1 Pedro 5:10 dice: «Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. ¿No es genial? Tú tienes la responsabilidad de mantenerte fuerte, pero será Dios quien te hará fuerte. Así que, mantente firme en la fe.
El liderazgo espiritual no comienza con maestros o compañeros de estudio bíblico. En el programa de hoy, Ron Moore comparte las virtudes principales para aquellos que pastorearían al rebaño de Dios y lo que los tiempos difíciles exigen de ellos.
Toma tu Biblia y vuelve conmigo al Libro de 1 Pedro. Hoy concluimos la primera carta de Pedro, la misma que escribió a los creyentes en cinco provincias romanas que ahora se encuentran en el norte de Turquía. Ahora, cuando Pedro termina su libro, en el capítulo 5, hay tres puntos que quiere resaltar, tres cosas que quiere dejar con sus lectores.
Aquí está el primero, los tiempos difíciles demandan un liderazgo probado. Los tiempos difíciles se acercan y tienes que asegurarte de que el liderazgo sea fuerte y tenga experiencia, son los líderes quienes te guiarán a través de estos tiempos difíciles. Mira, cualquiera puede dirigir un barco cuando el mar está tranquilo pero cuando las tormentas están azotando el barco, cuando el mar está embravecido, entonces necesitas un capitán con experiencia al timón y, por lo tanto, Pedro está diciendo que la persecución está por venir y, es mejor que tengas un buen liderazgo tanto espiritual como pastoral. En el capítulo 5 versículo 1 Pedro dice: «Ruego a los ancianos que están entre vosotros” Los ancianos son un grupo de hombres, nota que Pedro está hablando en plural, los ancianos, son más de uno. Y esto es algo que proviene del Antiguo Testamento, ¿lo recuerdas? en el Sanedrín había un grupo de ancianos que lideraba el principal cuerpo gobernante judío y cuando la iglesia comenzó, en Hechos 11 y 21, los ancianos son nombrados como los primeros líderes y luego, cuando Pablo y Bernabé van y comienzan las iglesias alrededor del mundo, siempre nombran ancianos como líderes en las iglesias.
Ahora mira como Pedro se dirige a ellos, mira el versículo 1 «Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada » Ahora, Pedro no sólo fue uno de los 12 discípulos, él formó parte del círculo íntimo de Jesús, así que fácilmente pudo haber presumido de eso, pero él no lo hizo, se dirigió a ellos como uno más: “Yo soy uno de ustedes, he sido testigo del sufrimiento de Cristo, he estado con Él, lo vi ser golpeado, azotado, lo vi colgar en la cruz, pero también soy uno que compartirá la gloria para ser revelado”. Ahora, ¿recuerdas cómo compartes la gloria que se revelará? Pedro dijo en el capítulo 4 versículo 13: «sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría» Y luego se dirige a los ancianos, él les da esta instrucción: los tiempos van a ser difíciles, los desafíos vendrán y vas a tener que ser fuerte, Pedro dice: «Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto;» (1 Pedro 5: 2)
Pedro está diciendo que debes esforzarte y ser el líder espiritual que Dios necesita que seas en cualquier momento, pero particularmente en tiempos desafiantes. Un pastor es alguien que cuida a las ovejas, que los lleva a pastos verdes y se asegura de que tengan agua, que estén protegidos, un pastor busca cualquier cosa que pueda ponerlos en riesgo y lo deshecha pues, su seguridad es lo primero. Si una de sus ovejas está perdida, entonces el pastor lo deja todo y va a buscarla.
Pedro dice que tomes la misma idea de este pastor y lo apliques en tu iglesia; asegúrate de que su doctrina sea pura y esté basada en la Palabra de Dios, ten cuidado con aquellos que puedan estar dando una falsa doctrina, ve por aquellos que están perdidos; protege, enseña, guía y lidera.
Pedro dice que tiene que haber tres cosas en el corazón de un anciano, veamos cuáles son:
Número uno, el anciano tiene que tener un corazón dispuesto. Mira el versículo 2: «Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto«. Cuando Pedro da las calificaciones para un siervo en 1 Timoteo capítulo 3, la primera calificación es esta: “Si alguno anhela obispado, buena obra desea” Tienes que tener un corazón dispuesto porque nadie puede forzarte a servir a Dios.
En segundo lugar, los ancianos deben tener un corazón puro. Pedro dice en el versículo 2; «no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto» Pedro dice que no lo hagas por el dinero o por poder, no lo hagas por influencia, debes hacerlo por amor. Tienes que tener un corazón puro.
