje no nos dice que si eres un seguidor de Cristo no puedes tener absolutamente ninguna propiedad privada, ni posesiones. No es lo que este pasaje enseña. Debemos tener cuidado de pensar eso. Pero también queremos ser cuidadosos, para no minimizar este pasaje porque Jesús les dice a algunos seguidores suyos que vayan a vender todo lo que tienen y se lo den a los pobres, entonces, si tú eres un seguidor suyo, ¿es posible que Jesús te dijera estas cosas exactas? Claro que es posible. De hecho, la realidad que hemos visto en las últimas semanas es que cada seguidor de Cristo está llamado, en cierto sentido a renunciar a todo lo que tiene. Lucas 14:33 dice: toma tu cruz y sígueme.
Ya hemos hablado de esto antes, somos gente rica, incluso en tiempos de incertidumbre económica. La realidad es que todavía somos increíblemente ricos en comparación con el resto del mundo; tenemos agua, tenemos un techo sobre nuestras cabezas, tenemos vehículos y atención médica, tenemos todo tipo de cosas diferentes que nos hacen ricos, y como resultado, este pasaje tiene implicaciones particulares para nosotros con respecto a lo que significa renunciar a todo por seguirle.
Lo que quiero hacer es que nos sumerjamos en 10 verdades extraídas de este texto, verdades que estudiaremos durante los próximos programas. Hay mucho en este pasaje y vamos a pasar un tiempo recurriendo a otros lugares para ayudarnos a entender lo que Jesús está diciendo aquí. Y queremos ser cuidadosos para ver lo que Jesús realmente quiso decir y no lo adaptemos a nuestras vidas. Tenemos que evitar eso. Entonces vamos a sumergirnos en profundidad en este texto y dejar que estas verdades suban a la cima de nuestro corazón.
Entonces, comencemos con un enfoque radical. La primera verdad aquí es que, el llamado de Jesús a la salvación exige la rendición total. En este punto, quiero que seamos honestos el uno con el otro. De acuerdo con los estándares contemporáneos del seminario, Jesucristo rechazaría la clase de evangelismo personal basada en las tácticas que usa el capítulo 10 de Marcos. Quiero decir, si un joven: millonario, reconocido, con grandes influencias y con ansias de conocer a Jesús llega a nuestra iglesia, entonces pensamos que convertirlo a Cristo es una buena oportunidad, porque él podría ser un gran testimonio para los demás, podríamos usar sus influencias para recaudar fondos para la obra del Señor; es un motivo válido ¿verdad? Pero Jesús lo mira y dice: “anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres«. Eso es raro, no es lo que esperaríamos. Este es un enfoque radical.
Jesús no le dice: “levanta tus manos y has esta oración”. Jesús dice: “aquí están los requisitos”. Él le nombra los mandamientos dados en el Antiguo Testamento. Y luego Jesús dice: «anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres”. Está claro que Jesús está llamando a los hombres desde el principio, lamentablemente los seres humanos pensamos que sus Palabras son muy pesadas y no queremos dejar todo por seguirlo a Él. Ahora déjame decirte algo, cuando Jesús dejó esta tierra, solo 12 personas habían estado con Él, confiaron en Él y lo siguieron. Ves cómo las masas no querían saber nada de lo que Él estaba diciendo. Esto fue algo duro, pero así es como Jesús llevó su ministerio.
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