Jesús es eterno y esa es una verdad fundamental que tenemos que clavar en nuestra vida. Y cuando aclaremos esa verdad, podremos comenzar a vivir vidas que planteen la pregunta, ¿qué te hace vivir así?
Él personifica el único Verbo verdadero, no hay nadie como Él. Completamente Dios, completamente hombre. El único que podría venir y morir por nosotros; como Dios con una muerte perfecta y como hombre en nuestro nombre, no podía ser nadie más que Él.
Jesús expresa la mente de Dios y Él revela a Dios para el hombre. Jesús diría: «Si me ven, ven al Padre, si sabes quién soy, tú sabes quién es el Padre» Entonces, al usar el Verbo para describir a Jesús, Juan da seis afirmaciones claras sobre Jesús, seis cosas que debes saber sobre el Hijo eterno de Dios.
Esta es la primera, Jesús es eterno. Mira Juan 1: 1 «En el principio era el Verbo» Ahora, ¿en qué piensas cuando oyes las palabras «Al principio?» Pues te lleva de vuelta al primer versículo de la Biblia, ¿no es así? Génesis 1: 1 dice: «En el principio creó Dios los cielos y la tierra» Esto es interesante porque Juan nos está diciendo aquí que la verdad de Juan 1: 1 es antes de la verdad de Génesis 1: 1. Antes de que la creación tuviese lugar, antes de que Dios creara los cielos y la tierra, Jesús ya era, Él ya existió, Él es eterno, Él no es un ser creado, Él no tiene principio, Él está antes de todas las cosas, nunca hubo un momento en que Jesús no fue.
Ahora fíjate cómo Juan maneja esa palabra en los primeros dos versículos y nota cómo usa la palabra “era”. Recuerda que esta palabra significa: «existe», «existió» o «existía». «En el principio era el Verbo y el Verbo era con Dios». Él existía, Él estaba existiendo con Dios. «Y el Verbo era Dios». Él existía como Dios, Él estaba con Dios al principio. Observe cómo Juan usa esa palabra para decirnos una y otra vez que Él es eterno y eso es algo que debes saber acerca de Jesucristo.
Jesús es la luz que nunca se apagará, que nunca ha dejado de ser, así que cuando sigo a Jesús incluso cuando el camino está oscuro, incluso cuando estoy pasando por lo que un autor llamó “la noche oscura del alma”, Él nunca me deja y su luz siempre brilla en la oscuridad, Si yo estoy con Jesús yo nunca caminaré solo. Y la luz siempre brilla en la oscuridad, siempre hay luz para mostrarme qué camino tomar.
Esta es la segunda cosa, Juan capítulo 1, dice: «En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios«. El Verbo es distinto de Dios pero una con Dios. Así que Juan está enfatizando que en la eternidad pasada ha habido esta unión íntima entre Dios el Padre y Dios el Hijo, distintos pero uno. Cuando agregamos el Espíritu Santo, por supuesto, estamos hablando de la Trinidad. J.C. Ryle, dice que nuestra mente simplemente no tiene capacidad mental para explicar completamente la Trinidad. Jesús dijo: «El que me ha visto a mí, ha visto al Padre«, así que sabemos que está allí. Y Ryle dice: «Es mejor creer que intentar explicar», y ese es un punto importante porque hay algunas cosas acerca de Jesucristo que nosotros, en nuestras finitas y limitadas mentes caídas, no seremos capaces de comprender.
Y hay algunas personas que no creerán a menos que entiendan. Y si eres una persona que no creerá a menos que entiendas, nunca creerás plenamente en la persona de Jesús porque nuestras mentes limitadas no pueden entenderlo completamente. Podemos entender todo lo que necesitamos, pero a veces tenemos que inclinarnos ante Él y decir: «No entiendo esto, pero lo acepto porque tu Palabra lo dice».
Jesús es una persona distinta de Dios pero una con Dios. Juan repite eso en el versículo 2 cuando dice: «Este era en el principio con Dios» Él es una persona distinta, pero una con Dios.
Aquí hay una tercera verdad teológica fundamental: Jesús es Dios. Mira la tercera línea del primer verso. «En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.» En esencia Jesús es Dios. Juan hace este punto una y otra vez en su Evangelio.
Recuerdas en Éxodo cuando Dios va a decirle a Moisés que vaya con Faraón y le diga que deje ir al pueblo. ¿Recuerdas esa historia? Bueno, incluso antes de que Moisés llegue a Faraón, Moisés dice: «Tengo que ir a sacar a los hijos de Israel». ¿Qué voy a decirles? No me van a creer. ¿Qué les diré a los hijos de Israel sobre quien me envió a hacer esto?» ¿Recuerdas lo que Dios dice en el capítulo 3 de Éxodo? Él dice: «Diles que YO SOY te he enviado. YO SOY EL QUE SOY» Y ese nombre “YO SOY” se convierte en el nombre de Dios en todo el Antiguo Testamento. Es la palabra “Ser” que a menudo lo traducimos como “Yahweh”. Cuando miras en el Antiguo Testamento la palabra “Señor” en mayúsculas, esa es una traducción de Yahweh. Cuando Dios dice que Él es Yahweh, Él dice: «Yo soy». Cuando decimos que Él es Yahweh, decimos qué Él es.
