Hola amigo, amiga oyente, que bendición poder estar junto a ti en un programa más de La Biblia Dice Presenta. Estamos involucrados en una nueva serie de estudios bíblicos donde estudiamos la verdadera esencia de la adoración dentro de nuestra familia de fe.
En programas anteriores hemos visto como, tristemente, en los últimos años, hemos perdido la verdadera razón de la adoración. Hemos colocado nuestra fe para atraer gente en los músicos, en los escenarios, las grandes luces y grandes equipos de sonido, hemos olvidado que quien realmente atrae a las personas a Dios es Dios mismo; lo que atrae a las personas a Dios no son las personas, la música o los grandes espectáculos que la iglesia puede proyectar.
Si continuamos creyendo que esa es la forma en la que se atrae la gente a Dios, entonces la gente comenzará a decir: “sabes que, ya no puedo rendir culto allí. Necesito ir a otro lugar para adorar” Luego, llegaran a otro lugar y a los pocos meses, sentirán que no pueden adorar en este otro lugar y viajaran de iglesia en iglesia pensado que son las cosas externas que esta les puede ofrecer, la que generan la adoración en su vida.
No pierdas el punto de la verdadera adoración. Nuestros hermanos y hermanas que son perseguidos a causa de Dios, continúan adorándolo aun a costa de su propia vida, y ¿sabes por qué lo hacen? Lo hacen porque ellos saben que Él es digno de alabanza sin importar las circunstancias físicas o emocionales en las que se encuentran. Así que te animo a que cada día pidas la ayuda de Dios para poder adorar, a pesar de las circunstancias externas.
Mira, hay un gran problema con todo esto de pretender adorar a Dios por la forma externa en que la iglesia se encuentra, el problema es que eso afecta nuestra visión de Dios y nuestra relación personal con Él. Cuando comenzamos a enfocarnos en todos los aspectos externos, comenzamos a sentir que la iglesia no nos está dando la sensación que estamos buscando cuando venimos a la adoración congregacional, entonces lo que hacemos es comenzar a salir de la iglesia pensando que ya no sentimos más a Dios y comenzamos a preguntarnos si Dios todavía nos está buscando.
Escucha esto, todo lo que necesitamos para la adoración es la realidad de la presencia de Jesucristo. Él es el lugar donde ocurre la adoración y si tienes a Jesús, no importa si estás en la celda de una prisión en Asia, si estás en una habitación, si estás en una casa, en una iglesia o en otra parte del mundo. Todo lo que necesitas es la presencia de Jesús. Tenemos que saber esto, especialmente si queremos ser parte de una misión global. La forma en la que vamos a llegar a las naciones para la gloria y la adoración al nombre de Jesús, no es construyendo edificios. ¡Qué estrategia tan horrible para impactar al mundo! En cambio, iremos uno por uno, en pequeños grupos y penetraremos el mundo con la presencia de Jesucristo. Les presentaremos, a las personas de todo el mundo, Su presencia y comenzarán a reunirse en torno a Su presencia, ya sea en secreto a altas horas de la noche, ya sea en pequeños grupos en hogares o tal vez en un edificio. Donde sea que estén, no importará porque se reunirán alrededor de la persona de Jesucristo.
Cuando adoramos a Dios, lo adoramos en espíritu. Dios no está limitado a cosas externas y eso es lo que Él está tratando de decir, en todo el Nuevo Testamento. Déjame mostrarte dos instancias de esto. Toma tu Biblia y acompáñame a Mateo capítulo 15. Este es un versículo que debemos tomar en serio cuando consideramos el culto congregacional. Jesús está hablando con los líderes religiosos. Notarás que casi todos los pasajes que estamos viendo sobre Jesús no son pasajes de felicidad eterna. Escucha Mateo 15 versículo 6, comenzaremos a la mitad del versículo, la biblia dice: «Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:» Escucha el versículo 8″ Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón «¿qué? » está lejos de mí«. ¿Ves el peligro aquí? Lo honramos con nuestros labios, pero es posible que nuestros corazones estén lejos de Él.
Entonces, Jesús advierte contra eso, Él dijo: “es mi presencia y es la respuesta de tu corazón.” Bien, vamos al Libro de Efesios capítulo 15 versículo 18. Quiero que veas cómo Pablo describe la adoración en la iglesia del Nuevo Testamento y quiero que lo pensemos en relación con la honestidad. Él dice: «No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,«. Entonces, el Espíritu es quien nos guía en la adoración. Y continúa: «hablando entre vosotros con salmos, himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en» ¿qué? “en vuestros corazones«. No dice: “cantar y hacer música en tu boca al Señor,” eso está implícito. Pero el énfasis aquí, está en cantar y hacer música para el Señor en tu corazón. Es nuestra respuesta a la presencia de Cristo en nuestros corazones, lo que hace la genuina adoración. No es lo que sale de nuestras bocas con canciones repetitivas, no es la rutina que atravesamos, no son los asientos en los que nos sentamos. Lo que hace a la adoración, es lo que sucede en nuestros corazones. Aquello que solamente nosotros sabemos que está pasando. Dios nos ayude a ver que el culto congregacional trasciende a lo externo.
Entonces, amigo, amiga oyente, yo te pregunto: ¿qué está pasando en tu corazón? Mira, si te preocupa más las cosas externas de la adoración; cómo canta ese artista, como se mueve esa persona, o que tan elocuente es ese hombre que dirige la oración, entonces estas fingiendo espiritualmente. Sin embargo, cuando comenzamos a hablar sobre lo que Dios está haciendo en nuestros corazones y vemos que nuestros corazones se vuelven hacia Él, entonces estamos empezando a tener una verdadera relación con Dios.
