Hola amigo, amiga oyente, que bendición estar junto a ti un programa más. Estamos involucrados en una nueva serie que habla sobre la relación que mantiene el evangelio y la soltería. En programa anteriores vimos como en el Antiguo Testamento se evidenciaba la bendición de Dios a través de los hijos. Eso es lo que le dijo a Abraham y lo leemos en Génesis 17 cuando dice: “le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto. Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera. Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo: He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes. Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes”.
Dios le dijo: “Abraham, así es como te voy a bendecir”. Él dice exactamente lo mismo al hijo de Abraham; Isaac, en Génesis capítulo 26 versículo 3 al 5 y lo mismo a Jacob, el hijo de Isaac, en Génesis capítulo 28, versículo 14. Él muestra su bendición a través de permitirles multiplicarse.
Lo que tenemos en todo esto es una imagen de Dios diciendo que te bendecirá y tu nombre será grandioso. ¿Cómo? Al darte descendencia, descendencia física. Así es como el pueblo de Dios, el pueblo de Israel, los israelitas se multiplicaron, no principalmente a través de la evangelización de los gentiles en el Antiguo Testamento. Esa fue una parte importante, pero la imagen predominante que tenemos es la de multiplicar y llenar la tierra a través de la reproducción física.
Y la bendición de Dios se evidencia en eso, de hecho, los puntos de tensión que vemos en el Libro de Génesis se centran en cuestiones de esterilidad y problemas de los niños. Sarah, la esposa de Abraham estuvo estéril por mucho tiempo hasta que Dios les bendice con Isaac y luego llegas a Génesis capítulo 22 y Dios le dice que sacrifique a Isaac y este es otro punto de tensión. Luego miras a Raquel, ella es estéril. Esta es una imagen que vemos a lo largo del Antiguo Testamento. Génesis capítulo 48, versículo 16 nos lo recuerda cuando dice: “y sea perpetuado en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac, y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra”.
Lo que tenemos al principio de la Biblia es el hecho de que, si no tienes hijos, no tienes descendencia y como consecuencia, tu nombre será cortado. Deuteronomio capítulo 25, versículo 6 dice que tu nombre será cortado de Israel. Su nombre será cortado si no tiene un hijo. Tener hijos, tener descendencia, es extremadamente importante en la época.
Ahora, si la descendencia que tiene hijos se equipara con la bendición de Dios y tiene descendencia a través del matrimonio, entonces, ¿dónde deja eso a los hombres y mujeres solteros en el Antiguo Testamento? Totalmente por fuera. Tenemos que ver esto; si eres soltero, en el Antiguo Testamento, no tienes un lugar, ni un nombre porque no tienes un heredero y serás cortado de todo Israel. Como resultado, la soltería y la esterilidad es descrita como una maldición por las personas en el Antiguo Testamento porque no tienes un heredero que continuará con tu nombre y tu nombre será cortado.
Cuando mires a los grupos de solteros en el Antiguo Testamento, verás que los solteros eran eunucos, incluso hay personas que literalmente tenían en la mayoría de los casos su capacidad física de sexualidad completamente arrebatada de ellos para que no tuvieran descendencia. El eunuco no tenía esperanza de descendencia alguna. Los solteros de la época eran eunucos. Así que, la imagen que vemos en el Antiguo Testamento es que los solteros son aquellos que tienen enfermedades como la lepra, u otras cosas que te hacen inaccesible e intocable o eran viudos o viudas y tan pronto como el marido o la esposa morían, era alentador volver a casarse lo más rápido posible. Además, las imágenes de divorcio en el Antiguo Testamento son despreciadas. Aquí no hay nada favorable acerca de la soltería.
Entonces, cuando miras a Dios llamando a sus profetas: Jeremías, Elías y Eliseo para que sean solteros, esto va contra la corriente. Esto no es algo fácil para ellos. Esta es una imagen de una maldición. La soltería no da lugar en el Antiguo Testamento hasta que llegas a Isaías. Ven conmigo allí. Mira Isaías capítulo 53.
Mientras vamos a Isaías 53, el trasfondo aquí es que esta es una profecía en el Antiguo Testamento que habla de Jesús en el Nuevo Testamento y específicamente está hablando de que Jesús murió en una cruz. Esa es la imagen de Isaías 53. Entonces cuando habla de un hombre, ese hombre es Jesús. Escucha lo que dice. Isaías 53, versículo 7: «Angustiado él » hablando de la profecía acerca de Jesús «y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Por cárcel y por juicio fue quitado «escucha esto» y ¿quién la contará? «¿qué? » su generación. Porque fue cortado”. El mismo lenguaje que hemos visto antes en el Antiguo Testamento. «Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca. «(Isaías 53: 7-9).