Bueno, mira lo que sucede en el Evangelio de Juan. Una vez más, el israelita tenía eso en su mente, “YO SOY”. Entonces Jesús viene y Él hace siete declaraciones con respecto a YO SOY: Yo soy el pan de la vida, Soy la luz del mundo, Yo soy la puerta de las ovejas, Soy el buen pastor, Yo soy la resurrección y la vida, Yo soy el camino, la verdad, y la Vida, Yo soy la verdadera vid ¿Crees que es una coincidencia que Jesús esté usando las palabras “Yo soy”? pues de ningún modo.
Jesús está diciendo: “Yo soy Dios” y ellos no entendieron lo que Jesús estaba diciendo, lo vemos en el capítulo 8, cuando Jesús dice: » Antes que Abraham fuese, yo soy.» ¿Recuerdan lo que hicieron? “Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue.” (Juan 8:59) Lo iban a matar por blasfemia porque estaba haciendo la declaración: «Yo soy Dios».
Jesús es eterno. Él es una persona distinta de Dios, pero una con Dios. Jesús es Dios y aquí hay una cuarta cosa que debemos aclarar. Jesús es el creador de todas las cosas. Mira el versículo 3 de Juan 1: «Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.«. Ahora, en Navidad, es fácil pensar en Jesús y en el pesebre, ¿verdad? Pensar en el pequeño bebé indefenso y a veces lo vemos caminar hasta la cruz, colgando impotente y padeciendo en la cruz. Pero Juan quiere que recordemos que Jesús es el creador de todas las cosas. Él estuvo antes de Génesis 1, pero también estuvo allí en Génesis 1 como el agente de la creación.
Pablo dice esto en Colosenses 1:16 «Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” Y luego Hebreos lo dice de esta manera. Hebreos capítulo 1 verso 10: » Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos.» No dejes que Cristo se quede en un pesebre. Él es el Verbo que se está volviendo carne, es el Dios eterno que se está convirtiendo en carne, es el creador de todas las cosas.
Número cinco, Jesús es la fuente de la vida espiritual y la luz. Mira Juan versículos 4 y 5 del capítulo 1 » En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella” Ahora piense en esto, en Él existe la fuente de la vida física, porque Él es el creador de todo lo que vemos, pero también en Él existe la vida espiritual. Así como Él fue el creador de todas las cosas que co-creo con Dios, entonces él es el re-creador del hombre caído de aquellos que confían en Él, y cuando Él da vida, esa vida es la luz que brilla a través de nosotros. Incluso en Génesis 1 y 2 la fuente de la vida fue Jesucristo mismo. Entonces, incluso antes de la caída, Jesús era la fuente de la vida y ahora, después de la caída, Jesús aun es la fuente de la vida. Toda la creación se trata de Jesucristo y sólo a través de Cristo puede el hombre tener una relación con Dios, sólo a través de Cristo puede el hombre tener vida.
Una cosa más. Jesús es eterno, Jesús es una persona distinta de Dios, pero es uno con Dios. Jesús es Dios, Jesús es el creador de todas las cosas. Jesús es la fuente de la vida espiritual y la luz.
El último, Jesús es la luz verdadera. Mire los versículos 9 y 10 » Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció» La verdadera luz. Sólo piensa en ello por un momento, ¿Por qué Juan usaría ese adjetivo, “verdadera luz”? Mira, Jesús es la luz verdadera en tres aspectos: primero, Él es la luz reveladora. Jesús es la luz verdadera en contraste y oposición a todas las luces falsas que nos rodean, tarde o temprano todas esas luces se oscurecen. Entonces Él es la luz que no engaña. En segundo lugar, Él es la luz real, el Antiguo Testamento está lleno de tipologías y profecías que nos preparan para Cristo, pero cuando Cristo viene, Él es eso, Él es el cumplimiento de toda tipología, Él es el cumplimiento de cada profecía. El Verbo se hizo carne, Él es el principio y la finalización, Él es la fuente de luz. Todas las otras luces son de segunda mano, son tomados de otra fuente, pero Jesús no se deriva de nada. Él es la fuente de luz. Y finalmente, Él es la luz suprema. Comparado con Jesús, otras luces son ordinarias y comunes.
Él es una luz suprema. ¿Cómo vas a hacer de tu vida algo diferente este año? ¿Qué vas a hacer a partir de hoy para que tu luz brille tanto que los hombres te vean? ¿Qué vas a hacer para que sea Él quien se lleve toda la gloria y toda la honra?
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