A lo largo de mi vida, he escuchado muchas a parejas de esposos decir: “ese es tu problema, no mi problema”. Ahora, ¿qué pasa con esa afirmación? De eso es de lo que quiero hablar en este programa.
¿Qué es la unidad en el matrimonio? ¿Es sólo una declaración de que ahora están casados o hay algo más, algo misterioso, algo en lo que puedes crecer? En este tiempo, Ron Moore responde esas preguntas mientras comienza una nueva serie sobre el matrimonio. Practique su instrucción bíblica y vea cómo su buen matrimonio se vuelve aún mejor.
Así que cuando dijiste que “Sí” pasaste de novio a esposo, de novia a esposa, y entonces, comienzas a trabajar en este viaje que llamamos vida y tienes estas altas expectativas de vivir felices para siempre, pero sabes que, a veces la vida se interpone en el camino de las historias felices para siempre y te das cuenta de que la vida es sólo un trabajo duro y el matrimonio es parte de ese trabajo. Entonces, hoy vamos a ver qué significa “unidad”, y luego vamos a considerar la intención de Dios para la unidad en la relación matrimonial. De acuerdo, aquí vamos. ¿Cómo describirías o definirías la unidad? Pensemos en algunas palabras aquí.
Primero: conexión, intercambio de cuerpo, mente, espíritu y emoción. Entonces la unidad implica una conexión física, mental y espiritual. No puedes experimentar o expresar la unidad sin este aspecto de estar conectado.
Segundo: misión, yendo en la misma dirección. Dos personas que avanzan juntas y acuerdan el propósito, la dirección y los planes para su vida. Esto es crítico. Pensar en el futuro juntos es extremadamente saludable para un matrimonio.
Tercero: misterio. ¿No hay una singularidad en esta cosa que llamamos relación? Cuando Pablo describe el matrimonio en Efesios 5, habla de la diversidad dentro de la unidad. Así que piense en el misterio de cuán diferentes son los hombres y las mujeres. La paradoja es que, si lidias con las diferencias, entonces serán más parecidos, no en su personalidad sino en esa conexión y esa misión juntos.
Ahora cuando pienso en lo que es algo, me gusta pensar en lo que no es para entenderlo. Entonces, si esta es una descripción de lo que es la unidad, ¿cuáles serían algunas palabras para describir lo que no es la unidad? Pues: separado y egoísta. Mira, uno de los mayores problemas que rodean a los matrimonios es la soledad, y cuando uno de los miembros del matrimonio, experimenta soledad, la confianza en el otro desaparece y la separación surge.
Estas son algunas de las señales del aislamiento: una sensación de que tu cónyuge no te está escuchando, puede estar junto a ti físicamente, pero sus pensamientos y emociones están en otra parte. Una sensación de no poder satisfacer o cumplir las expectativas de tu cónyuge. Entonces, todo lo que haces no parece satisfacer a tu cónyuge y mantienes permanentemente esa sensación de que él va por su propio camino.
Ahora, sé que muchas veces hemos escuchado decir: “si tienes un problema, tengo un problema”, pero ¿qué pasa cuando esta afirmación, no se torna una verdad en tu matrimonio? Mira, cuando la unión desaparece de nuestro matrimonio entonces la afirmación cambia por: “si tienes un problema, yo no” pues, aparentemente el sentimiento de paz, evitando el conflicto es mejor que lidiar con el dolor de la realidad. Así que sin unidad: hay soledad, separación y aislamiento. Con la unidad, por otro lado, hay conexión, misión y misterio. Así que definiré a la “unidad” de esta manera: Unidad es dos personas conectadas que se dirigen: de la misma manera, al mismo tiempo y por las mismas razones.
Bien. Con esa definición, vamos a las Escrituras. Comencemos con Génesis capítulo 2, versículo 18 y trabajemos a través de lo que Dios tiene en mente con respecto a esta relación matrimonial. Ahora en Génesis capítulo 2, Dios ya ha creado todo. Él puso a Adam en el jardín y le dijo: «No comas de ese árbol» y en este punto, Adam está solo pero luego, en Génesis 2:18, Dios dice: «No es bueno que el hombre esté solo» Esto es antes de que el pecado ingrese al mundo. Así que Adán vive en un mundo sin pecado y aun así Dios dice: «No es bueno que el hombre esté solo». Hasta este punto, Dios ha dicho que todo lo que Él creó es muy bueno, pero luego dice que no es bueno que el hombre esté solo. Ahora, ¿por qué Dios dice que no es bueno que el hombre esté solo? Pues porque el hombre fue creado para vivir en unidad, no para estar solo.