Esta fue una imagen de maldición. Él fue cortado. “y su generación, ¿quién la contará?”. Él no tenía descendientes en absoluto. Escucha lo que sucede después. Versículo 10: «Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado«. Escucha esto » verá linaje » ¿qué? “verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada«. ¿Lo entendiste?
Hombre soltero, Jesús, el Hijo de Dios sin descendencia física alguna. ¿Quién puede hablar de sus descendientes? Entonces, la imagen es que, al morir en la cruz, Jesús se levantaría de la tumba y verá a su descendencia. Hay una imagen completamente diferente de la descendencia que se está introduciendo aquí. Isaías sigue diciendo: «Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores. «(Isaías 53:11 y 12).
¿Jesús tuvo algún descendiente físico en esta tierra? Absolutamente no. ¿Jesús tiene descendencia espiritual? Sí. Todos los hombres, mujeres, niños y niñas que confían en Él, no quien nace por medio de su simiente, sino quien nace de nuevo por el Espíritu de Dios; ese será su descendiente: hijos e hijas de Jesús. Hijos e hijas de Dios. Esta es la imagen que tenemos aquí en el Antiguo Testamento. Es una imagen completamente nueva de un camino para que el reino de Dios se multiplique. No es solo a través de la procreación física, sino a través de la regeneración espiritual. Hay algo que está sucediendo aquí y es enorme.
Entonces, llegas al capítulo 54, versículo 1 y escucha lo que dice: «Regocíjate, oh estéril”. Recuerda que la esterilidad era una maldición. “Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová.” (Isaías 54: 1).
¿Esto significa que la mujer estéril de repente comenzó a tener hijos físicos? No, esa no es la imagen. Escucha: «Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas. No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria. Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.» (Isaías 54: 2-5)
Escucha la esperanza de solteros, mujeres estériles que no tienen esperanza de descendencia física. Dios dice que tienes una mayor esperanza. Escucha el capítulo 56, versículo 3. ¿Recuerdas que hablamos sobre los eunucos malditos, sin capacidad para la sexualidad y la procreación? toda esa imagen se ha ido. Escucha lo que dice el versículo 3: «Y el extranjero que sigue a Jehová no hable diciendo: Me apartará totalmente Jehová de su pueblo. Ni diga el eunuco: He aquí yo soy árbol seco”. Escucha lo que el Señor le dice al Eunuco. “Porque así dijo Jehová: A los eunucos que guarden mis días de reposo, y escojan lo que yo quiero, y abracen mi pacto, yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá«. Ponte en los zapatos de un eunuco que ha sido despojado de su capacidad de experimentar la bendición de Dios en su descendencia y Dios le dice, tendrás un nombre, tu nombre no será cortado, tienes un nombre que es mucho mejor que el de los hijos e hijas, tienes un nombre eterno.
Esta es exactamente la situación que encontramos en el capítulo 8 de Hechos cuando un eunuco etíope está leyendo. ¿Qué está leyendo? Isaías capítulo 56. Entonces, Felipe, le anuncia el Evangelio, y el eunuco se bautiza, él se da cuenta de que hay un nacimiento espiritual y una descendencia espiritual que vendrá a través de su vida que reemplaza cualquier imagen física. Esa es la imagen que hemos inaugurado a través de Cristo.
¿Ves cómo la venida de Cristo cambia radicalmente la soltería en las Escrituras? Ahora, ve al Nuevo Testamento. Mateo 19, aquí está Jesús, Él está teniendo una conversación con sus discípulos sobre el matrimonio, sobre el divorcio y habla de las dificultades que acompañan al divorcio y sus discípulos le responden y dice el versículo 10 de Mateo capítulo 19: «Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse.» Ahora esa declaración allí parecía casi extravagante para ellos. Casi parecía una exageración, “es mejor no casarse”.
En la cultura judía, el matrimonio era muy importante. Hemos visto eso. Y escucha lo que dice Jesús «Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado«. En otras palabras, él dice sí, tienes razón. “Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba”. ¿Oíste lo que pasó? Jesús dice en Mateo capítulo 19 que es bueno ser un eunuco. Sé un eunuco por el reino de los cielos. Es bueno ser soltero y ahí es exactamente donde comienza Pablo en 1 Corintios capítulo 7. Es bueno para un hombre no casarse, es bueno ser soltero.
Ahora, bíblicamente se desea el matrimonio, pero siempre hay excepciones y es precisamente de eso de lo que hablaremos en el siguiente programa. Espero que puedas acompañarnos en esta maravillosa serie sobre el evangelio y la soltería. Que Dios te bendiga.
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