Ahora, eso no significa que cada vez que nos reunamos en un culto congregacional tengamos este fervor ardiente por adorar a Cristo. Es bueno tenerlo, pero todos hemos pasado por momentos en que nos unimos para la adoración congregacional sin ese fervor ardiente. Quizás estamos luchando en nuestra relación con Dios. Supongo que hay personas que están en la iglesia y que piensan que su deseo no es tan fuerte en aquel momento, pero la adoración está volviendo sus corazones hacia Él y están anhelando que Dios aumente su deseo.
Recuerda esto, la adoración implica decir: “Dios, estoy bastante fuera de lugar, estoy confundido sobre algunas cosas que estás haciendo en mi vida y no soy capaz de entenderlo y adorarte por ello.” Cuando haces eso, tu corazón está volviéndose hacia Dios. De hecho, yo diría que es en esos momentos, cuando la adoración da pasos más profundos que incluso cuando esa pasión, simplemente fluye de nosotros.
Ahora, hay un gran problema cuando nos dejamos engañar por voces extrañas y dejamos de buscar la presencia de Dios, dejamos de conocerlo y saber quién es nuestro Padre Dios. Entonces, toma tu Biblia y acompáñame a Juan, ¿recuerdas que en este texto hemos visto a Jesús tener un encuentro personal con la mujer samaritana? Aquella mujer que es confrontada con su pecado de una forma directa de parte de Jesús, y ¿recuerdas cuál fue la respuesta de esta mujer al ser confrontada con su pecado? Bueno pues, ella trata de eludir su respuesta, y le dice a Jesús “Señor, me parece que tú eres profeta. Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.” Ante esto, Jesús responde: «Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.» (Juan 4:20) Aquí, Jesús simplemente sale y dice lo que piensa sobre el hecho de que los samaritanos, han ignorado la mayor parte del Antiguo Testamento. Él dice que ellos se detuvieron entre Génesis y Deuteronomio, pero que Su Padre ha estado haciendo mucho desde entonces y ellos lo han ignorado. Todos los libros históricos, ellos lo omiten por completo. Y él dice que eso es porque sabrían que la salvación viene de los judíos.
Mira, todo el Antiguo Testamento, no solo los primeros cinco libros, sino todo el Antiguo Testamento, apunta hacia Cristo y Jerusalén. Ellos, los samaritanos sabrían esto si no hubieran ignorado las escrituras, si no habrían ignorado Su Palabra.
Ahora, nosotros no somos necesariamente judíos o samaritanos y no estamos teniendo algunos de los debates que estaban teniendo en ese momento, pero sí tenemos que ver que tan sagrada es nuestra adoración si estamos desconectados de la Palabra de Dios. Si cuando nos reunimos, la Palabra del Señor no está en el centro de nuestras vidas, si no ha estado en el centro de nuestras vidas durante toda la semana, no importa cuántas canciones o qué palabras se pongan en la pantalla, porque estamos tratando de adorar a un Dios del que no tenemos conocimiento íntimo.
Todos en el mundo son adoradores, ¿verdad? Todos adoran algo. La pregunta no es si adoras o no. La pregunta es ¿a quién estás adorando? Así que, si no estamos obteniendo un conocimiento íntimo de Dios a través de Su Palabra, entonces ¿qué nos separa de aquellos que se están inclinando y adorando ídolos en todo el mundo?
Bueno, para responder esto quiero hacerte una pregunta: para ti, ¿qué es un ídolo? Y frente a ello, te diré que un ídolo es algo que creamos y lo vemos como dios. Entonces, basados en eso, ¿Con que frecuencia hemos escuchado en la iglesia decir: “bueno, la forma en que veo a Dios es así.”? Mira, permíteme decirte algo frente a esas declaraciones; ni tu ni yo tenemos el derecho de determinar quién es Dios. Dios se ha revelado a nosotros a través de su Palabra y nuestra responsabilidad es entrar en esta Palabra, estudiarla, memorizarla, digerirla, convertirla en una parte muy real de nuestra vida y, cuanto más profundicemos en ella, más sinceros seremos con nuestra adoración.
Cuando tenemos un conocimiento íntimo del Dios al cual estamos cantando, entonces estamos elevando una adoración sincera. Eso transforma nuestra adoración en espíritu y verdad. Esa verdad que nos hace libres en la adoración y nos lleva a nuevas profundidades con Dios. Adoramos al Dios que conocemos, así que no te sorprendas, si cuando nos reunimos para el culto congregacional, simplemente no te conectas espiritualmente con Dios, si no estás pasando tiempo en la Palabra de Dios, no lo vas a conocer y como resultado de ello, no lo puedes adorar en espíritu y verdad.
Ahora, mira esto, si todo lo que hacemos es mirar la Palabra, entonces perdemos el corazón de la adoración y terminaremos poniendo trabas en todo lo que la iglesia hace, peleando por esto o aquello y como resultado, no representaremos a Dios correctamente. La Palabra sin el corazón nos hace pretenciosos. Sin embargo, el corazón sin la Palabra nos hace frívolos.
De ninguna manera, quiero ofender a nadie, lo único que quiero es que dejemos de lado esas pretensiones que nos hacen creer que aquellos que conocemos más sobre la Palabra del Señor, somos mejores adoradores que aquellos que apenas han conocido a Cristo. Mira, la verdadera adoración es aquella que sale de un corazón agradecido, reverente y en honra a nuestro Señor y Salvador, en espíritu y en verdad.
Así que te invito a que diariamente acudas a la presencia del Señor, estudies su Palabra y dispongas tu corazón a dorarlo aun en medio de todas las adversidades. Que Dios te bendiga.
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