En tercer lugar, Pedro dice que, si vas a ser un anciano, si vas a dirigir, asegúrate de tener corazón: dispuesto, puro y de siervo. Mira el capítulo 5 versículo 3: «no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey» Pedro dice que como ancianos tenemos que asegurarnos de que todos estén protegidos; desde el más nuevo hasta el más antiguo; de la cuna a la tumba. Ahora, cuando haces eso, no todos estarán de acuerdo con cada decisión que tomes, pero cuando tienes que cuidar a toda la bandada, Pedro dice que no sólo debes ver por el bien de un grupo, sino que debes ser pastor de todo el rebaño. Y para aquellos que sirven bien, no importa si reciben elogios aquí en la tierra. El capítulo 5 versículo 4 dice: «Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria»
Una cosa más mira el versículo 5: «Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes.» Cuando eres joven, estás lleno de energía y estás lleno de ideas, estás lleno de sueños y estás lleno de pasión, pero nunca debes dejar de lado la humildad. Y cuando seas viejo, ojalá estés lleno de las mismas cosas. Lamentablemente, cuando eres joven te falta experiencia, pero Pedro dice: “ustedes que son jóvenes con la visión, la pasión y la energía deben luchar por buscar la verdad. Tú debes buscar una iglesia que predica la Palabra de Dios y que esté comprometida con estudiar la Palabra de Dios y que se comprometa a presentar la adoración de manera relevante y con seguridad, pero no te alejes de la iglesia, recuerda que la iglesia es la Novia de Cristo. La iglesia te necesita y tú necesitas de la iglesia.
Ahora, quiero decir algo para los ancianos, el hecho de que seas mayor no significa que seas espiritualmente maduro. No siempre igualan la edad con la madurez espiritual. Déjame darte un ejemplo de alguien cuya edad no se relacionó con su madurez espiritual. Su nombre es Solomon, 1 Reyes capítulo 11 verso 4 dice: «Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.» Envejecer no quiere decir que eres espiritualmente maduro, y los tiempos difíciles demanda liderazgo probado y, como mayores, es nuestro trabajo asegurarnos de que eso suceda.
Mira, cuando la iglesia atraviesa tiempos desafiantes, necesitas un liderazgo que asegure que todas estas cosas sucedan, eso es lo que Pedro está diciendo aquí. Mira, son los ancianos quienes pastorean el rebaño, pero si tú eres un anciano en tu iglesia, recuerda que no puedes hacerlo todo solo, así que asegúrate de tener a tú lado gente con pasión, humildad y decisión de servir al Señor. Ahora, que tengas gente a tu alrededor con la misma pasión de servicio que tú, no te excusa de no hacerlo, así que asegúrate de servir correctamente porque al final tú serás el único responsable, no por hacerlo todo, sino por asegurarte de que sucediera.
Aquí está la segunda cosa que Pedro quiere que escuches antes de terminar su carta: los tiempos desafiantes exigen un nuevo nivel de disciplina espiritual. Miren a la mitad del versículo 5 «y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes.» Pedro cita el capítulo 3 verso 34 de Proverbios que dice: «Ciertamente él escarnecerá a los escarnecedores, Y a los humildes dará gracia.»
Probablemente Pedro estaba pensando en ese día cuando Cristo se levantó de la mesa y comenzó a lavarles los pies a los discípulos. ¿Recuerdas la historia? “Jesús comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido. Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies? Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después. Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo. Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza.»
Ahora volvamos a 1 Pedro 5 verso 6, y esto dice: «Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;» ¿lo ves? Pedro dice que debemos humillarnos bajo la mano de Dios y, humillarse no es fácil, pero debes saber que los tiempos difíciles están llegando y que es necesario humillarte a los pies del Señor. Las pruebas que vendrán pueden sentirse como una disciplina para ti, pero a su debido tiempo Él te va a levantar. Puede ser que Él te levante aquí en la tierra, pero también puede ser que el Él decida levantarte en la presencia de Jesucristo; al pasar de la muerte a la vida, pero por favor leamos es el verso 7, este dice: «echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros«. Pedro dice que arrojes todo sobre Dios porque Él se preocupa por ti, así que, cualquier ansiedad que tengamos, podemos arrojarlas sobre Él, pues Él se preocupa por ti.
Tiempos desafiantes exige liderazgo probado. Exige disciplina espiritual pero también exige un nuevo nivel de autodisciplina. Me encanta cómo Pedro, a lo largo de su libro, entrelaza la soberanía de Dios en nuestra responsabilidad personal. Pedro nos dice una y otra vez que no usemos la soberanía de Dios como una excusa para su inactividad. Recuerda esto, los tiempos difíciles requieren autodisciplina. Verso 10: «Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.» Sea cual sea el sufrimiento, recuerda que será por un corto tiempo.
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