Allen Ross tiene un gran comentario sobre Génesis. La soledad de Adán no era apropiada y adecuada con el propósito de la creación. Entonces Dios hizo que Adán necesitara a otra persona. Adán solo no hubiera podido hacer lo que Dios quería que hiciera. Y la soledad de las Escrituras es siempre un concepto negativo. Siempre en las Escrituras, la vida plena, satisfactoria y la vida significativa se encuentran en el contexto de la comunidad. Eclesiastés capítulo 4 versos del 9 al 10 dice: « Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.» Pero aquí surge nuevamente este aspecto negativo, este aspecto peligroso de estar solo, Sigamos leyendo: «También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto»
Ahora, hay algo muy interesante aquí: “cordón de tres dobleces no se rompe pronto.” ¿Quién es esa tercera cadena y en la unidad bíblica? Pues es Dios, el Espíritu Santo, es esa tercera cadena. Dios dice: «No es bueno que el hombre esté solo. Haré ayuda idónea para él». Ahora bien, en las Escrituras, la palabra ayudante no se usa de una manera degradante. Quiero decir, a veces creemos que esa persona es sólo una ayuda, pero en las Escrituras, cuando Dios habla de crear a la mujer como ayuda idónea no es un concepto degradante. De hecho, generalmente cuando la palabra se usa en las Escrituras, se usa para referirse a Dios mismo. Lo podemos ver en varios textos de la Biblia: Éxodo capítulo 18, Deuteronomio 33, 1 Samuel 7, Salmo 20. La traducción griega del Antiguo Testamento se traduce con la palabra “bathos”, que es la palabra médico; así como el médico le da la medicación adecuada y proporciona el procedimiento correcto para el hombre a través de su palabra. Así Dios le da al hombre una ayuda idónea.
Ahora, ¿Cuál es el propósito del hombre? Glorificar a Dios y disfrutar de Él para siempre. Entonces, si individualmente el fin principal del hombre es glorificar a Dios, ¿cuál es el propósito principal de nuestro matrimonio? Pues exactamente lo mismo, pero por dos; el fin principal del matrimonio es glorificar a Dios. Entonces Dios junta al hombre y a la mujer para glorificarlo de una manera que nunca podrían glorificarlo solos. ¿No es emocionante pensar sobre lo que Dios ha hecho en la relación matrimonial? Juntos pueden glorificar a Dios, pueden traer honor a Él, pueden darle gloria a Él de una manera que nunca podrían hacerlo por sí mismos. Entonces el matrimonio es mucho más que un hombre y una mujer enamorándose, comprar una casa, tener hijos y jubilarse. El matrimonio es más que eso; juntos tienen la oportunidad de glorificar a Dios, su unión se trata de honrar a Dios.
Ahora, no puedes glorificar a Dios con un matrimonio no saludable. ¿Recuerdas lo que Dios hizo para ayudar a Adán a comprender su soledad? Le dio la tarea de nombrar a los animales; cada criatura viviente fue nombrada por Adán. Piénsalo, eso debió tomar un tiempo, pero Dios le da esa asignación a Adán por una razón: al nombrar todos los seres vivos, Adán no encuentra conexión: «mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.» (Génesis 2: 21-23) Ahora la traducción al español ni siquiera comienza a hacer justicia a la emoción que proporciona la traducción hebrea. Cuando Adán dice «ella será llamada ‘mujer'», él usa la palabra hebrea “ishah” que dice ¡Ella es a quien he estado esperando! Y esa es la unidad perfecta que debe enmarcar un matrimonio. Ahora aquí es donde esa aplicación debe mostrarse fuertemente: en cada matrimonio va a haber un momento en el que llega un gran desafío y es ahí en donde la Unidad debe mantenerse más fuerte que nunca.
Vamos a pensar en esas cosas que destruyen la unidad en un matrimonio y, seamos sinceros, nadie está exento de ninguno de estos. Número uno, base espiritual débil o ausente. En un matrimonio cuando hay una relación que tiene poco o ningún fundamento espiritual, entonces no puedes experimentar la unidad que Dios quiere. En el capítulo 19 de Mateo verso 6, Jesús dice, cuando habla sobre el matrimonio: «Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre» Entonces, si no tienes a Dios en la ecuación, entonces no hay manera de que lo disfrutes. Y nuevamente, sólo confiando en Cristo y en su obra en la cruz, puedes tener un perdón personal y una relación personal con el Dios viviente. Y cuando eso sucede, entonces tienes la oportunidad de experimentar la profundidad de la unidad que Dios quiso desde el principio con el matrimonio. Solamente si dos personas están creciendo como cristianos, entonces su matrimonio crecerá también.
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